Los editores demandan mayores precisiones sobre la nueva programaci¨®n de EGB

Los editores de libros de texto lo ignoran pr¨¢cticamente todo sobre los nuevos programas que habr¨¢n de regir en primero y segundo cursos de EGB a partir del pr¨®ximo a?o acad¨¦mico y que el Ministerio de Educaci¨®n tiene intenci¨®n de publicar pr¨®ximamente en el Bolet¨ªn Oficial del Estado.

Seg¨²n explic¨® ayer en una conferencia de Prensa el presidente de la Asociaci¨®n Nacional de Editores de Libros de Ense?anza (ANELE), Mauricio Santos, en estos momentos, cuando ya tendr¨ªa que estar superada la fase de creaci¨®n de los libros en que habr¨ªa de recogerse la nueva programaci¨®n, los editores no tienen ni la m¨¢s remota idea de lo que puede significar en la pr¨¢ctica el car¨¢cter de "programas m¨ªnimos?, con que el Ministerio los ha calificado, y ¨¦sta es s¨®lo una de las numerosas inc¨®gnitas que les preocupan.Tanto el titular del departamento, Juan Antonio Ortega, como el director general de EGB, Pedro Caselles, se han referido recientemente a este car¨¢cter de ?programas m¨ªnimos?, que parece responder a la intenci¨®n de dejar al albedr¨ªo de los gobiernos de las comunidades aut¨®nomas la complementaci¨®n de los programas, en coherencia con el respeto a sus competencias en materia educativa.

Numerosas preguntas

El problema se plantea precisamente a partir de esta circunstancia, de la que nace todo el c¨²mulo de preguntas que se formulan los editores, que no saben ?cu¨¢les van a ser los programas a que han de responder los libros; para qu¨¦ zonas o regiones de Espa?a van a servir esos programas y esos libros; c¨®mo han de ser complementados o adaptados a otras programaciones; cu¨¢ndo van a ser aplicados; qu¨¦ calendario de implantaci¨®n van a tener en cada una de las diferentes zonas o nacionalidades, y, en fin, a qui¨¦n o a qui¨¦nes va a corresponder la autorizaci¨®n de los libros de texto?.Su inquietud aumenta al constatar que pr¨¢cticamente todas estas preguntas le fueron formuladas, tan s¨®lo hace cuatro d¨ªas, por los periodistas especializados al director general de EGB, sin que ¨¦ste tuviese respuestas para ellas, porque, seg¨²n explic¨® Pedro, Caselles, el tema desborda el ¨¢mbito de su competencia, en la medida en que lo que ha dado en llamarse la ?construcci¨®n del Estado de las autonom¨ªas? es un proceso abierto que no ha hecho m¨¢s que comenzar.

En este sentido, la inquietud que el problema de los nuevos programas de la EGB suscita entre los editores, no puede decirse que sea exclusiva de ¨¦stos, y es l¨®gico que tambi¨¦n a los profesores y a los padres de los alumnos les preocupe saber a d¨®nde puede conducir la extraordinaria diversificaci¨®n del sistema escolar que se perfila en el horizonte.

Respeto a las autonom¨ªas

A este respecto, y hecha la salvedad del ?absoluto respeto que los editores sienten hacia el tema de las autonom¨ªas, que es un asunto claramente constitucional?, el presidente de ANELE se refiri¨® al contraste de este nuevo planteamiento de la ense?anza en Espa?a con la tendencia que existe actualmente en Europa, incluidos los pa¨ªses que tienen una estructura federal, a unificar los sistemas educativos. Record¨® lo que ya el propio ministro de Educaci¨®n se?al¨® en el Congreso cuando hizo la presentaci¨®n de su programa, y es que tambi¨¦n se est¨¢n produciendo serios intentos para unificar los criterios de los diferentes pa¨ªses en la interpretaci¨®n de los principales hechos de su historia com¨²n.Pero con independencia de estas consideraciones, que tal vez correspondan al terreno de la mera especulaci¨®n, el retraso en atender a las numerosas preguntas de los editores puede crear serios problemas a la escuela cuando comience el pr¨®ximo curso, si de verdad se desea que los nuevos programas comiencen a aplicarse entonces.

Los alemanes, seg¨²n dijo ayer Mauricio Santos, consideran ?una barbaridad hacer un nuevo libro de texto en menos de tres a?os; pero los editores espa?oles, quiz¨¢ como una consecuencia l¨®gica de nuestra latinidad, pensamos que con un a?o y medio es suficiente?. El problema, pues, reside en que de aqu¨ª a septiembre no hay tiempo material para completar todo el complicado proceso creativo e industrial que supone poner un libro nuevo en manos del escolar.

Por otra parte, los editores siguen sin obtener respuesta de la Administraci¨®n a su constante petici¨®n de que se liberalice el r¨¦gimen de precios de los libros de texto. No tienen inconveniente e incluso exigen que la Administraci¨®n entre a fondo en cuestiones como el control de los m¨¢rgenes comerciales, pero se lamentan de que lo ¨²nico que hacen las autoridades es controlar el precio final, porque siguen considerando que el libro de texto tiene que sujetarse a unos ?precios pol¨ªticos?.

Esta circunstancia se agrava con el control de contenidos, que, en opini¨®n de ANELE, ?supone el mantenimiento de la censura, porque adem¨¢s se mezclan indebidamente un control y otro?.

Puntualizaciones del Ministerio

La afirmaci¨®n de que el curso pr¨®ximo podr¨ªa iniciarse sin libros de texto ajustados a los nuevos programas de EGB fue puntualizada anoche mismo por el Ministerio de Educaci¨®n. En una nota oficial se?ala que el pr¨®ximo curso se ha establecido como ?a?o de adaptaci¨®n? de los citados programas, por lo que no ser¨ªa congruente que los libros de texto estuvieran editados.A?ade el Ministerio que se van a flexibilizar las normas para la autorizaci¨®n de los nuevos libros y que el car¨¢cter de ?autorizaci¨®n previa? que exige la legislaci¨®n vigente est¨¢ justificado por el hecho de que ?los libros de texto constituyen un instrumento esencial en el proceso de aprendizaje que conduce a la obtenci¨®n de los t¨ªtulos?.

Por ¨²ltimo, el Ministerio afirma estar abierto al estudio y soluci¨®n de los problemas de los editores, en funci¨®n del esfuerzo que la renovaci¨®n de los programas comporta y en el contexto de un esp¨ªritu de comprensi¨®n y ayuda en la consecuci¨®n de unos objetivos comunes al servicio de los alumnos.