Estatuto para Galicia

El domingo se celebra el refer¨¦ndum para el Estatuto de Galicia. Por una vez de acuerdo, l¨ªderes de todos los partidos importantes que tienen representaci¨®n parlamentaria han hecho campa?a, pidiendo lo mismo: el ?s¨ª?. ( ... )El Estatuto de Galicia conoci¨® poco alentadoras peripecias en su elaboraci¨®n. Hubo un momento en que, con el proyecto ya aprobado, pareci¨® inviable, por cuanto argucias del articulado hac¨ªan que la futura comunidad aut¨®noma fuera mucho m¨¢s dependiente de las Cortes ubicadas en Madrid que Catalunya y el Pa¨ªs Vasco.

Al fin, la protesta de diversos grupos se impuso. Y el texto aprobado y abocado al fracaso sufri¨® unas transformaciones que ciertamente lo mejoraron, pero que dejaron en la gente la impresi¨®n de que se trat¨® de maniobras que unos llamar¨ªan sutil¨ªsimas y otros chapuceras, pero que rozaban la transgresi¨®n de los propios textos sobre elaboraci¨®n y aprobaci¨®n de los proyectos de estatutos.

Este proceso, que dej¨® en la mayor¨ªa de los ciudadanos una sensaci¨®n de que hubo equivocaci¨®n inicial y arreglo posterior, puede tambi¨¦n incidir en una posible abstenci¨®n. Los partidos han hecho, ahora, todo lo que han podido en su Espa?a en favor de la aprobaci¨®n. Aprobaci¨®n amplia que es verdaderamente deseable. Los ciudadanos de Galicia tienen la palabra entre las confusiones del pasado inmediato y las perspectivas del futuro. Un futuro en el que, por medio del Estatuto, se pueda afirmar la personalidad de un pueblo . Con frecuencia marginado en sus hermosos verdes y ante sus embravecidas aguas atl¨¢nticas. Y un futuro en el que siga construy¨¦ndose para todos el llamado Estado,de las autonom¨ªas.

20 de diciembre