Una historia de dureza y esperanza
Vivir cada d¨ªa, en plena fecha de Nochebuena, a pocos d¨ªas de que finalice el a?o, presenta un programa especial, rodado a lo largo de todo el a?o 1980 y en el que la Navidad tambi¨¦n juega como cierre del reportaje.La historia es sencilla: el a?o pasado, como consecuencia de la crisis de empleo que afectaba a toda Europa, un proyecto surgi¨® en Holanda en el seno de un grupo de emigrantes espa?oles. Regresar a Espa?a y, formar una colonia agr¨ªcola como sistema de regreso y de reincorporarse laboralmente a la sociedad espa?ola. Los Gobiernos holand¨¦s y espa?ol, interesados, facilitar¨ªan cr¨¦ditos y tierras en la provincia de Huelva. Trescientas setenta y ocho hect¨¢reas, a repartir entre veintiuna familias, que, organizadas en cooperativa, formar¨ªan una colonia, a la que decidieron bautizar como La Peque?a Holanda.
A finales de febrero de 1980, cuatro de esas familias, como pioneros del grupo, volvieron desde Holanda para iniciar el levantamiento de su nuevo hogar, en los lindes del parque de Do?ana.
Desde entonces viven en dos viejos chal¨¦s, han adquirido algunos ¨²tiles de labranza y un tractor, y han roturado y sacado rendimiento a quince hect¨¢reas de terreno. Pero se han encontrado con que su proyecto avanza, lentamente, que los cr¨¦ditos no llegan, por dificultades ?t¨¦cnicas?; que el resto de las familias no pueden incorporarse y que la colonia La Peque?a Holanda no pasa del estado embrionario. Las visitas a los bancos se multiplican, los hijos est¨¢n desperdigados, internos, en colegios de la zona, y, la ¨²nica realidad, entre miedos, desesperanza y a?oranza, es ver brotar las fresas en los campos cultivados.
Todo este proceso ha sido seguido por Vivir cada d¨ªa: la primera parte del reportaje se realiz¨® en Holanda, en el momento de partida de los adelantados, con los problemas de la mudanza, y la despedida, m¨¢s dolorosa, en los ni?os, que ve¨ªan c¨®mo quedaban en el aeropuerto sus peque?os amigos holandeses, los que simbolizaban la primera parte de sus vidas. Unos d¨ªas m¨¢s tarde, un equipo del programa se trasladaba a Huelva para recoger la llegada, la instalaci¨®n, los primeros momentos.
Meses despu¨¦s, a finales de octubre, se restableci¨® el contacto con la colonia. Una nueva tanda de secuencias mostrando el transcurso de estos meses, los problemas, los avances, el ?vivir cada d¨ªa? de los regresados. La ¨²ltirria secuencia tiene lugar en el mes de diciembre, en el inicio de las Navidades, con el cierre de un a?o crucial para sus vidas, y con el brindis por que 1981 les posibilite la realizaci¨®n total de su proyecto.
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