1981 y la econom¨ªa

( ... ) Los responsables de la pol¨ªtica econ¨®mica podr¨ªan conformarse con que los resultados al finalizar 1981 fuesen ligeramente m¨¢s favorables que los de 1980 o, en el peor de los casos, id¨¦nticos a los que el a?o que hoy acaba presentar¨¢ cuando se conozcan las cifras definitivas. Ya ser¨ªa para ellos un buen a?o el pr¨®ximo si la inflaci¨®n no subiera por encima del 14%; si el petr¨®leo, despu¨¦s del verano, no aumentase su precio medio por encima de los cuarenta d¨®lares el barril; si la peseta se depreciase no m¨¢s, pero no menos, del 10%; si el d¨¦ficit de la balanza por cuenta corriente fuera inferior a los 5.000 millones de d¨®lares, y si el d¨¦ficit presupuestario quedase por debajo de los 600.000 millones de pesetas.Para los empresarios, 1981 ser¨ªa un buen a?o si el cr¨¦dito creciese al menos como en 1980; si sus plantillas pudieran aligerarse entre el 5 %. y el 10%; si el precio del dinero no superase el 19 %,si la productividad aumentase en torno al 5%, y si el mercado permitiera unas ventas o una utilizaci¨®n de la capacidad productiva, aunque s¨®lo fuera dos puntos por encima de los niveles actuales. Por su parte, los trabajadores ser¨ªan felices si la amenaza que en muchos sectores pesa sobre la continuidad de los puestos de trabajo se disipase; si en la inminente negociaci¨®n colectiva pudiera alcanzarse una elevaci¨®n salarial no inferior a la de los funcionarios de la Administraci¨®n; si los precios al consumo permitieran mantener dentro de un a?o el mismo poder adquisitivo actual de los salarios.

31 de diciembre