Roma tendr¨¢ el parque arqueol¨®gico m¨¢s importante del mundo

Roma est¨¢ de fiesta. Luigi Petroselli, alcalde comunista de la ciudad, acompa?ado de toda la junta municipal, inauguraron solemnemente en fecha reciente las excavaciones que pondr¨¢n al descubierto importantes monumentos hist¨®ricos. Los obreros del Ayuntamiento, pico en mano, comenzaron a levantar, durante el solemne acto inauguraral, los adoquines de la calle Consolazione, que corta los Foros y costea el Campidoglio. Se trata del primer acto de un proyecto mucho m¨¢s ambicioso, de un sue?o que comienza a ser realidad: recuperar para parque arqueol¨®gico los monumentos que ocult¨® el asfalto, en tiempos de Mussolini, en una de las zonas m¨¢s hist¨®ricas del mundo.Los obreros tendr¨¢n que destruir, en primer lugar, la calle que actualmente separa los Foros del Campidoglio, contruida en 1882 y ensanchada despu¨¦s de la segunda guerra mundial por problemas de tr¨¢fico. Las principales autoridades de la ciudad y los arque¨®logos esperan hallar tesoros art¨ªsticos debajo de los adoquines. Tres importantes monumentos se encuentran en tres estratos distintos de la calle: el templo de la Concordia, el templo de Vespasiano y el p¨®rtico de los Dioses Consuntos. Tambi¨¦n. reaparecer¨¢ el templo de Saturno, si bien los antiguos mapas mencionan otros monumentos sepultados a distintos niveles.

Isla art¨ªstico-cultural

El plan del Ayuntamiento y de la comisi¨®n de Bellas Artes del Ministerio va mucho m¨¢s all¨¢. Se proponen destruir parte de la famosa calle de los Foros Imperiales y ensanchar el parque arqueol¨®gico -que ser¨ªa el mayor del mundo-, que comprender¨ªa desde el Coliseo hasta la antigua V¨ªa Appia. Esta importante zona art¨ªstica de Roma se convertir¨ªa en una especie de gran isla art¨ªstico-cultural con museos, jardines, parques y zonas recreativas y caf¨¦s. Los promotores de esta iniciativa se proponen poner el coraz¨®n de la Roma antigua al servicio de los romanos de hoy y del turismo intemacional.

Los expertos en tr¨¢fico urbano muestran la mayor oposici¨®n al proyecte, ya que m¨¢s de 20.000 coches por hora circulan hoy al lado del Coliseo y Foros Imperiales. El alcalde anunci¨® que se cerrar¨¢ la circulaci¨®n, en per¨ªodo de prueba, todos los domingos, y que el problema del tr¨¢fico no es insoluble: ?Es el primer paso?, dijo, ?para restituir a Roma y a toda ia humanidad Ia zona arqueol¨®gica m¨¢s importante del mundo, para convertir a la capital en un gran centro cultural y para hacer m¨¢s humana la convivencia civil?.

La opini¨®n p¨²blica acept¨®, de momento, con entusiasmo, este proyecto que durante muchos afios fue tan s¨®lo un sue?o de los hombres de arte. Cuando todos los canales de televisi¨®n de Italia transmitieron los primeros golpes de los picos que levantaban los adoquirtes, los romanos se quedaron at¨®nitos, acostumbrados a tantos a?os de promesas. Los espectadores vieron c¨®mo el alcalde y los periodistas presentes se llevaban de recuerdo, como piezas de museo, uno de aquellos adoquines arrancaidos con gozo, porque se pod¨ªa, por fin, desenterrar un aut¨¦ntico tesoro escondido desde hace cien a?os.