Carter se despide de los norteamencanos reiterando su apoyo a los derechos humanos
El peligro de una guerra nuclear, el problema de los recursos naturales y la necesidad de defender los derechos humanos fueron los tres temas principales expuestos en el breve discurso televisado del presidente Jimmy Carter en su adi¨®s a la naci¨®n, a cinco d¨ªas de la entrada en funciones del nuevo presidente electo, el republicano Ronald Reagan, el pr¨®ximo martes, d¨ªa 20.Carter dese¨® suerte y ¨¦xito para su sucesor, a quien apoyar¨¢ como ciudadano. Agradeci¨® la cooperaci¨®n del vicepresidente, Walter Mondale, y al conjunto del equipo gubernamental, que durante cuatro a?os dirigi¨® los asuntos norteamericanos, bajo la irregular e imprevisible batuta del presidente.
?Para esta generaci¨®n, la vida es la supervivencia nuclear, la libertad son los derechos humanos, la continuidad del bienestar de un planeta en el que los recursos est¨¢n para nutrir f¨ªsica y espiritualmente?, dijo el presidente Carter, repitiendo los conceptos de sus ideales pol¨ªticos anunciados cuando lleg¨® a la Casa Blanca en enero de 1977.
El peligro de una confrontaci¨®n nuclear ?es importante? ante el arsenal de sofisticados armamentos de las dos superpotencias y el futuro acceso a la tecnolog¨ªa nuclear en decenas de otros pa¨ªses. Sin citarlo, Carter aludi¨® a la necesidad de ratificar el Tratado sobre la Limitaci¨®n de Armas Estrat¨¦gicas (SALT II), rechazado en sus t¨¦rminos actuales por la nueva Administraci¨®n republicana del presidente Reagan.
Pidiendo el apoyo de todos los norteamericanos con ?nuestros l¨ªderes?, Carter dijo que el futuro del horizonte 2000 depende de las ?realizaciones actuales? en desarme, medio ambiente y respeto de los derechos humanos, ?directamente vinculados a las libertades democr¨¢ticas?.
La situaci¨®n de los 52 rehenes detenidos en Ir¨¢n desde el 4 de noviembre de 1979, uno de los hecho que probablemente m¨¢s contribuy¨® a la estrepitosa derrota de cara a la reelecci¨®n presidencial de Carter para su segundo mandato de otros cuatro a?os, fue brevemente aludida por el presidente, en t¨¦rminos de esperanza para un desenlace r¨¢pido, pidiendo una plegaria de todos los norteamericanos para la seguridad de los rehenes.
Carter no cit¨® en ning¨²n momento la problem¨¢tica socioecon¨®mica, cuyo deterioro durante los cuatro a?os de su presidencia fue otro de los factores importantes de su fracaso electoral el pasado 4 de noviembre.
De manera muy sutil, Jimmy Carter dio un repaso a lo que fue su doctrina pol¨ªtica (desarme, ecolog¨ªa y derechos humanos), que puede cambiar radicalmente con la nueva Administraci¨®n republicana, aunque tambi¨¦n en los dos ¨²ltimos a?os de Administraci¨®n Carter una cosa era la filosof¨ªa y otra la realidad.
Cambio de rumbo
Ronald Reagan, presente ya en Washington para preparar las pol¨ªticas de su Gabinete -en el terreno econ¨®mico, en particular-, planea estrategias muy distintas a las que intent¨® aplicar Carter.
En armamento nuclear, Reagan rechaza el tratado SALT II, dejando abierta la posibilidad de continuar las negociaciones con la URSS sobre nuevas bases m¨¢s equilibradas, previo rearme norteamericano en todos los sectores.
En asuntos de protecci¨®n del niedio ambiente quedan para las an¨¦cdotas de la historia electoral las declaraciones del candidato Reagan, que pretend¨ªa que los ¨¢rboles son la mayor fuente de contaminaci¨®n atmosf¨¦rica. Pero la realidad pasa por un equipo de gobierno que promete modificar sensiblemente las reglas que impiden un funcionamiento ¨®ptimo de muchos sectores de la industria.
En derechos humanos cabe esperar un retroceso del ¨¦nfasis de Washington para criticar abiertamente los reg¨ªmenes dictatoriales, excepto en los casos que conlleven la etiqueta marxista.
Jimmy Carter lleg¨® a Washington con aire de pastor evangelista, dispuesto a moralizar un poder que sal¨ªa traumatizado de la guerra de Vietnam y el esc¨¢ndalo del Watergate. Jimmy Carter se va predicando el mismo mensaje, pero con un balance de realidades que no fue corroborado por el pueblo norteamericano.
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