Los laboristas moderados se disponen a lanzar un partido de centro-izquierda

La creaci¨®n de un partido socialdem¨®crata, situado entre el laborismo (268 diputados), actualmente dominado por su izquierda, y los conservadores (339), de la primera ministra Margaret Thatcher, parece posible en el Reino Unido, con gran contento por parte de los liberales (11). Tres prestigiosos ex ministros laboristas, airados ante el triunfo izquierdista en el congreso extraordinario del pasado s¨¢bado, se reunieron en la tarde del domingo con el ex laborista y ex presidente de la Comisi¨®n Europea Roy Jenkins y lanzaron al ruedo el Consejo para la Socialdemocracia.

Esta banda de los cuatro, integrada, adem¨¢s de Jenkins, por David Owen, William Rodgers y Shirley Williams, cuenta ya con el apoyo expl¨ªcito de otros once miembros de la C¨¢mara de los Comunes y, de hecho, su ?manifiesto? dominical tiene todas las trazas de ser un globo sonda destinado a averiguar cu¨¢l es la fuerza potencial de un partido de centro-izquierda en la pol¨ªtica brit¨¢nica, hasta ahora dominada absolutamente por el bipartidismo.La gota de agua que colm¨® el vaso de la rebeli¨®n en el seno del ala moderada del laborismo fue el estrepitoso ¨¦xito de las posturas izquierdistas en el congreso extraordinario del s¨¢bado, donde se decidi¨® crear un colegio electoral para elegir en el futuro al l¨ªder del partido y eventual primer ministro. Este consejo estar¨¢ integrado en un 40% por los sindicatos laboristas, en un 30% por las agrupaciones locales del partido y en el restante 30% por los diputados del Partido Laborista. Hasta ahora, la elecci¨®n del m¨¢ximo dirigente laborista era responsabilidad exclusiva del grupo parlamentario laborista. Y los tres promotores de lo que en pocos meses puede convertirse en una escisi¨®n en toda regla, pretend¨ªan que, si este poder se les arrebataba a los diputados, s¨®lo podr¨ªa recaer en el conjunto de los militantes laboristas, a raz¨®n de ?un militante, un voto?.

Aunque una reciente encuesta preve¨ªa que una alianza entre socialdem¨®cratas y liberales podr¨ªa hacerse con el 31 % de los votos en las pr¨®ximas elecciones generales, los expertos dudan de la viabilidad financiera de un partido socialdem¨®crata. Se considera pr¨¢cticamente imposible romper el monopolio de los dos grandes partidos, uno (el laborista) apoyado masivamente por los sindicatos, y otro (el conservador) por la patronal.

De lo que no hay duda es del da?o tan considerable que una escisi¨®n por la derecha puede hacerle al laborismo, y los conservadores ser¨¢n parad¨®jicamente los primeros beneficiados.

Manifiesto disidente

La declaraci¨®n de intenciones de la banda de los cuatro arremete contra el hecho de que, a partir de ahora, ?un pu?ado de dirigentes sindicales pueda determinar la elecci¨®n del futuro primer ministro?.?Pretendemos invertir el declive econ¨®mico de Gran Breta?a?, se?alaron, ?queremos crear una sociedad abierta, sin clases y m¨¢s igualitaria, una sociedad que rechace los prejuicios basados en el sexo, la raza o la religi¨®n?. En lo que se puede considerar como un manifiesto, los cuatro favorecen una mayor descentralizaci¨®n y un robustecimiento tanto del sector p¨²blico como del privado, en un sistema de econom¨ªa mixta. Quieren ?eliminar la pobreza y promocionar una mayor igualdad?, y abogan por una pol¨ªtica exterior basada en la Comunidad Econ¨®mica Europea, la OTAN, las Naciones Unidas y la Commonwealth.

?Buscamos un cambio radical mayor, y no menor, de nuestra sociedad?. Esta insistencia en lo ?radical?, que David Owen no cesa de recalcar, puede, sin embargo, despistar al lector espa?ol. La palabra radical ha de ser examinada en el contexto brit¨¢nico, y poco tiene que ver con la idea de un Partido Radical a la italiana o las especulaciones espa?olas sobre el tema. Radical es una manera muy brit¨¢nica de decir moderado.

Tambi¨¦n est¨¢ la estructura electoral de un sistema no proporcional, que ya ha asfixiado a los liberales y podr¨ªa tener un efecto parecido en los socialdem¨®cratas. El Consejo para la Socialdemocracia, por otra parte, no es a¨²n un partido pol¨ªtico, sino un grupo en busca de una identidad. Ayer, David Owen se?alaba que este grupo podr¨ªa seguramente provocar una escisi¨®n en el laborismo o, como lo llama su secretario general, Michael Foot, una ?deserci¨®n?.

Los diputados socialdem¨®cratas han anunciado, por otra parte, su intenci¨®n de formar un grupo parlamentario propio en la C¨¢mara de los Comunes. Aunque Owen se?al¨® el domingo que, por ahora, no se contemplaba una colaboraci¨®n con los liberales, su l¨ªder, David Steel, est¨¢ encantado con la evoluci¨®n de la escisi¨®n laborista.