La marcha hacia Torrej¨®n

La primera gran movida popular y masiva contra el ingreso espa?ol en la OTAN (deseo de Reagan y sus halcones y, por consiguiente, del Gobierno UCD), celebrada el domingo en Torrej¨®n, con juerga, rock y sentimiento antiyanqui, parece que disgust¨® y disgusta a much¨ªsima gente. Es normal que eso le ocurra a los gobernadores civiles, o a TVE (mecanismo inductor de ideolog¨ªa americana con impunidad manifiesta), o a la derecha reaccionaria, o a su Prensa, o a tantos idiotizados por lo ?genuinamente americano?, pero yo cre¨ªa, ingenuo, que era menos normal que algo de eso le aconteciera a las sufrientes neuronas de nuestra izquierda parlamentaria y cl¨¢sica -PSOE y PCE pasaron largamente del tema- y llegara a tocar a EL PAIS, peri¨®dico que compro a diario y que era muy le¨ªdo por los ?Marchadores sobre Torrej¨®n? entre la caminata y el mitin. Sin extenderme en el despiece y valoraci¨®n informativa, el ?gesto? de dar foto en primera p¨¢gina y texto en una impar. no evitan que la informaci¨®n del martes, en EL PAIS fuese fr¨ªgida, tramitativa, as¨¦ptica o fruto, sin m¨¢s, de ese robot pr¨ºt-¨¤-porter adquirido, tal vez, en EE UU, y que no reflejase ni el ambiente de la marcha-m¨ªtin-festival, ni las dificultades que lo rodearon, ni su car¨¢cter incipientemente unitario, ni lo que respiraba el personal y, mucho menos, la cantidad de participantes; la cifra de 7.000, cuando se ha coincidido bastante en los 20.000, es propia de las que se ajustan en los despachos de los gobiernos civiles o ministerios del Interior.Tratamientos y valoraciones como ¨¦ste no favorecen mucho la limpieza, honestidad y credibilidad con que debe emprenderse ese necesario debate nacional que tan importante cuesti¨®n merece./