Bonn recela ante la pol¨ªtica exterior del presidente Reagan
La Rep¨²blica Federal de Alemania (RFA) sigue con no poco recelo las sucesivas tomas de postura de los altos funcionarios de la Administraci¨®n Reagan sobre los problemas m¨¢s candentes en la actual pol¨ªtica internacional. Apenas conocida la decisi¨®n del nuevo Gobierno de Estados Unidos de reactivar el tema de la bomba de neutrones, un d¨ªa antes de que el canciller Helmut Schmidt se trasladara a Par¨ªs para reanimar las relaciones franco-germanas, un diario de Bonn, el General Anzeiger, publicaba ayer, en su primera p¨¢gina, una amplia informaci¨®n bajo el t¨ªtulo A¨²n hay cuestiones no aclaradas en las relaciones con Estados Unidos. Este peri¨®dico suele interpretar el papel de portavoz oficioso del Ministerio alem¨¢n de Asuntos Exteriores. En Bonn se ha recibido con gran cautela el anuncio realizado por el ministro norteamericano de Defensa, Caspar Weinberger, de que se reconsiderara el proceso de produccion y posible establecimiento de las bombas de neutrones en suelo europeo. En plena crisis interna del Partido Socialdem¨®crata (SPD), renace as¨ª un nuevo factor de enfrentamiento en sus filas, agitadas ahora por los intereses pragm¨¢ticos del Gobierno frente al intento de recuperaci¨®n de los ideales sociales que tradicionalmente han inspirado a este partido.
?Perversi¨®n del pensamiento humano?, calific¨® hace un tiempo a la bomba neutr¨®nica el secretario general del SPD, Egon Balir, bastante antes de que el presidente de Francia, Val¨¦ry Giscard d'Estaing, se mostrase dispuesto a aceptar este tipo de armas.
La claridad con que se han expresado hasta ahora el presidente Ronald Reagan y sus ministros sobre los problemas internacionales del momento parece dejar cada vez menos espacio a un planteamiento negociado con sus aliados europeos, a pesar de que Reagan anticipase en sus primeras declaraciones su voluntad de di¨¢logo y de que el ministro Weinberger haya recalcado que la decision sobre la bomba de neutrones depender¨¢ de un acuerdo con los europeos. Por ello, quiz¨¢, el General Anzeiger dice que el Gobierno de Bonn tiene ?impaciencia por que comiencen las ya previstas consultas intensivas con Washington?.
En marzo, en principio, se trasladar¨¢ el ministro de Asuntos Exteriores, Hans Dietrich Genscher, a Estados Unidos para iniciar el di¨¢logo europeo con la nueva Administraci¨®n. A Genscher seguir¨¢n, el mismo mes, los ministros de Defensa y Econom¨ªa, Hans Apel y Otto Lambsdorf, y a primeros de abril, el propio canciller Schmidt.
Dudas de Bonn
Entre tanto, Bonn desea conocer en detalle la posici¨®n concreta de la Casa Blanca en relaci¨®n con cuatro bloques de problemas: relaciones Este-Oeste, OTAN, pol¨ªtica Norte-Sur y Oriente Pr¨®ximo.
Las cuestiones pendientes m¨¢s fundamentales son estas: ?qu¨¦ l¨ªnea adoptar¨¢ Washington en su pol¨ªtica de control del rearme? Bonn conf¨ªa en que una vez que la Casa Blanca clarifique su postura se reanuden las negociaciones con la Uni¨®n Sovi¨¦tica y vuelva a primer plano el proceso SALT. ?Apremiar¨¢ Reagan a sus aliados europeos para que incrementen sus efectivos militares o se conformar¨¢ con una consolidaci¨®n del potencial armado de Estados Unidos? En Bonn se piensa, seg¨²n el citado diario, que ser¨ªa oportuno un estudio sobre el empleo racional de los medios convencionales ya existentes.
Por otra parte, la RFA se muestra inquieta por la discusi¨®n entre el Departamento de Estado norteamericano y la Casa Blanca sobre el recorte de la ayuda exterior y la pretensi¨®n de reconvertir la pol¨ªtica de desarrollo multinacional en un entramado de acuerdos bilaterales. Bonn ve peligrar el concepto de la pol¨ªtica conjunta Norte-Sur que los socialdem¨®cratas alemanes han tratado de convertir en pol¨ªtica com¨²n de todo el Occidente.
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