El escultor Jos¨¦ de Creeft, recuperado para Madrid
Exposici¨®n sobre la obra y aventura humana del artista espa?ol afincado en Estados Unidos
Ayer se inaugur¨®, en la sala de exposiciones de La Caixa de Madrid, una muestra representativa de la obra del escultor Jos¨¦ de Creeft, nacido en Espa?a en 1884 y exiliado, y residente desde 1936, en Estados Unidos. A trav¨¦s de 25 piezas escult¨®ricas y 250 documentales, dibujos y joyas, que se podr¨¢n contemplar hasta el pr¨®ximo d¨ªa 7 de marzo, se presenta una aproximaci¨®n a la aventura humana y art¨ªstica de uno de los escultores m¨¢s reconocidos en Estados Unidos y en otros pa¨ªses y que tan s¨®lo desde el a?o pasado se est¨¢ recuperando para Espa?a.
Esta muestra se present¨® en Barcelona el pasado mes de mayo. Respond¨ªa a la iniciativa de un programa dirigido a recuperar a los catalanes universales, vinculado en principio a un peri¨®dico y al programa de televisi¨®n regional. Fue posible entonces, como en esta ocasi¨®n, debido a la colaboraci¨®n de las direcciones generales de Relaciones Culturales, del Ministerio de Asuntos Exteriores, y de Bellas Artes, del Ministerio de Cultura, la obra social de La Caixa, la Fundaci¨®n Mir¨® y la Compa?¨ªa Transatl¨¢ntica.Jos¨¦ de Creeft naci¨® en Guadalajara en 1884, tres a?os despu¨¦s que Picasso. A los cuatro a?os se traslad¨® a Barcelona, de donde eran sus padres. Por circunstancias hist¨®ricas adversas -exilio, a causa de la guerra, en 1936-, arraig¨® en Estados Unidos, donde ha ense?ado y ense?a el proceso de talla directa a los j¨®venes escultores de Nueva York. A pesar de sus 96 a?os, Jos¨¦ de Creeft contin¨²a produciendo creaci¨®n art¨ªstica y dando clases, a pesar de que la silicosis no le permite esculpir.
A trav¨¦s de las veinticinco esculturas representativas de la producci¨®n del artista desde 1916 a 1979 y la serie de m¨¢s de trescientas fotograf¨ªas, se relatan las vivencias del escultor, que a los diecis¨¦is a?os como su contempor¨¢neo Pablo Picasso, tambi¨¦n formado en Barcelona, sali¨® de la Ciudad Condal para correr su aventura humana y creadora en el Madrid de la Restauraci¨®n, en el Par¨ªs del art nou veau de principios de siglo, en el Nueva York del crak del veintinueve o en la Mallorca de Adam Diehl y Anglada Camarasa. Concretamente en la bah¨ªa de Pollensa De Creeft ejecut¨® directamente en piedra m¨¢s de doscientas piezas de escultura.
?Jos¨¦ de Creeft?, ha manifestado a EL PAIS el pintor Carles Fontsere, amigo personal del escultor y art¨ªfice del cat¨¢logo de la exposici¨®n, ?pertenece esencialmente a una generaci¨®n de artistas desmitificadores. A sus casi cien a?os tiene m¨¢s inter¨¦s por vivir, por alargar su vida (para lo que procura rodearse de muchachas j¨®venes) que por ense?ar a esculpir a otros. Aun as¨ª, tiene fuerzas para dar una clase, a la semana, de dos horas, y, adem¨¢s, de pie. El m¨¦dico le ha prohibido todo contacto con la piedra porque tiene silicosis, la enfermedad del minero, pero todav¨ªa puede seguir pintando y dibujando?. ?Jos¨¦ de Creeft es muy espa?ol, aunque por su obra all¨ª s¨®lo se le conozca como americano. En su vida privada sigue hablando, cantando y cocinando en espa?ol?.
La obra creativa de Jos¨¦ de Creeft ha sido calificada por los cr¨ªticos como una labor de s¨ªntesis fundamentalmente universal. El propio autor ha interpretado la escultura, aunque ha dicho que s¨®lo se expresa plenamente en su obra, que en vez de palabras utiliza formas, ?como una creaci¨®n de vaciado de piedra haciendo salir las formas que he visto ocultas en el material?. ?Esculpir?, ha dicho ?consiste en eliminar el exceso de materia que cubre las formas?.
Un per¨ªodo excitante
?Estamos ahora?, comentaba recientemente De Creeft, ?en uno de los per¨ªodos m¨¢s excitantes de la larga historia del arte. Desde 1900 hemos experimentado cambios y sembrado planteles como nunca antes se hab¨ªa hecho. La escultura, por ejemplo, se ha librado de la esclavitud del novecientos, del comp¨¢s, de la m¨¢quina de tomar puntos, de la copia envarada del modelo, de la fotograf¨ªa. Ha tirado los velos y las cadenas?.?Por el contrario ?, a?ade Jos¨¦ de Creeft, ?nuevas libertades basadas en conceptos s¨®lidos han revivido lo que parec¨ªa un arte moribundo. Creo que en el futuro la piedra y el metal ser¨¢n los principales veh¨ªculos de la expresi¨®n cultural?.
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