Washington reitera la necesidad de fabricar la bomba de neutrones

Caspar Weinberger, secretario norteamericano de Defensa, insisti¨® ayer en la necesidad de fabricar la ?bomba de neutrones?, como respuesta eficaz a la ?superioridad en carros de combate? que tiene la Uni¨®n Sovi¨¦tica en Europa frente al potencial de fuerzas de la OTAN.En una entrevista, concedida al diario Washington Post, Weinberger record¨® que ?habr¨¢ consultas previas con los europeos? antes de decidir el eventual despliegue de ?bombas de neutrones? en territorio europeo, decisi¨®n que EE UU no piensa imponer a sus aliados de la OTAN.

La pol¨¦mica ?bomba de neutrones?, cuya radiaci¨®n es capaz de destruir todo ser viviente, dejando pr¨¢cticamente intacto el resto, fue un proyecto arrinconado por el presidente Jimmy Carter, en 1978, ante las protestas de la opini¨®n p¨²blica y las reservas pol¨ªticas en los pa¨ªses europeos miembros de la OTAN.

La Administraci¨®n Reagan, en su programa de modernizaci¨®n del arsenal norteamericano, incluye, de nuevo, el proyecto de la ?bomba de neutrones?, cuyo anuncio oficial realizado hace una semana en Washington origin¨®, otra vez, inquietud en la mayor¨ªa de las capitales europeas.

?La superioridad sovi¨¦tica en carros de combate? ser¨ªa pr¨¢cticamente neutralizada si los pa¨ªses europeos pudiesen replicar con la bomba de neutrones? a un posible ataque de fuerzas del Pacto de Varsovia en Europa central, seg¨²n las tesis de Caspar Weinberger.

Mientras EE UU tantea, otra vez la opini¨®n de los aliados en el cap¨ªtulo de los neutrones, en Washington se multiplican las informaciones de fuentes militares sobre el desequilibrio b¨¦lico entre la URSS y EE UU, a favor de la primera. La ¨²ltima es la instalaci¨®n de nuevos misiles sovi¨¦ticos SS-20, que se a?aden a los cincuenta ya existentes.

En total 110 misiles, con tres cabezas nucleares cada uno, apuntar¨ªan actualmente sobre objetivos estrat¨¦gicos situados en pa¨ªses de Europa occidental, seg¨²n informaciones de medios militares norteamericanos.

Se insiste, sin embargo, en Washington en la posibilidad de reanudar las negociaciones para limitar la proliferaci¨®n de armas estrat¨¦gicas -despu¨¦s de la defunci¨®n del tratado SALT II-, previo reequilibrio del potencial defensivo norteamericano, actualmente inferior al de la URSS. Prueba de la prioridad que reciben hoy los asuntos militares en EE UU es que el presupuesto de defensa es el ¨²nico que se salva de los recortes financieros que la pol¨ªtica de la Administraci¨®n Reagan impone.

Todo lo contrario, la defensa en EE UU (que representa el 25% del presupuesto p¨²blico) ver¨¢ aumentada su dotaci¨®n en 7.000 millones de d¨®lares para un presupuesto total de 178.000 millones para el actual a?o fiscal 1981 que termina en octubre. Para 1982 la Administraci¨®n republicana propone un incremento de 25.000 millones de d¨®lares sobre el a?o anterior.