El presidente filipino busca una nueva imagen para su r¨¦gimen de "autoritarismo constitucional"
La pintura estaba a¨²n fresca en los edificios reci¨¦n construidos o adecentados de un peque?o sector del barrio de Tondo cuando el papa Juan Pablo II visit¨® ayer, en un ?encuentro del Santo Padre con los pobres?, este suburbio de Manila, que es la mayor concentraci¨®n de chabolas del sureste asi¨¢tico, donde centenares de miles de filipinos viven en la indigencia.
Similares fines cosm¨¦ticos tuvo la decisi¨®n tomada el pasado 17 de enero por el presidente Ferdinand Marcos de levantar la ley marcial que ¨¦l mismo impuso ocho a?os atr¨¢s. Decisi¨®n anunciada s¨®lo tres d¨ªas antes de que Ronald Reagan tomara posesi¨®n de la Casa Blanca y a un mes vista de la visita papal al archipi¨¦lago que Marcos gobierna en solitario, con un sistema que ¨¦l define como ?autoritarismo constitucional? desde 1965.La oposici¨®n democr¨¢tica filipina ha denunciado este inesperado levantamiento de la ley marcial como una maniobra del presidente Marcos, que pretender¨ªa as¨ª gobernar otros seis a?os con un Parlamento domesticado y asegurar despu¨¦s la sucesi¨®n de su r¨¦gimen. Las enmiendas constitucionales de 1976 dan al presidente y primer ministro poderes para gobernar c¨®modamente por decreto, y la devoluci¨®n de los derechos civiles a los ciudadanos, incluido el habeas corpus; tiene las suficientes salvedades para permitir al poder la negaci¨®n de esos derechos a sus oponentes pol¨ªticos m¨¢s peligrosos.
Al levantar el estado de excepci¨®n, que el propio Marcos admiti¨® que podr¨ªa estar en vigor hasta 1984, el presidente filipino ha hecho un claro gesto a la Administraci¨®n Reagan, muy parecido al del general Chun, de Corea del Sur, cuando conmut¨® el mes pasado la pena de muerte dictada contra el l¨ªder de la oposici¨®n, Kim Dae Jung.
Pese a las referencias a los derechos humanos contenidas en la homil¨ªa de Juan Pablo II, la visita del Papa al pa¨ªs m¨¢s cristiano de Asia supone tambi¨¦n un importante cr¨¦dito pol¨ªtico para Marcos.
Con un 86% de cat¨®licos, la Iglesia es una instituci¨®n fundamental en Filipinas. Los roces entre el r¨¦gimen y el cardenal Sin, arzobispo de Manila, y su idea de la ?colaboraci¨®n cr¨ªtica? con el poder han supuesto una molestia evidente para Marcos, pero peor a¨²n es la oposici¨®n clara hacia la que ha evolucionado una parte del clero filipino. La presencia del jefe espiritual de la Iglesia cat¨®lica y sus llamamientos a resistir ?toda tentaci¨®n de ideolog¨ªas violentas o materialistas? podr¨ªan suavizar en cierta medida esta actitud cr¨ªtica de la ?Iglesia de los pobres? en un pa¨ªs donde, seg¨²n datos de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, m¨¢s de las tres cuartas partes de la poblaci¨®n sufre de malnutrici¨®n.
Guerrilleros musulmanes
Unos d¨ªas antes de que el avi¨®n papal aterrizara en Manila, un batall¨®n del Ej¨¦rcito filipino era aniquilado por guerrilleros musulmanes en la isla de Pata, en el archipi¨¦lago de Sulu. El ministro de Defensa e hipot¨¦tico sucesor de Marcos, Juan Ponce Enrile, reconoci¨® el martes que 124 soldados pertenecientes al 31? batall¨®n de la 1? divisi¨®n de Infanter¨ªa murieron en esta matanza, la m¨¢s grave derrota sufrida por el Ej¨¦rcito en casi una d¨¦cada de lucha contra el Frente Moro de Liberaci¨®n Nacional (FMLN), un grupo armado que busca la secesi¨®n de trece provincias con mayor¨ªa de poblaci¨®n musulmana.
El FMLN, que desde su exilio en Libia dirige Nur Misuari, ha obtenido importantes ayudas econ¨®micas y pol¨ªticas de los pa¨ªses musulmanes, si bien en la reciente cumbre isl¨¢mica de Arabia Saud¨ª se matiz¨® este respaldo con una declaraci¨®n de respeto a la integridad territorial de los pa¨ªses con minor¨ªas musulmanas. El Papa tiene prevista en su programa una visita a la isla de Mindanao, uno de los lugares de actividad guerrillera isl¨¢mica que, seg¨²n algunas informaciones, tiene 10.000 hombres en armas, y seg¨²n otras, cerca de 30.000.
La otra amenaza armada para el r¨¦gimen de Ferdinand Marcos es el New People's Army (NPA), un grupo marxista que act¨²a en Luz¨®n y en Samar principalmente y que es el brazo armado del Partido Comunista filipino (mao¨ªsta). La fuerza del NPA es mucho menor y sus efectivos se estiman entre 2.000 y 3.000 hombres.
Mientras la oposici¨®n democr¨¢tica, que encabezan el senador Benigno Aquino, refugiado en Estados Unidos, y el ex presidente Diosdado Macapagal, se ha limitado a una actitud de denuncia y boicoteo del r¨¦gimen, algunos grupos violentos, como el llamado Encienda un fuego, han aparecido recientemente y efectuado una serie de atentados generalmente incruentos, que hicieron pensar en la prolongaci¨®n indefinida de la ley marcial.
El ex presidente Macapagal declar¨® a EL PA?S el verano pasado que las acusaciones de Marcos sobre supuestos compl¨®s contra su r¨¦gimen eran argucias para amedrentar a la gente y que la permanencia de aqu¨¦l en el poder supondr¨ªa, en ¨²ltima instancia, un estorbo para los norteamericanos, preocupados por la amenaza comunista, porque ?el pueblo no le quiere? y hace falta tener el apoyo del pueblo, porque si no, ?pasa lo que en Vietnam ?.
Ferdinand Marcos, 63 a?os, un h¨¦roe de la resistencia contra los japoneses, que gan¨® veintiocho medallas al valor, parece decidido a dar una nueva batalla para prolongar su ?autoritarismo constitucional? y, seg¨²n algunos, para asegurar despu¨¦s que la sucesi¨®n recaer¨¢ en su esposa Imelda, por lo que ha iniciado su operaci¨®n de cosm¨¦tica con el levantamiento de la ley marcial.
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