El arzobispo D¨ªaz Merch¨¢n, nuevo presidente de la Conferencia Episcopal
?Mi elecci¨®n ha estado envuelta en la preocupaci¨®n por los acontecimientos pol¨ªticos del pa¨ªs?, afirmaba Gabino D¨ªaz Merch¨¢n, el nuevo presidente de la Conferencia Episcopal, en su presentaci¨®n a la Prensa. La elecci¨®n del presidente de la Conferencia Episcopal, que deb¨ªa seguir por unas horas a la del presidente del Gobierno, ha acabado precedi¨¦ndola por obra y gracia del fallido golpe de Estado.
Sali¨® a la tercera votaci¨®n y por tres votos de diferencia sobre el candidato del ala m¨¢s conservadora, El¨ªas Yanes. Se ha elegido al candidato con el que el sector progresista de los obispos ni siquiera so?aba hace un par de meses. Alberto Iniesta no ocultaba su satisfacci¨®n, tampoco el cardenal Taranc¨®n, ?y eso que trato de disimularlo ?.El nuevo presidente sabe que no es f¨¢cil suceder a Taranc¨®n. Y algo ha tenido que ver el anterior presidente en esta sucesi¨®n. Su discurso inaugural de la XXXIV Conferencia Episcopal, que nada ten¨ªa de un parlamento de cierre y despedida, sino que era un discurso program¨¢tico, conten¨ªa todas las caracter¨ªsticas de un acto preelectoral. Taranc¨®n defendi¨® a capa y espada la necesidad de la continuidad. ?No creo que haya motivo razonable para pensar en una nueva era, en el sentido de un cambio de rumbo o de direcci¨®n?, dec¨ªa. Tampoco admit¨ªa que haya habido involuci¨®n en las ¨²ltimas actuaciones de la Conferencia Episcopal.
Lo que s¨ª reconoc¨ªa Taranc¨®n era el ajuste de programa a las exigencias de la d¨¦cada del ochenta., partiendo de una realidad que tiene sus luces y sus sombras. Tenebrosa es nuestra situaci¨®n actual, a?ad¨ªa, por la crisis de identidad que afecta a cl¨¦rigos y cristianos de a pie; la p¨¦rdida del sentido de pecado y la desconfianza a enrolarse en organizaciones dependientes de la jerarqu¨ªa y el poco respeto al magisterio. La realidad espa?ola padece de terrorismo, de: paro que hace aparecer el fantasma del hambre; la familia est¨¢ amenazada y se ponen trabas a la ense?anza privada, ?haciendo peligrar la aut¨¦ntica libertad de ense?anza?.
Junto a estas sombras tambi¨¦n brillan las luces: la Iglesia se ha acercado a los m¨¢s d¨¦biles y pobres y ha volcado todo su peso del lado de la reconciliaci¨®n nacional. Pasado el tiempo del protagonismo originado por la transici¨®n pol¨ªtica se impone una vuelta hacia los problemas pastorales.
Hay, pues, que afinar, venia a decir Taranc¨®n, a la hora de elegir presidente, teniendo en cuenta, por un lado, las grandes l¨ªneas de ?reconciliaci¨®n nacional? marcadas por la Conferencia y, por otro, poniendo en adelante el acento en la acci¨®n pastoral. El programa ven¨ªa como anillo al dedo al arzobispo de Oviedo, un hombre del que nadie discute su carisma pastoral, que ha sabido mantener un di¨¢logo franco con los grupos m¨¢s cr¨ªticos de cristianos.
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