La Administraci¨®n Reagan, volcada hacia la recuperaci¨®n del liderazgo norteamericano en Europa
Concluida en Washington la visita del ministro franc¨¦s de Asuntos Exteriores, Jean Fran?ois Poncet, se inicia hoy la de la primera ministra del Reino Unido, Margaret Thatcher, y se prepara la del ministro de Asuntos Exteriores de la RFA, Hans Dietrich Genscher.
El desfile de pol¨ªticos europeos por la Casa Blanca conf¨ªrma poco a poco la coincidencia de puntos de vista con el equipo del presidente Ronald Reagan, volcado a recuperar el liderazgo occidental tras las vacilaciones del presidente Jimmy Carter.Excepto en el problema de Oriente Pr¨®ximo, donde las posiciones europeas difieren sensiblemente de las nortearriericar¨ªas, as¨ª como la pol¨¦mica en torno a la bomba de neutrones, puede hablarse de casi perfecta identidad de puntos de vista en el deseo de Washington de marcar una nueva estrategia en relaci¨®n con Mosc¨². S¨®lo hay diferencias de aprec¨ªac¨ªones en el calendario para reanudar las negociaciones con el Kremlin, lo que nadie pone en duda tras la iniciativa del presidente Leonidas Breznev.
Washington no quiere prec¨ªpitarse en reanudar el di¨¢logo con Mosc¨², sin previa redefinIci¨®n de su pol¨ªtical global y la modernizaci¨®n de su equipo militar, considerado aqu¨ª como netamente inferior al sovi¨¦tico. El presidente Reagan insiste en la necesidad de restaurar el margen deseguridad defensiva, antes de establecer contactos a alto nivel con los sovi¨¦ticos.
Alexander Haig, secretario de Estado, explica la necesidad de corregir el desequilibrio provocado por el despliegue de rnisiles sovi¨¦ticos SS-20, que apuntan hacia objetivos en Europa occidental.
Caspar Weinberger, secretario de Defensa, considera que ser¨¢n necesarios ?unos seis meses? antes de pasar otra vez a la niesa de neeociaciones con los sov:i¨¦ticos para tratar los complejos asuntos de la limitaci¨®n de armas nucleares.
Toda esta Filosof¨ªa de ?sin prisas, pero sin pausas? -a la hora de reaccionar a la oferta de Breznev para una cumbre EE UU-URSS- ha sido expuesta por los dirigentes norteamericanos al ministro franc¨¦s de Asuntos Exteriores, Jean Frangois Poncet, y ha encontrado ?muy buena acogida? seg¨²n fuentes norteamericanas. Poncet declar¨® ayer que ?el di¨¢logo con la URSS es una necesidad, pero no a cualquier precio?.
Par¨ªs, junto con Bonn, cuyo ministro de Asuntos Exteriores, Genscher, visitar¨¢ pr¨®ximamente la Casa Blanca, desear¨ªa mayor celeridad en la reanudaci¨®n del di¨¢logo Este/Oeste, actualmente entorpecido por las acerbas cr¨ªticas de la Administraci¨®n Reagan contra Mosc¨². Seg¨²n Poncet, tampoco estar¨ªa dispuesto a aceptar m¨¢s valtas entre las dos superpotencias.
Thatcher
La voz franco-germana que intenta recordar en Washington la existencia de unos intereses europeos en los temas internacionales ser¨¢ ponderada por la presencia de Margaret Thatcher, cuando esta ma?ana se inicien con toda la pompa las entrevistas entre la primera ministra brit¨¢nica y el presidente Reagan.La dama de hierro fue siempre el ejemplo expuesto por el presidente Ronald Reagan durante su campa?a electoral, por la firmeza de sus posiciones en pol¨ªtica exterior y por el programa socioecon¨®mico del que partieron las teor¨ªas que hoy intenta aplicar el presidente norteamericano.
Sin embargo, en materia de relaciones EE UU -Europa, incluido el Reino Unido, existe un serio escollo que puede crear tensiones entre Washington y las capitales europeas. Se trata de las diferencias de puntos de vista a prop¨®sito de las soluciones de paz en Oriente Pr¨®ximo. Mientras la Administraci¨®n Reagan relega a un segundo plano la continuidad del proceso de paz egipcio- israel¨ª, iniciado con los acuerdos de Camp David bajo la Administraci¨®n Carter, los Gobiernos europeos opinan que es necesario acentuar los esfuerzos y buscar soluciones al conflicto, incluido el cap¨ªtulo palestino.
Londres ha sido siempre uno de los portavoces en pro de soluciones m¨¢s cerca de las ideas ¨¢rabes que israel¨ªes en el espinoso punto palestino. Lord Carrington, ministro brit¨¢nico de Asuntos Exteriores, nunca ocult¨® su prop¨®sito de resolver con ?urgencia? el conflicto ¨¢rabe-israel¨ª.
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