Prudencia castigada

El Comit¨¦ de Competici¨®n de la Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol, cuya actuaci¨®n, hasta la fecha, ha sido encomiable, en la sesi¨®n sancionadora de la presente semana ha cometido un sensible desliz. Ha aplicado con puritanismo el reglamento en los hechos de Pamplona y ha suspendido por un mes al delegado de Osasuna, el ex ¨¢rbitro internacional Daniel Zariquiegui.Fue una monstruosidad que se sancionara hace a?os a Guruceta bajo el pretexi 'o de provocaci¨®n de una alteraci¨®n de orden p¨²blico, como lo fue tambi¨¦n la pretendida multa de un alcalde de Vigo a Urrestarazu por apreciaci¨®n subjetiva similar, pero suena tambi¨¦n a exagerado que se sancione a Zariquiegui, que hizo lo posible por evitar un esc¨¢ndalo en El Sadar.

Guruceta acept¨®, para evitar problemas, a seis se?ores dentro del terreno de juego hasta que ¨¦stos comenzaron a crearlos. Quienes estaban sin derecho dentro del terreno de juego fueron los causantes de una situaci¨®n tensa, pero tanto Zariquiegui como Guruceta obraron con prudencia al aceptar llegar al final sin adoptar una postura inflexible.

El reglamento fue vulnerado, pero en ocasiones como la presente hay que tener la suficiente manga ancha para comprender los hechos. Todos los argumentos a utilizar para similar caso y en cualquier lugar no sirven para este, que indudablemente es muy singular. La autoridad del delegado lleg¨® hasta donde pudo, y no cabe exigirle responsabilidades. Un acto de prudencia no debe ser castigado.