Todos contra uno

La reuni¨®n de presidentes de Primera Divisi¨®n, para tratar las actitudes de su colega Alfonso Cabeza, es una tormenta en un vaso de agua. Los presidentes de Primera son un grupo de presi¨®n, una organizaci¨®n paralela a la federativa, pero no tienen jur¨ªdicamente capacidad alguna para sancionar al presidente del Atl¨¦tico.Algunos presidentes de Primera est¨¢n molestos con Cabeza y no les falta raz¨®n, porque, de alg¨²n modo, le han tenido que sufrir. Pero no todos cuantos conforman la trilateral futbol¨ªstica est¨¢n a disposici¨®n de ofrecer un curr¨ªculo sin tacha. Algunos presidentes tienen en su historial acciones tanto o m¨¢s reprobables que las protagonizadas por el dirigente rojiblanco.

De cualquiera manera, el mundo del f¨²tbol est¨¢ excesivamente convulsionado. Hay demasiadas peleas absurdas. El Atl¨¦tico se ha convertido en una especie de enemigo p¨²blico n¨²mero uno y tampoco hay raz¨®n para ello. Hay que distinguir siempre entre la entidad y quienes circunstancialmente la dirigen. Por otra parte, es natural que algunos presidentes est¨¦n molestos porque su pretendida seriedad no les ha ayudado a derrotar al equipo del circense Cabeza.

Los presidentes tienen problemas m¨¢s urgentes que estudiar que el de su colegia. La asociaci¨®n de clubes por ejemplo, una; la rentabilidad de sus entidades, otra. Con su reuni¨®n, lo ¨²nico que consiguen es darle m¨¢s importancia y protagonismo al hombre que, solidariamente, quieren poner en la picota.