Claudio Arrau, el ¨²ltimo "viejo le¨®n" del piano

El pasado d¨ªa 6 de febrero cumpli¨® Claudio Arrau 77 a?os. Sin embargo, su ¨¢nima y su fortaleza f¨ªsica respiran juventud, esa extra?a juventud de los viejitos, que sostiene el frescor sobre una inmensa carga de experiencias y emociones. El teatro Real fue una fiesta -por parafrasear a Hemingway por millon¨¦sima vez- ante el espect¨¢culo de este formidable nieto de Liszt (a trav¨¦s de Mart¨ªn Krause), que desarroll¨® un programa extenso, fuerte y sin concesiones: la Sonata opus 27, n? 1, de Beethoven; los Estudios sinf¨®nicos, de Liszt; Estampas, de Debussy; Fantas¨ªa en fa menor, de Chopin, y Apr¨¦s une lecture du Dante, de Listz.

Esta hermosa s¨ªntesis del romanticismo, con la extensi¨®n del impresionismo debussyano, que hasta los temas populares franceses los asume con cierto esp¨ªritu exotista, en relativa actitud de ?hu¨¦sped dentro de casa?, encontr¨® en Arrau las concepciones hondas, el ?toque? vario y colorista, expresivo en su mismo sonar, la ?narraci¨®n? elocuent¨ªsima en el m¨¢s noble sentido del t¨¦rmino, el gran juego de pedales, la calidad de unos fort¨ªsimos blandos y penetrantes, la acentuaci¨®n, pronunciaci¨®n y respiraci¨®n propia de quien bien habla el lenguaje.

Luego ese incre¨ªble espect¨¢culo del artista que no se rinde, ni tiene por qu¨¦, en su postura enemiga de vanidosos virtuosismos. ?Me parece esencial?, dec¨ªa Arrau en cierta ocasi¨®n, ?que los artistas j¨®venes luchen desde el comienzo contra la vanidad que imposibilita todo desarrollo y provoca el naufragio de tantos maravillosos artistas?.

Esos j¨®venes, hoy ya maestros, han tenido uno de los grandes modelos en Claudio Arrau, que todav¨ªa erige en lecciones sus conciertos. ?Bravo, bravo, maestro! Esperamos, dentro de unos d¨ªas, su Concierto emperador, con la Orquesta Nacional, para reanudar la comunicaci¨®n con uno. de los verdaderamente grandes de la m¨²sica.

?xito de Blancafort en Mil¨¢n

Alberto Blancafort obtuvo un notable ¨¦xito de p¨²blico y cr¨ªtica en su concierto con la orquesta de I Pomeriggi Musicale, de Mil¨¢n, en la sala Verdi. Con la Geograf¨ªa sonora, de Telemann, y la sinfon¨ªa El milagro, de Haydn, el maestro barcelon¨¦s interpret¨® el capricho y la serenata para piano y orquesta, de Mendelssohn, con Marcello Abbado como solista. I Pomeriggi es un ente de gran prestigio en la vida musical milanesa, alcanzado a lo largo de casi cuarenta a?os de existencia.