La amenaza b¨¦tica, otra vez en Madrid
La ?movida? derrota del Real Madrid, el pasado domingo, en San Sebasti¨¢n, justa, pero llena de lamentables incidentes, dej¨® una ¨²nica cosa clara: que el equipo blanco dio su adi¨®s a las ¨²ltimas esperanzas -si es que a¨²n le quedaba alguna- de aspirar al titulo. Ahora deber¨¢ luchar lo suyo para poder entrar, por lo que pueda ocurrir, en una de las plazas que dan derecho a jugar la Copa de la UEFA. El jueves parece normal que elimine al Spartak en Copa de Europa, pero su futuro, como en la de la Copa de Espa?a, seg¨²n su discreta temporada, es como agua en un cesto. Y hoy, precisamente, el Betis -sin Diarte-, que gan¨® por 04 de forma rotunda al l¨ªder hace un mes, le visita.
El Madrid no ha adelantado el partido de liga con el Betis, pues jugar¨¢ el jueves, d¨ªa de San Jos¨¦, el encuentro de vuelta de los cuartos de final de la Copa de Europa frente al Spartak de Mosc¨². El empate a cero logrado en Tbilissi le permite esperar confiado, aunque no le vendr¨ªa mal temer m¨¢s la sorpresa. Hoy mismo, en cualquier caso, va a tener una buena prueba del da?o que fuera de su terreno puede hacer un equipo al contraataque. El entrenamiento, desde luego, no le podr¨¢ ser mejor al cuadro de Boskov. Tendr¨¢ enfrente al Betis de Carriega, que asombr¨® hace un mes en el Manzanares, exactamente el 8 de febrero, cuando goles de forma estrepitosa al l¨ªder y le ridiculiz¨® en la mejor exhibici¨®n de f¨²tbol que se ha visto en Madrid en bastante tiempo. El 0-4 no pudo ser m¨¢s expresivo.Vuelve Stielike
La vuelta al equipo blanco hoy de Stielike, tambi¨¦n ausente en Atocha la pasada semana por sanci¨®n, ser¨¢ providencial para paliar una avalancha que podr¨ªa ser a¨²n m¨¢s peligrosa. Al parecer, el entrenador blanco ?no tendr¨¢ el miedo habitual ? de los partidos comprometidos y alinear¨¢ a Gallego de defensa libre. El alem¨¢n, entonces, sancionado esta vez Angel, por las cuatro tarjetas de rigor, integrar¨¢ el centro del campo con Garc¨ªa Hern¨¢ndez y Del Bosque, a pesar de algunas molestias de ¨¦ste en un tobillo. Boskov sabe que el contraataque b¨¦tico se basa, fundamentalmente, en la fuerza de su centro de campo, integrado ahora por L¨®pez, Ortega, el novel Parra y Carde?osa, y no puede permitirse el lujo de ?sacar de la zona? la fuerza de Stielike. El resto del equipo blanco no variar¨¢, siempre salvo cambios imprevistos de ¨²ltima hora, que los entrenadores, demasiadas veces sin raz¨®n, se sacan de la manga para enga?ar no se sabe bien a qui¨¦n, aunque en especial al p¨²blico, que dif¨ªcilmente puede aclararse.
Las amonestaciones acumuladas han perjudicado tambi¨¦n esta vez al Betis, que no podr¨¢ contar con un hombre importante para su contraataque como es Diarte. Su sustituci¨®n es la que provoca las ¨²nicas dudas de Carriega -aunque tambi¨¦n la posible entrada de Biosca como defensa libre-, al jugar quiz¨¢ hasta ¨²ltima hora con Segundo o Tello, que ser¨ªan delanteros fijos con Mor¨¢n, la principal punta de lanza, o Ben¨ªtez, el ?viejo? capit¨¢n, un media punta, que engordar¨ªa a¨²n m¨¢s el ya nutrido centro de campo del equipo blanquiverde.
El Betis, que tras vencer en el Manzanares dio un paso de gigante y se coloc¨® como aspirante muy claro a uno de los puestos que dan opci¨®n a la Copa de la UEFA, lo confirm¨® al vencer en Alicante, 0-1, el domingo siguiente al H¨¦rcules. Sin embargo, lo empez¨® a estropear al no pasar -y milagrosamente- del empate en casa frente al Barcelona y, sobre todo, al perder sorprendentemente con el colista Salamanca, 2-0, en El Helm¨¢ntico, una semana despu¨¦s. Lugo gan¨® al fin, en casa, un partido sin problemas, por 2-0, al Zaragoza, y ahora tiene 31 puntos, los mismos que el Madrid, pero s¨®lo tres pos¨ªtivos por cinco del club blanco.
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