Rodr¨ªguez Sahag¨²n: "No podemos consentir la apolog¨ªa del terrorismo ni la incitaci¨®n permanente a la rebeld¨ªa"
Pregunta. Tras el intento de golpe de Estado, cada fuerza pol¨ªtica tom¨® gu posici¨®n sobre la soluci¨®n que deb¨ªa darse a la situaci¨®n, y UCD dijo que la salida preferible era la colaboraci¨®n entre las fuerzas pol¨ªticas, sin llegar a un Gobierno de coalici¨®n. ?Por qu¨¦ razones tom¨® esta posici¨®n?Respuesta. Esta es la posici¨®n para la que el candidato a la Presidencia del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, obtuvo la confianza en las C¨¢maras. Era la posici¨®n que ¨¦l y el partido hab¨ªan presentado en la investidura, y en la que recibi¨® la confianza. Sin reabrir el debate, que ya est¨¢ acabado, sobre esa cuest¨ª¨®n, como ¨¦l muy bien dijo en su momento, de acuerdo con el presidente del partido, es evidente que hay que consolidar el sistema democr¨¢tico, y parece sustancial que se mantenga la alternancia de poder, q¨²e es un elemento fundamental y decisivo de ese sistema.
Por otro lado, el propio Alfonso Guerra hab¨ªa dado en los primeros d¨ªas de febrero to da una serie de razones por las cuales un Gobierno de otras circunstancias ser¨ªa dif¨ªcil en su funcionamiento interno, teniendo en cuenta que los programas son totalmente diferentes y que el Gobierno tiene que abordar en su labor todos los temas. Cohesionar y armonizar esos programas y esos planteamientos iba a ser tremendamente complicado. Por otra parte, en pocos meses vamos a vivir varias elecciones parciales, entre ellas las del Parlamento gallego: podr¨ªa crearse un confusionismo en el electorado que no ser¨ªa positivo para unos ni para otros.
Tambi¨¦n, y sin entrar en otro tipo de razones, los partidos que se quedan fuera del Gobierno ver¨ªan facilitado su campo pol¨ªtico. Creo que es importante el planteamiento hecho por UCD de que lo fundamental en los momentos actuales es bajar un poco la tensi¨®n en la sociedad y robustecer el Estado facilitando un ejercicio n¨ªtido de la autoridad, con unos planteamientos que defiendan la estabilidad de este Estado, el sistema democr¨¢tico y el ordenamiento constitucional en todos los frentes. Y para ello entendemos que la mejor soluci¨®n es la planteada: que exista un di¨¢logo con las fuerzas pol¨ªticas y parlamentarias m¨¢s significativas, desarroll¨¢ndolo al mismo tiempo que los puntos del programa que UCD ten¨ªa comprometido.
P. Sin embargo, el l¨ªder de Alianza Popular, Manuel Fraga, dice que el problema es que UCD es el ¨²nico partido que no se entera de lo que pasa. ?C¨®mo rebatir¨ªa esta acusaci¨®n?
R. Bueno, Fraga u otros partidos pueden hacer afirmaciones que luego es preciso sustanciar. Mire usted: a m¨ª, la pr¨¢ctica de las de'gcalificaciones generales no me va, y me parece que se equivoca quien la utiliza, porque acaba volvi¨¦ndose contra ¨¦l. En todo caso, de los resultados electorales del pasado parece deducirse que quien no se entera no es UCD, sino otros, aunque el se?or Fraga piense lo contrario.
He dicho muchas veces que tengo la sensaci¨®n de que en Espa?a, adem¨¢s de las dificultades que pueda h¨¢ber, lo que existe es una crisis psicol¨®gica montada sobre esas dificultades, fruto quiz¨¢ de que despu¨¦s del per¨ªodo inicial del consenso, que dur¨® bastante tiempo, y que fue necesario y conveniente, se pas¨® a una situaci¨®n -en los ¨²ltimos meses sobre todo, a finales de 1980-, de la m¨¢xima confrontaci¨®n, en la cual se ha ido, en mi opini¨®n, m¨¢s all¨¢ de lo que es el juego Gobierno-oposici¨®n, y se hab¨ªa entrado en unos planteamientos, no tanto parlamentarios como extraparlamentarios, dedescalificaciones que a veces acaban con la imagen de las instituciones, porque a la opini¨®n p¨²blica le es d¨ªf¨ªcil distinguir entre los aspectos personales e institucionales.
Me parece que en este momento debi¨¦ramos, desde el di¨¢logo, conformar entre todos un juego pol¨ªtico que preserve siempre los planteamientos Gobierno-oposici¨®n, pero buscando, aparte de los puntos de coincidencia, una disrninuci¨®n de la tensi¨®n, y ello no s¨®lo por la circunstancia del momento que vivimos, sino tambi¨¦n porque era n ecesario en los ¨²ltimos meses, en los que se hab¨ªa producido un cierto distanciamiento de la opini¨®n p¨²blica respecto al juego pol¨ªtico.
Con sinceridad, pienso que, sin afectar al papel Gobierno-oposici¨®n, que tiene una funci¨®n fundamental en el sistema democr¨¢tico, es conveniente que la dial¨¦ctica no traspase ciertos l¨ªmites.
'Recuperar la ilusi¨®n de la democracia'
Yo creo que hay que recuperar la ilusi¨®n del pueblo espa?ol por la libertad, corno se puso de manifiesto en la multitudinaria manifestaci¨®n del 27 de febrero en toda Espa?a; y yo pondr¨ªa como ejemplo la de Madrid, que revela hasta qu¨¦ punto el pueblo espa?ol se siente identificado con la dernocracia.
Hay que ilusionar al pueblo espa?ol en la defensa, d¨ªa a d¨ªa, del sistema democr¨¢tico y la convivencia pac¨ªfica, distensionar un poco? la sociedad, y hacer que se rev¨¢lorice cada d¨ªa m¨¢s un planteamiento de respeto.
P. Aparte de esto, ?en qu¨¦ se concretar¨ªa la colaboraci¨®n entre las fuerzas pol¨ªticas?
R. Me parece un tema fundamental la colaboraci¨®n ciudadana en la erradicaci¨®n del terrorismo. Hay que poner de relieve que las acciones terroristas han perd¨ªdo cobertura popular. As¨ª, en el Pa¨ªs Vasco, al margen de la manifestaci¨®n del caso Arregui, el apoyo popular no es hoy el mismo. Las manifestaciones de los a?os 1977 y 1978, convocadas desde planteaniientos cercanos al apoyo a movimientos terroristas, eran de millares, mientras que en 1980 recog¨ªan si acaso a un par de centenares de personas.
En esta disminuci¨®n o eliminaci¨®n de la cobertura que busca el terrorismo, en toda Espa?a, es muy ¨²til el tratamiento que los pol¨ªticos den al tema: hay que evitar el lenguaje y los t¨¦rminos que los terroristas utilizan, y en los que podemos caer al hablar, como la expresi¨®n ?lucha arrnada?, por ejemplo. Tambi¨¦n me parece que hay que dar un paso m¨¢s, que puede llevar a acciones legislativas en relaci¨®n con los comandos de apoyo al terrorismo, y, finalmente, hay que movilizar a toda la sociedad para una colaboraci¨®n ciudadana activa.
En las sociedades donde se mueve el terrorismo parece que la gente se hace pasiva. Y es que los terroristas, aparte de atribuirse el macabro derecho de disponer de la vida de los dem¨¢s, han jugado a sacar partido de quienes pretenden apoyarse en esos actos, de uno u otro lado, y esto acaba envileciendo la sociedad. Por eso, la actitud de ¨¦sta es muy importante. Para ello puede ser muy ¨²til la colaborati¨®n entre las fuerzas pol¨ªticas.
Otro punto en que me parece fundamental el di¨¢logo es en la defensa del ordenamiento constitucional. No podemos permitir la apolog¨ªa del terrorismo ni los ataques a la Constituci¨®n desde una constante distorsi¨®n de los hechos, nl la incitaci¨®n permanente a la rebeld¨ªa. Aqu¨ª tenemos que actuar con urgencia, y en este sentido hay que valorar los acuerdos tomados en el ¨²ltimo Consejo de Ministros, que han sido objeto de los primeros contactos con las fuerzas pol¨ªticas.
No debemos permitir a nadie que el concepto de naci¨®n sea utilizado con ambig¨¹edad ni que nadie haga de su exclusividad el nombre o la bandera de Espa?a. Debemos hacer que el nombre de Espa?a y la bandera de Espa?a est¨¦n en todos los sitios. donde deben estar, y que los valores y s¨ªmbolos nacionales tengan,el debido respeto de todos.
Tambi¨¦n es necesario el di¨¢logo para la consolidaci¨®n final del modelo de Estado. Hay que hacer que salga un Estado fuerte, lo cual no quiere decir un Estado centralista, porque las comunidades aut¨®nomas son tambi¨¦n Estado. Se trata de que se ejercite la autoridad, de tener una Administraci¨®n capaz en todos los campos y poderes. El di¨¢logo ser¨¢ imporlante para las leyes de armonizaci¨®n que permitan establecer un buen funcionamiento de las instituciones regionales coherentes, para que evitemos tambi¨¦n un agobio en los calendarios electorales de los procesos auton¨®micos y, por fin, para consolidar y cerrar el modelo auton¨®mico espa?ol.
P. ?UCD descarta, pues, la reforma del t¨ªtulo VIII de la Constituci¨®n, que han pedido incluso dirigentes de la propia UCD?
R. El t¨ªtulo VIII necesita una labor de concreci¨®n a trav¨¦s del proceso a que me he referido antes. Estamos manteniendo un di¨¢logo que tiene que ser muy amplio, en el que se deben ir concretando los temas y las posiciones de todos para despu¨¦s abordar las soluciones.
'N¨ª terrorismo ni incitaci¨®n a la rebeld¨ªa'
Otro punto esencial es la superaci¨®n de la crisis econ¨®mica y la creaci¨®n de empleo. A partir del di¨¢logo entre el Gobierno y las fuerzas sociales que se ofreci¨® en la sesi¨®n de investidura, hay que afrontar una pol¨ªtica realista para al menos mantener el nivel de empleo y despu¨¦s ir disminuyendo el paro. Y en esto se pueden ir encontrando f¨®rmulas de acuerdo con las organizaciones sindicales y empresariales. En esta lineaes fundamental la atenci¨®n a las peque?as y medianas empresas, porque no podemos olvidar que m¨¢s del 90% de los empleos dependen de este sector. Unas medidas adecuadas para perfeccionar el r¨¦gimen en que se tiene que mover podr¨ªan ser muy adecuadas, lo mismo que revisar el sistema de financiaci¨®n de la Seguridad Social, que actual
Rodr¨ªguez Sahag¨²n : "No podemos consentir la apolog¨ªa al terrorismo ni la incitaci¨®n permanente a la rebeld¨ªa"
mente funciona, en cierto sentido, como un impuesto sobre la mano de obra, es decir, que dificulta el empleo.P. Todo esto necesita una forma concreta de llevarlo a la pr¨¢ctica. ?C¨®mo podr¨ªa hacerse? ?Mediante una especie de Gobierno en la sombra, un comit¨¦ de seguimiento, por llamarlo de alguna manera, unos pactos firmados?.
R. Creo que la mejor forma es ese di¨¢logo constante con las fuerzas pol¨ªticas y sociales. Las medidas tomadas por el Gobierno ya anuncian por d¨®nde puede ir este di¨¢logo. Es secundario el t¨¦rmino. Lo que se precisa es, desde la actitud que derive de ese di¨¢logo, devolver la confianza dentro de la sociedad, buscando un planteamiento que ayude a robustecer las instituciones, acreditar el Parlamento, el Ejecutivo, todos los ¨®rganos del Estado.
'Las Fuerzas Armadas cumplieron fielmente su misi¨®n'
P. Entre los llamados temas de Estado est¨¢ la situaci¨®n interna en las Fuerzas Armadas. ?Qu¨¦ actuaci¨®n deber¨ªa producirse para evitar que se repita una situaci¨®n como la del pasado 23 de febrero?
R. En primer lugar hay que distinguir lo que ha sido el comportamiento de unos determinados miembros de las Fuerzas Armadas y de seguridad del Estado. Lo que ha quedado claro es que, cuando estaba el Gobierno secuestrado, estas instituciones, como tales, cumplieron fielmente su misi¨®n de defensa del ordenamiento constitucional, una misi¨®n que entonces se hizo pr¨¢ctica y no s¨®lo te¨®rica.
Hay que partir, pues, de un reconocimiento a Ias Fuerzas Armadas en su comportamiento n¨ªtido y pr¨¢ctico. En esta l¨ªnea se encuentran los comunicados de las reuniones de nuestro Comit¨¦ Ejecutivo, que piden a las instituciones competentes una actuaci¨®n hasta el fondo. No se debe cr¨¦ar un ambiente de caza de brujas ni generalizar, pero s¨ª lograr que las responsabilidades de los que hayan intervenido queden perfectamente delimitadas y tengan la respuesta que en justicia les corresponde.
Tambi¨¦n las participaciones civiles que haya podido haber deben ser investigadas en profundidad, incluyendo a aquellos que hayan podido apoyar este tipo de planteamientos. Entiendo que una sanci¨®n ejemplar a cuantos han estado implicados, y tina fe clara en el comportamiento de la justicia, en sus actuaciones, es tremendamente acertada y pos¨ªt¨ªva; pero al mismo tiempo es l¨®gico que la opini¨®n p¨²blica quiera ver que se act¨²a con gran firmeza en estos temas. De alguna manera, las fuerzas pol¨ªticas vamos a pedir esa firmeza y que se lleve la clarificaci¨®n hasta sus ¨²ltimas consecuencias.
'Las tensiones est¨¢n superadas en UCD'
P. Una vez trazada la posible actuaci¨®n, habr¨ªa que abordar la situaci¨®n interna en UCD en estos momentos para poner en pr¨¢ctica este programa,
R. UCD, como partido que est¨¢ en el Gobierno, ha vivido en los ¨²ltimos meses una situaci¨®n especial que lleva quiz¨¢ a que desde fuera se pueda llegar a confundir la situaci¨®n del partido con el estado de cosas espec¨ªfico de las v¨ªsperas de un congreso.
El nuestro es un partido pluralista, con una riqueza de tendencias que le hace especialmente atractivo, porque ese pluralismo le permite recoger un espectro del electorado tremendamente amplio.
Pero no hay que confundir esa situaci¨®n del precongreso ni del congreso, que de alguna manera ha sido tambi¨¦n agudizada por la coincidencia en el tiempo pol¨ªtico de algunos proyectos en los que podr¨ªa considerarse que hay m¨¢s diferencias entre las distintas posiciones de los miembros de UCD; no puede confundirse, digo, ese tiempo de precongreso, que es un tiempo electoral, con la salida del congreso, y, sobre todo, con el futuro de los pr¨®ximos meses. Yo creo firmemente en el sentido de responsabilidad de todos los miembros de UCD, en su honestidad, y estoy seguro de que defienden, con esa honestidad y con pasi¨®n a veces, sus posiciones concretas en algunos de los proyectos que est¨¢n discuti¨¦ndose en fase de elaboraci¨®n.
UCD tiene muy claro que, adem¨¢s de fomentar la cohesi¨®n interna, dentro de la riqueza que ese pluralismo entra?a, va a superar la fase de salida del congreso, y que en este momento, sin menoscabar el debate interno, se van a superar los planteamientos que pudiera haber de aparentes diferencias. Est¨¢ claro que no hay sectores divididos ni opuestos en UCD como tales sectores, sino posiciones en temas puntuales, que son v¨¢lidas y buenas, porque ayudan a la riqueza del debate, en la medida en que despu¨¦s culminan en una aceptaci¨®n disciplinada de aquellos ¨®rganos que tienen la competencia para resolver. Y lo que UCD va a hacer es un planteamiento claro de apoyo al Gobiemo.
En este sentido, hay que ver un poco las reuniones que los distintos ¨®rganos de UCD est¨¢n teniendo en este momento. UCD est¨¢ sometida a un proceso profund.o de renovaci¨®n, tanto en sus estructuras organizativas como en su funcionamiento interno, En los comit¨¦s ejecutivos que ha habido se han dado unos niveles de debite pol¨ªtico y puntual en temas concretos muy importantes y en profundidad, que, han dejado muy satisfechos a los asistentes. El viernes tuvimos una reuni¨®n para presentar a todos los secretarios ejecutivos, con todos los presidentes y secretarios provinciales, y se aprovech¨® tambi¨¦n para informar, porque cualquier oportun¨ªdad es buena para fomentar este proceso de comunicaci¨®n, ya que ¨¦ste es otro de los objetivos de UCD: mejorar sustacialmente los niveles de comunicaci¨®n interna y externa del partido, de manera que penetremos la sociedad.
En esta reuni¨®n del viernes, digo, gente de la que pod¨ªa considerarse que hab¨ªa estado en planteamientos m¨¢s esc¨¦pticos respecto al funcionamiento del partido, hizo puntualmente grandes elogios de la forma en que se est¨¢ actuando.
P. En este proceso de renovaci¨®n del partido hay un hecho radicalmente nuevo, que es la separaci¨®n entre la presidencia del partido y la presidencia del Gobierno. ?Qu¨¦ efectos va a tener esta separaci¨®n para UCD?
R. Creo que tremendamente positivos. Por un lado, porque permite una dedicaci¨®n exclusiva a los temas del partido por parte del presidente de ¨¦ste, y a los del Gobierno por parte del jefe del Ejecutivo. Por otro lado, la colaboraci¨®n entre ambos est¨¢ siendo absoluta. Nos vemos con frecuencia, hablamos en profundidad de los temas y nos encontramos totalmente sintonizados.
Existiendo ese buen entendimiento, y existiendo una buena coordinaci¨®n, que estamos montando con precisi¨®n en los distintos niveles entre Gobierno y partido, el funcionamiento de la acci¨®n pol¨ªtica est¨¢ garantizado, y s¨®lo se pueden derivar ventajas. UCD tiene tres tiempos pol¨ªticos, por utilizar una terminolog¨ªa quiz¨¢ un poco especial. Un primer tiempo, el de apoyar a todos; los que ocupan esferas de decisi¨®n en nuestra naci¨®n, ya sea a nivel del Gobierno central, como a nivel municipal, como en cualquier fase de la Administraci¨®n; apoyarlos en lo que antes dec¨ªa: suministro de cuadros, de ideolog¨ªa, de l¨ªneas directrices, etc¨¦tera.
Un segundo tiempo pol¨ªtico es el de estar permanentemente preparado para las confrontaciones electorales que tienen lugar. Como he dicho antes, tenemos por delante las elecciones al Parlamento gallego, y hay todo un calendario ah¨ª que l¨®gicamente afrontaremos dentro del marco de la estrategia pol¨ªtica que marque el consejo pol¨ªtico que tendremos en los primeros d¨ªas de abril.
Y un tercer tiempo pol¨ªtico es la permanencia del partido, su consolidaci¨®n, en definitiva, el hecho consustancial. Nosotros tenemos que vivir sintonizados con la sociedad, con nuestro electorado, avanzando un mensaje permanente, como antes dec¨ªa, y haciendo llegar y penetrar estos mensajes en el conjunto de los estamentos sociol¨®gicos que constituyen la infraestructura de la estructura pol¨ªtica de un partido de centro: todo ese conjunto de clases medias, profesionales libres, peque?os empresarios, trabajadores, amas de casa... En fin, tenemos que estar permanentemente en contacto con ellos.
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