Generales en la Moncloa

La ins¨®lita imagen de docena y media de generales sentados en torno a la mesa donde el Gobierno constitucional de la naci¨®n celebra sus consejos de ministros ha provocado no pocos comentarios mordaces.(...)M¨¢s all¨¢ de la an¨¦cdota est¨¦tica, la reuni¨®n celebrada por el presidente del Gobierno con el Consejo Superior del Ej¨¦rcito merece ser subrayada como alentadora expresi¨®n de los grandes remedios al fin dispuestos para combatir el peor de nuestros, grandes males. (...)

Mucho se ha hablado en las ¨²ltimas semanas sobre la incomprensi¨®n y el distanciamiento entre la sociedad civil y las Fuerzas Armadas. La mera noticia de que los militares van a arrimar el hombro en la lucha antiterrorista ya nos acerca m¨¢s su verdadera raz¨®n de ser, haci¨¦ndonos patente su disposici¨®n de servicio dentro de las coorde?adas de la Constituci¨®n. ( ... )

Lo de menos es, pues, discutir la idoneidad t¨¦cnica de unos esquemas de cooperaci¨®n antiterrorista apenas perfilados. La gran virtualidad del proceso abierto por las reuniones de Calvo Sotelo con los generales reside en la filosof¨ªa del planteamiento.

A partir de ahora, el Ej¨¦rcito ya no podr¨¢ caer en la tentaci¨®n de criticar la estrategia del poder civil, pues en ella va a verse implicado. A partir de ahora, los pol¨ªticos se ver¨¢n obligados a extender su relaci¨®n con los militares m¨¢s all¨¢ del halago tan fingido como vac¨ªo, pues con ellos van a estar todos, los d¨ªas trabajando.

Madrid, 26 de marzo