La vida de Hemingway, conocida a trav¨¦s de sus cartas
Un acontecimiento literario de primer orden ocurrir¨¢ ma?ana, jueves, cuando salga a la venta, en Londres, una voluminosa selecci¨®n de la correspondencia de Ernest Hemingway, preparada por su bi¨®grafo Carlos Baker, con el t¨ªtulo Ernest Hemingway, cartas selectas, 1917-1961.
Esta selecci¨®n incluye unas seiscientas de las 3.500 cartas que se han conservado del gran escritor estadounidense. Hemingway, un autor que primero viv¨ªa y luego escrib¨ªa, cultiv¨® el g¨¦nero epistolar con una maestr¨ªa que queda ahora patente, expuesta en su largo desarrollo. Hemingway escrib¨ªa cartas para calentarse antes de ponerse a trabajar en sus novelas o para descansar despu¨¦s de haber escrito su raci¨®n diaria. ?Es una manera tan elegante de apartarse del trabajo y, sin embargo, sentir que se ha hecho algo?, dijo una vez.Hemingway utiliz¨® en un principio tambi¨¦n las cartas para perfeccionar su estilo literario, cogiendo el ritmo y la expresi¨®n que le son tan caracter¨ªsticos, intentando captar con sus palabras impresiones que lograran un impacto ?como el de Cezanne?, algo que, seg¨²n el propio autor, s¨®lo logr¨® con su novela El viejo y el mar, que le vali¨® el Premio Nobel de Literatura en 1954. Carlos Baker, autor de Hemingway: el escritor como artista, ha preferido conservar en esta selecci¨®n las poco ortodoxas construcciones gramaticales de Hemingway y sus faltas de ortograf¨ªa, que a menudo han sido criticadas.
Las novecientas apretadas p¨¢ginas que ahora se publican cubren los principales acontecimientos de la vida de Hemingway, desde su adolescencia hasta que se suicid¨®, a los 61 a?os de edad, en la fecha de este siglo que lleva las mismas ¨²ltimas cifras, dejando escrita una ¨²ltima carta destinada a un ni?o. En las cartas se puede apreciar a Hemigway como aprendiz de reportero en Canad¨¢, conductor de ambulancias en Italia durante la primera guerra mundial, viajero por Europa y uno de los pocos extranjeros en los sanfermines de 1923, escritor novel en Par¨ªs, donde trab¨® amistad con Gertrude Stein, Scott Fitzgerald, Ezra Pound y James Joyce, sin olvidar sus aventuras sexuales ni su pasi¨®n por la caza mayor, que practic¨® en diversos lugares del mundo. En estas p¨¢ginas est¨¢n tambi¨¦n sus experiencias en la guerra civil espa?ola.
En 1923 escribe sobre las corridas, antes de que publicara Fiesta, y explica Hemingway: ?No es algo brutal, como siempre se nos ha dicho. Es una gran tragedia -y la cosa m¨¢s bella que haya visto yo nunca-, y requiere m¨¢s agallas y habilidad y agallas de nuevo que ninguna otra cosa?.
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