Informatica y justicia
En la segunda semana de este mes de abril, la ciudad de Florencia ha estado, una vez m¨¢s, a la altura de su eterna vocaci¨®n humanista y universal, organizando en el Palacio de los Congresos, en medio de una Italia conmovida por una de las m¨¢s profundas crisis econ¨®micas y sociales de su historia reciente, un audaz encuentro internacional, inspirado, madurado y realizado a trav¨¦s de una feliz armon¨ªa entre la gran tradici¨®n jur¨ªdica romana e it¨¢lica y el genio matem¨¢tico, siempre precursor, de la patria de Galileo.Pero si el Renacimiento y, m¨¢s tarde, el racionalismo de la Enciclopedia y la Ilustraci¨®n y, por ¨²ltimo, los sucesivos intentos positivistas pudieron aspirar a f¨®rmulas m¨¢s ambiciosas de unidad del conocimiento cient¨ªfico y de la actividad filos¨®fica y social del hombre, hoy tenemos que reconocer a cada paso que todo humanismo capaz de superar la ?barbarie de los especialismos? sin dar la espalda al progreso cient¨ªfico debe pasar, m¨¢s modestamente y renunciando a ut¨®picas s¨ªntesis, por un sincero -y penoso- esfuerzo de aproximaci¨®n interdisciplinaria entre hombres y grupos de mentalidad, formaci¨®n y vocaci¨®n muy distintas, cultivadores de distintas parcelas del campo del saber humano.
Ahora bien, ?c¨®mo es un encuentro verdaderamente interdisciplinario?
Para quienes hemos participado intensamente, casi dir¨ªa apasionadamente, a lo largo de una semana de sorprendente convivencia intelectual, comprensi¨®n y cr¨ªtica rec¨ªprocas y trabajos convergentes y complementarlos de m¨¢s de un centenar de l¨®gicos, matem¨¢ticos, ling¨¹istas y sem¨¢nticos, t¨¦cnicos de la inform¨¢tica, juristas, magistrados, notarios, abogados y fil¨®sofos del derecho de veintid¨®s pa¨ªses, a este singular congreso, celebrado bajo el triple lema de ?L¨®gica, inform¨¢tica, derecho?, la respuesta a la anterior pregunta resultaba, al despedirnos el 11 de abril, muy sencilla.
Nuevas v¨ªas de investigaci¨®n
Habiendo sido (ignoro porqu¨¦ raz¨®n) el ¨²nico participante espa?ol invitado a presentar una ponencia en tan singular congreso, que no ha sido en modo alguno improvisado, sino serena y racionalmente madurado a partir de 1978 (cuando vio la luz en la misma Florencia la primera obra colectiva, de convergencia internacional hacia el tema del congreso), me siento en la obligaci¨®n -y en el derecho- de transmitir a mis compatriotas tal respuesta, nacida de una rica y' estimulante experiencia.
Un encuentro internacional es, al mismo tiempo, interdisciplinario o, mejor, universal, en la m¨¢s noble acepci¨®n cultural y humana, y no meramente geogr¨¢fica, de la palabra, cuando, como este Congreso de Florencia, se ve animado por un esp¨ªritu de colaboraci¨®n tan abierto e integrador de orientaciones y metodolog¨ªas diversas que permite un intercambio y una convergencia de perspectivas entre estudiosos de horizontes muy distintos, como los participantes que mencionamos a continuaci¨®n, en una selecci¨®n en la que nos parece tan obligado recordar a algunos por la especial significaci¨®n de sus concepciones l¨®gicas, filos¨®ficas o jur¨ªdicas, que han abierto nuevas v¨ªas de investigaci¨®n te¨®rica o nuevas posibilidades de lenguaje o de an¨¢lisis cient¨ªfico, como a otros por la oportunidad y el alcance pr¨¢cticos de sus modelos matem¨¢ticos o de sus programas y criterios metodol¨®gicos para la aplicaci¨®n de las primeras a la inform¨¢tica jur¨ªdica, tanto meramente documental como decisional.
Variedad de perspectivas y orientaciones cient¨ªficas
Los ejemplos que citamos en la relaci¨®n que sigue hablan por s¨ª solos de la riqueza y variedad de perspectivas y de orientaciones cient¨ªficas que han sabido confluir en este encuentro:
- El fil¨®sofo firiland¨¦s G. H. Von Wright, sucesor de Wittgenstein en su c¨¢tedra de Cambridge e iniciador, con sus decisivos trabajos de 1951, de la moderna l¨®gica de¨®ntica o l¨®gica de las normas, hoy instrumento esencial para el an¨¢lisis l¨®gico y el tratamiento inform¨¢tico, con fines decisionales, de los sistemas normativos.
- El ling¨¹ista italiano U. Berni Canani, creador de un audaz modelo matem¨¢tico de las relaciones sem¨¢nticas entre t¨¦rminos jur¨ªdicos que, con el nombre de Imago, pretende ser, seg¨²n el autor, una aproximaci¨®n geom¨¦trica a la noci¨®n de significado, fundada en una aplicaci¨®n peculiar de la teor¨ªa de los grafos a esa esfera ling¨¹¨ªstica.
- Los l¨®gicos y fil¨®sofos del derecho argentinos, bien conocidos en algunos medios jur¨ªdicos espa?oles, Carlos E. Alchourr¨®n y Eugenio Bulygin (¨¦ste de origen ruso), que han propuesto en el congreso nuevos tipos de an¨¢lisis l¨®gico de las nociones de derogaci¨®n y de validez jur¨ªdica, respectivamente, fundados en la teor¨ªa matem¨¢tica de conjuntos.
- La investigadora. francesa Hel¨¦ne Bauer-Bernet, creadora y responsable del famoso sistema inform¨¢tico Celex, que mantiene al d¨ªa en Bruselas un imponente archivo o banco de datos de toda la legislaci¨®n, la jurisprudencia y la doctrina jur¨ªdica de la Comunidad Europea de los diez, facilitando la consulta autom¨¢tica en cualquiera de las lenguas de la misma desde terminales instalados en los distintos pa¨ªses miembros.
- Los l¨®gicos jur¨ªdicos J. Wr¨®blewski, de Lodz (Polonia), y W. R. Svoboda, de Viena, que han propuesto nuevos modelos operativos y nuevos an¨¢lisis de la estructura de los sistemas normativos.
- El cibern¨¦tico checoslovaco, mundialmente conocido, V¨ªctor Knapp, y los investigadores franceses del CNRS B. Auzary, C. Bloch, C. Bernard y G. Mazet, que han presentado nuevas t¨¦cnicas para el tratamiento inform¨¢tico de los thesaurus jur¨ªdicos.
- El l¨®gico -y gran sofista y amante de paradojas- norteamericano, de origen guatemalteco, H¨¦ctor Neri Casta?eda-, que ha propuesto una nueva interpretaci¨®n y aplicaci¨®n de la l¨®gica de¨®ntica como instrumento para el an¨¢lisis de las instituciones.
- Los constructores de diversos sistemas de inteligencia artificial, como los profesores L. T. McCarthy y N. S. Sridharan (Estados Unidos), G. P. Zarri (CNRS, Francia), N. J. Bellord y M. A. Heather (Reino Unido) y H. Schreiner (Austria), propuestos como instrumentos tanto de los sistemas documentales como decisionales de la inform¨¢tica jur¨ªdica.
La contribuci¨®n espa?ola a este encuentro internacional, aportada y presentada por el autor de estas l¨ªneas, ha consistido en una ponencia sobre Traducci¨®n algebraica y aritm¨¦tica de los sistemas de normas y aplicaciones a la inform¨¢tica jur¨ªdica, con la que he tenido la satisfacci¨®n de inaugurar la sesi¨®n IV del Congreso, dedicada al tema Modelos matem¨¢ticos para la inform¨¢tica jur¨ªdica, presidida por el l¨®gico polaco Wr¨®blewski, ya citado, y por el profesor italiano G. Carcaterra, catedr¨¢tico de Filosof¨ªa del Derecho de la Universidad de N¨¢poles, y en la que participaron tambi¨¦n, presentando sus respectivos modelos matem¨¢ticos, el, canadiense E. Mac Kaay, profesor de la facultad de Derecho de la Universidad de Montreal, y el austriaco Leo Reisinger, hoy profesor de la Universidad de Munich.
Documentaci¨®n jur¨ªdica al servicio del p¨²blico
Mi ponencia se vio completada, en el aspecto pr¨¢ctico, por la exhibici¨®n en las salas del primer piso del Palacio de los Congresos, dedicadas a experiencias en los terminales Olivetti conectados con el gran sistema de ordenadores IBM y Univac de la Universidad de Pisa, a cargo del Centro Nazionale Universitario di Calcolo Elettronico (CNUCE),junto a los sistemas Celex, de la Comunidad Europea, ya mencionado; Lexis, Promis y otros anglosajones, y el de la Camera del Deputati (Parlamento) y otros italianos, de experiencias de an¨¢lisis de sistemas normativos (concretamente, del C¨®digo Civil suizo), realizadas utilizando mis programas Calculus ratiocinator y Calculus consequentiarum, fundados en mi modelo algebraico y aritm¨¦tico de los sistemas de normas y presentados al p¨²blico por un equipo que viene trabajando sobre ellos casi un a?o en el IDG de Florencia.
Este Istituto per la Documentazione Giuridica (IDG), fundado en 1968 (el a?o precisamente en que se iniciaban tambi¨¦n los distintos proyectos espa?oles de inform¨¢tica jur¨ªdica) y debidamente financiado por el Consiglio Nazionale delle Ricerche (equivalente italiano de nuestro Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas), a pesar de la grave crisis econ¨®mica y financiera de Italia, constituye hoy, bajo la direcci¨®n del profesor Francesco Onida, junto con el Centro de Documentaci¨®n Autom¨¢tica del Parlamento italiano, dirigido por el jurista R. Pagano, y el Centro de C¨¢lculo Electr¨®nico della Corte di Cassazione (Tribunal Supremo italiano), cuyos creadores y responsables son los magistrados V. Novelli, R. Borruso y E. Giannantonio, y cuyos terminales, situados en tribunales, notar¨ªas, despachos de abogados, bibliotecas y otros centros y extendidos todo a lo largo de la pen¨ªnsula, pasar¨¢n de 350 a m¨¢s de mil de aqu¨ª a finales de 1981, al ampliarse su consulta de los juristas al p¨²blico en general, la espina dorsal del gran sistema italiano de inform¨¢tica jur¨ªdica, al servicio de las necesidades te¨®ricas y pr¨¢cticas de Italia en ese campo.
El sistema Italgiure, que constituye esa inmensa red, resulta tan eficaz al contar, entre otras cosas, con un sistema de ense?anza programada para instruir a los usuarios sobre el modo de plantear sus problemas ante los terminales y con_un sistema de perfeccionamiento autom¨¢tico del propio thesaurus que est¨¢ en la base del sistema, en funci¨®n de las correlaciones entre los t¨¦rminos y expresiones utilizados por los propios usuarios, que ya otros pa¨ªses, como la Rep¨²blica Argentina, est¨¢n construyendo sistemas nacionales de inform¨¢tica jur¨ªdica que son, pura y simplemente, una reproducci¨®n o traducci¨®n del Italgiure. A ello se a?ade, como prueba de la creciente influencia cient¨ªfica y t¨¦cnica de Italia en Iberoam¨¦rica (?o tal vez en estos casos, m¨¢s exactamente, Am¨¦rica Latina9), la circunstancia de que tambi¨¦n las primeras Jornadas de Inform¨¢tica Jur¨ªdica de ese subcontinente, que tendr¨¢n lugar en Brasilia en el pr¨®ximo mes de agosto, y a las que tambi¨¦n hemos sido invitados a participar con una ponencia, han sido organizadas desde Italia, y m¨¢s precisamente, desde la Asociaci¨®n de Estudios Sociales Latinoamericanos, que dirige el profesor Taddei-Elmi.
Dec¨ªa el ministro espa?ol de Justicia, Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, poco despu¨¦s de tomar posesi¨®n de su cargo, que la ?situaci¨®n insostenible? de la Administraci¨®n de la justicia en Espa?a se deb¨ªa, entre otros factores, a la ?nula utilizaci¨®n de la inform¨¢tica? en esta esfera. ?Para cu¨¢ndo, pues, iniciativas de este tipo en Espa?a?
Miguel S¨¢nchez-Mazas es profesor de la Universidad de Neuchatel (Suiza) y presidente del Centro de An¨¢lisis, L¨®gica e Inform¨¢tica Jur¨ªdica.
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