Sanciones poco eficaces contra la URSS
Al decidir, en el transcurso de la primera reuni¨®n del Gabinete americano que presid¨ªa personalmente, despu¨¦s del atentado, levantar el embargo a la limitaci¨®n de exportaciones de cereales a la URSS, decretadas por su predecesor en represalia por la invasi¨®n de Afganist¨¢n, Ronald Reagan ha escogido cortar por lo sano. Sus consejeros y sus ministros estaban muy divididos sobre la oportunidad de esta medida.Reagan ha querido que su posici¨®n sea bien comprendida. Los sovi¨¦ticos no deben interpretar su gesto como el signo de un debilitamiento de su voluntad. ( ... )
Los dirigentes sovi¨¦ticos saben a qu¨¦ atenerse y han seguido de cerca la acci¨®n de los diferentes protagonistas americanos en este asunto: los agricultores de Middle West, los poderosos lobys, sus representantes y senadores, su ministro John Block., partidario desde su entrada en funciones de un levantamiento de las limitaciones, Reagan ha obedecido en lo esencial a motivos de pol¨ªtica interior. ( ... ) Reagan ha podido cumplir su compromiso con un retraso de tres meses y sometiendo a una dura prueba la cohesi¨®n de su Gabinete. Aunque la idea de la solidaridad gubernamental es menos imperativa en Washington que en Par¨ªs, las reservas expresadas p¨²blicamente por el secretario de Estado, Haig, sobre la decisi¨®n de su patr¨®n son de mal augurio en cuanto a la coherencia del trabajo en equipo, que el jefe del Ejecutivo ha prometido a sus compatriotas. ( ... ) Podemos interrogarnos sobre la eficacia de sanciones de este tipo. Sin ninguna duda, no tienen efecto, cuando se proponen impedir el comercio de productos de gran difusi¨®n. ( ... )
En Estados Unidos es esta visi¨®n realista de las dificultades de la empresa la que ha prevalecido, con la consiguiente: p¨¦rdida de prestigio para un secretario de Estado cuya misi¨®n tiene un mal punto de partida.
26-27 de abril.
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