La coral Salv¨¦, de Laredo, recupera la m¨²sica olvidada de Cantabria
Hoy act¨²a en La Granja de San lldefonso (Segovia)
Despu¨¦s del ¨¦xito de su reciente paso por el teatro Real, de Madrid, donde particip¨® en el III Ciclo de M¨²sica de C¨¢mara y Polifon¨ªa, la coral Salv¨¦, de Laredo, se present¨® ayer tarde, con un programa de m¨²sica c¨¢ntabra, fundamentalmente pejina, en el Coliseo Carlos III de San Lorenzo de El Escorial. El orfe¨®n pejino repetir¨¢ hoy programa en La Granja de San lldefonso, en Segovia. La masa coral laredana prepara tambi¨¦n sus pr¨®ximas salidas al extranjero, en primer lugar, a Viena y Bratislava, y la grabaci¨®n del segundo disco de m¨²sica pejina, cuarto elep¨¦ de la Salv¨¦.
Fundada en 1975 por el padre prior del santuario de la Bien Aparecida, de Santander, Jos¨¦ Luis Ocejo, que desde la pasada edici¨®n es director del festival internacional de la capital c¨¢ntabra, la coral Salv¨¦ es un ejemplo de c¨®mo la carencia de conocimientos musicales puede suplirse con voluntad y coraz¨®n. Nadie dir¨ªa, oy¨¦ndoles cantar, que, aparte el director y jefes de cuerda, pr¨¢cticamente ning¨²n otro coralista tiene nociones musicales.Componen el coro 85 personas, todas ellas de la comarca. Sus edades est¨¢n entre los trece y los cincuenta a?os, y son de muy diversas profesiones, desde amas de casa a obreros de la construcci¨®n, metal¨²rgicos, conserveros, profesores, dependientes de comercio y estudiantes. ?Si hay en Laredo?, explica Jos¨¦ Luis Ocejo, de 39 a?os, ?un verdadero ejemplo de democracia es la coral Salv¨¦, porque desde su creaci¨®n han pasado por ella personas de todo tipo de ideas, profesiones y nivel de vida, habiendo cantado aqu¨ª, conviviendo sin problemas, simpatizantes de la extrema derecha y de la extrema izquierda?.
La coral Salv¨¦ ensaya, al menos tres veces a la semana, y cinco cuando hay prevista alguna actuaci¨®n importante, y para su director el mayor problema no es la conjunci¨®n de voces, sino lograr que coincidan todos los coralistas en un mismo ensayo. ?Siempre hay alguien que tiene una boda o un bautizo?, dice, ?y es dificil¨ªsimo que las actividades de 84 personas tan diversas coincidan si adem¨¢s tienen esto como un hobby que en algunas ocasiones les cuesta dinero de su bolsillo o, al menos, un tremendo esfuerzo. Por ejemplo, cuando la actuaci¨®n en el teatro Real, regresamos en autob¨²s desde Madrid y llegamos a Laredo a las seis de la ma?ana; a las 7.30 horas, casi todos los coralistas ten¨ªan que entrar a trabajar?.
Un elemento de identidad
Quiz¨¢ sea la coral Salv¨¦ elemento principal de la identidad pejina de la llamada Costa Esmeralda, desdibujada por los disparates urban¨ªsticos de un turismo de masas que Laredo, pueblo, pescador, no tuvo tiempo de asimilar. La coral Salv¨¦ ha ganado premios nacionales e internacionales, realiza frecuentes salidas al extranjero, lleva el nombre del pueblo por el mundo y, sobre todo, ha recuperado una m¨²sica popular en proceso de desaparici¨®n. Este hecho, en una villa de 10.000 habitantes, en la que es dif¨ªcil encontrarse a alguien que no mantenga relaci¨®n familiar con alguno de los coralistas, justifica el hecho de que, seg¨²n Ocejo, ?detr¨¢s de la coral hay un pueblo entusiasmado?.Pero tan importante como el fen¨®meno sociol¨®gico y art¨ªstico es la otra labor investigadora de la coral Salv¨¦, en cuyo repertorio se encuentran obras de autores c¨¢ntabros. Verdaderamente sorprendente ha sido la labor de recopilaci¨®n en directo, que los propios coralistas vienen realizando de temas populares c¨¢ntabros y pejinos en peligro de desaparici¨®n. ?Algunos?, cuenta el subdirector, Vicente Miguel, ?nos ¨ªbamos con un magnet¨®fono en busca de esos tipos caracter¨ªsticos de la zona que suelen conocer tradiciones y cantos populares, y les ped¨ªamos que nos cantasen lo que supieran. No todos conoc¨ªan las letras completas, pero, entre lo que cantaban unos y lo que recordaban otros, se han podido recomponer los ternas?.
El concepto pejino
El concepto pejino se refiere a las tierras marinas de la regi¨®n c¨¢ntabra, fundamentalmente Laredo. Las condiciones pejinas cantan, por tanto, al mar. Por decirlo en versos del poeta comillano Jes¨²s Cancio, a ?la mar serena y ancha y el cielo abierto. / Qu¨¦ bonita tu cancha, / volviendo al puerto?. Pero junto a ese repertorio marino, la coral ha incorporado otro general sobre la m¨²sica popular monta?esa, presente tambi¨¦n en Laredo. ?El pueblo m¨¢s cantabr¨ªn de la costa cant¨¢brica, el que m¨¢s obras y m¨¢s canciones tiene?, asegura Jos¨¦ Luis Ocejo, hasta el punto de que Laredo reivindica para s¨ª el calificativo pejino, cuando la denominaci¨®n, tradicionalmente, correspond¨ªa a todos los pueblos marineros de Cantabria.
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