Decepci¨®n de la jerarqu¨ªa cat¨®lica italiana por los resultados del refer¨¦ndum sobre el aborto
La Conferencia Episcopal Italiana (CEI) ha reaccionado con decepci¨®n y, amargura ante la rotunda derrota del refer¨¦ndum contra el aborto, que fue rechazado en la consulta popular del domingo y lunes por dos de cada. tres votantes. La Iglesia, que se volc¨® en la campa?a contra la interrupci¨®n del embarazo, niega haber sufrido una derrota y anuncia su decisi¨®n de seguir luchando en defensa de la vida, mientras la Democracia Cristiana (DC) mantiene que no ha sido ?ni vencedera ni perdora?. Para las fuerzas laicas se trata de un triunfo de la mujer y de la raz¨®n frente al integrismo, por encima del clima emotivo provocado por el atentado contra el Papa.
La DC ha acusado a los partidos laicos que apoyaron el mantenimiento de la actual ley 194 sobre el aborto de ?haber politizado? el refer¨¦ndum, y teme que su derrota pueda introducir modificaciones en el actual esquema de poder. Los resultados han sido claros: el refer¨¦ndum antiabortista s¨®lo ha conseguido el 32,1% de los sufragios, cuando la Democracia Cristiana y las otras fuerzas conservadoras que iban en el mismo barco hab¨ªan conseguido en las ¨²ltimas elecciones, en 1979, el 43,6% de los votos.Esta diferencia entre una y otra cifra indica claramente que sectores cat¨®licos y democristianos han depositado su papeleta a favor de la interrupci¨®n voluntaria del embarazo, a pesar de que la Iglesia utiliz¨® todo su poder, y el Papa dio p¨²blicamente su apoyo a la propuesta del Movimiento por la Vida para derogarla.
Para los observadores, una de las lecciones del refer¨¦ndum del domingo ha sido el gran paso adelante dado en la maduraci¨®n de un sentimiento laico. Consideran que, frente a la intolerancia y la intransigencia de que ha hecho gala alg¨²n dirigente eclesi¨¢stico, los cat¨®licos han sabido deslindar las fronteras que separan Iglesia y Estado y la esfera que compete a cada cual. Un viejo romano coment¨® a este enviado que hab¨ªa triunfado el sentido com¨²n de los italianos: ?Hemos demostrado que no somos unos cretinos que aceptando que quieran imponer tanto la Iglesia, como los partidos pol¨ªticos?.
Esta desobediencia preocupa a la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica. ?La Iglesia est¨¢ dolorida y perpleja? (por el resultado del refer¨¦ndum), declar¨® ayer el cardenal Ugo Poletti, vicario de Roma, en uno de los descansos en los trabajos de la CEI, que precisamente inicio su reuni¨®n cuando ya empezaban a llegar los datos de una inesperada, por lo abrumadora, derrota antiabortista. Aunque para ¨¦l no se trata de una derrota de la Iglesia, el voto representa ?una incoherencia con relaci¨®n a la fe cristiana?.
La emisora vaticana fue a¨²n m¨¢s dura: ?Aun despu¨¦s de? refer¨¦ndum, el aborto sigue siendo muerte y supone el asesinato de una criatura inocente?.
Mientras tanto, las fuerzas laicas que pidieron el ?doble no? siguen celebrando su triunfo, que asocian al conseguido por Mitterrand en Francia. Las bases de los partidos de la izquierda creen que puede haber llegado el momento de crear un bloque laico y progresista, como alternativa de poder y transformaci¨®n social al dominio ininterrumpido que ha venido ejerciendo la Democracia Cristiana durante casi cuatro d¨¦cadas.
No conviene olvidar que, salvo los comunistas, los restantes partidos del frente favorable a la interrupci¨®n voluntaria de la maternidad (socialistas, liberales, republicanos v socialdem¨®cratas) est¨¢n asociados actualmente a la DC en el Gobierno.
La prueba pol¨ªtica del refer¨¦ndum ha sido clara. Sus consecuencias m¨¢s directas en lo que se refiere al cuadro de correla ci¨®n de fuerzas pol¨ªticas Fueden notarse en las elecciones administrativas (regionales y municipales) que dentro de un mes se celebran en media Italia.
Los partidos de la izquierda se muestran euf¨®ricos, para ellos es muy importante la uniformidad pol¨ªtica del territorio nacional. El Sur ha dejado de ser el basti¨®n en el que la Iglesia y la DC tienen su mayor incidencia y ha votado en el refer¨¦ndum del aborto en proporci¨®n muy similar a la de las regiones tradicionalmente m¨¢s liberales.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.