Nuevo montaje de Lindsay Kemp sobre Shakespeare

La compa?¨ªa de Lindsay Kemp, conocida en Espa?a por los montajes de Flowers y Salom¨¦ en las ¨²ltimas temporadas, present¨® ayer, en el Teatro Nacional Mar¨ªa Guerrero, de Madrid, el espect¨¢culo Sue?o de una noche de verano, que durante los ¨²ltimos meses se ha representado en varios escenarios espa?oles y europeos. La obra permanecer¨¢ en cartel hasta el pr¨®ximo 13 de junio, como final de la presente temporada del Centro Dram¨¢tico Nacional.El espect¨¢culo ha sido ideado y dirigido por Lindsay Kemp y David Haughton, quien se?ala que Sue?o de una noche de verano es la m¨¢s fant¨¢stica de las obras de Shakespeare. ?Bajo la fascinante superficie del cuento?, a?ade David Haughton, ?serpentea una corriente maldita, en la cual la personalidad resulta ser impotente, a merced de una fuerza an¨¢rquica pero armoniosa que podemos llamar naturaleza?.

La obra de Shakespare es el punto de partida del montaje de la compa?¨ªa de Lindsay Kemp, que toma como pretexto sus cualidades literarias e intelectuales para ?organizar una celebraci¨®n sensual de la magia, de la naturaleza y de lo teatral?. ?Nos hemos servido de Shakespeare sin ning¨²n escr¨²pulo para saciar nuestro gusto y nuestra imaginaci¨®n; hemos explorado los niveles aristocr¨¢ticos, campesinos y fant¨¢sticos que contiene la obra shakesperiana, con un mayor ¨¦nfasis en el aspecto fant¨¢stico?.

?Estil¨ªsticamente?, a?ade, ?hemos hecho uso de cierta ingenuidad m¨¢s que patente, nada diferente al estilo con que los trabajadores de la pieza de Shakespeare acometen su representaci¨®n, am¨¦n de dejarnos influir por Hollywood, sobre todo por Disneylandia, y por el teatro isabelino, incluso mezclando todos los estilos y per¨ªodos con la inocencia de una representaci¨®n escolar o de circo?.

En el aspecto pl¨¢stico del montaje se han inspirado en los dibujos fant¨¢sticos de Dadd, Paton, Blake y Fuseli; las hadas aparecen como seres infantiles poco respetuosos y dionisiacos. ?Hemos intentado creer en las hadas y, a pesar de todo, las hemos representado seg¨²n los t¨¦rminos y los clich¨¦s de la ¨¦poca shakesperiana o victoriana; de este modo, a todos los niveles de nuestra representaci¨®n la parodia y la realidad se dan la mano. Reproducimos el hechizo de los sentidos con todos los medios a nuestro alcance?.