Los madrile?os deben a sus ayuntamientos 14.896 millones en concepto de contribuci¨®n urbana

Un 30%, aproximadamente, de los madrile?os no paga la contribuci¨®n urbana, impuesto del que se nutren los ayuntamientos a la hora de contabilizar los ingresos para sus presupuestos. A lo largo de los ¨²ltimos diez a?os, el volumen de recibos impagados asciende a 14.896 millones de pesetas. Lo grave, seg¨²n manifest¨® ayer Jos¨¦ Borrell, delegado de Hacienda de la Diputaci¨®n Provincial, es que los recibos no se pagan porque son incobrables, est¨¢n plagados de errores (direcci¨®n incompleta, cifra equivocada o similares), y hasta ahora el Ministerio de Hacienda no ha hecho ning¨²n caso a las ofertas de la Diputaci¨®n para solucionar este estado de cosas.

El 30 de diciembre de 1980, el pleno de la Diputaci¨®n aprob¨® renunciar al servicio de recaudaci¨®n de la contribuci¨®n urbana, a no ser que a lo largo de este a?o el Ministerio de Hacienda consintiera en modificar sustancialmente el sistema. Este no puede ser m¨¢s arcaico, seg¨²n Borrell. En s¨ªntesis, se trata de que el Ministerio pasa a la Diputaci¨®n, anualmente, los recibos de todos los madrile?os que deben pagar la contribuci¨®n urbana, para que este organismo los cobre, pase lo recaudado a Hacienda y ¨¦sta, a continuaci¨®n, lo reparta entre los ayuntamientos de la provincia.El primer fallo, por la importancia de las consecuencias, es que los padrones fiscales no est¨¢n actualizados. El 30% de los recibos, por t¨¦rmino medio, est¨¢ mal extendido, y puede ocurrir, y ocurre en muchas ocasiones, que una persona est¨¦ aguardando su turno durante horas ante la oficina de recaudaci¨®n para que al final le digan que su recibo no aparece y, tenga que marcharse sin pagar. Por otra parte, en provincias como la de Madrid, que ha sufrido un aluvi¨®n tremendo de nueva poblaci¨®n en pocos a?os, existen miles de familias, en los pueblos cercanos, sobre todo, que no est¨¢n censadas a efectos Fiscales. En Fuenlabrada, seg¨²n el ejemplo que puso Jos¨¦ Borrell, s¨®lo se puede cobrar el 30% de la contribuci¨®n, y queda sin pagar el restante 70%. La actualizaci¨®n de los padrones, llevada a cabo por la Diputaci¨®n y el Ayuntamiento conjuntamente, ha permitido aumentar el n¨²mero de recibos de 22.550, en 1979, a 36.694, en 1980. Esta situaci¨®n es injusta, en primer lugar para los vecinos, puesto que unos pagan y otros no; es injusta para los ayuntamientos, puesto que cuentan con menos ingresos para acometer obras necesarias, y es injusta para la Diputaci¨®n, que es s¨®lo la intermediaria en el sistema, pero se lleva las cr¨ªticas de los contribuyentes, que ven su r¨®tulo en las puertas de las oficinas de contribuci¨®n.

"Atajar el mal de ra¨ªz"

La Diputaci¨®n ha puesto en funcionamiento una serie de convenios con los ayuntamientos que lo soliciten para actualizar los padrones. Hasta ahora, Fuenlabrada, Majadahonda, San Lorenzo de El Escorial, Pinto, Paracuellos del Jarama, Villanueva del Pardillo y Los Molinos se han beneficiado ya de esta iniciativa, y el pr¨®ximo a?o lo har¨¢n, al menos, Villaviciosa de Od¨®n, El Molar y Arganda del Rey.Pero para solucionar el problema de una vez por todas, la Diputaci¨®n pide que el Ministerio de Hacienda le traspase todas las competencias y poder as¨ª reorganizar a fondo el servicio. En estos momentos, la Diputaci¨®n no tiene competencias para nada, ni siquiera para ampliar las plantillas de recaudadores, o simplemente para trasladar recaudadores de una zona bien cubierta a otra peor dotada, por ejemplo.

El nuevo sistema permitir¨ªa incluso, en colaboraci¨®n con los ayuntamientos que lo descaran, establecer un ¨²nico sistema recaudatorio para los impuestos municipales, ya que actualmente la Diputaci¨®n tiene un servicio y cada ayuntamiento otro propio.

Sin embargo, el Ministerio de Hacienda y, desde este a?o, el Consorcio de Gesti¨®n de Contribuci¨®n Urbana. han hecho o¨ªdos sordos a estas peticiones, alegando fundamentalmente falta de medios. As¨ª las cosas, la Diputaci¨®n ha tenido que encargarse de confeccionar los recibos nuevos en los municipios citados anteriormente, remitir cartas a las personas en cuesti¨®n, d¨¢ndoles informaci¨®n sobre lo que deben pagar y d¨®nde, meter las cartas y enviarlas, pero con el membrete de Hacienda, ya que la Diputaci¨®n, al ser s¨®lo un intermediario, no puede remitirlas directamente.