Dos millones de prima, oferta del Bar?a
Jos¨¦ Luis N¨²?ez se siente ya ?triomfant?. El Bar?a est¨¢ de nuevo en la final de Copa. Un triunfo le supondr¨ªa la participaci¨®n en la Recopa y la ilusi¨®n por volver a ganar un t¨ªtulo europeo Jos¨¦ Luis N¨²?ez les ha planteado a sus jugadores una operaci¨®n rocambolesca: que renuncien a las 750.000 pesetas de prima por haber dejado en la cuneta al Athl¨¦tic y, a cambio, tendr¨¢n dos millones si son campeones. N¨²?ez tambi¨¦n cree en el poder de las primas. Y eso que los futbolistas siempre proclaman que en el campo se les olvidan los est¨ªmulos econ¨®micos.El Bar?a llega a la Final con un historial muy importante en este torneo. Y justo cuando el h¨¦roe de las finales repetidas de 1928, el portero Platko, el ?oso rubio de Hungr¨ªa? como le inmortaliz¨® Alberti, ha lanzado su llamada de socorro desde Chile, donde vive, para poder acabar su vida sin estar en la m¨¢s absoluta miseria. Platko ofrece sus medallas y recuerdos a cambio de una ayuda barcelonista. Nu?ez y sus directivos, moralmente, est¨¢n obligados a echarle una mano a aquel barcelonista perdido en Chile. Los jugadores del Bar?a, que tienen por delante una prima de dos millones de pesetas, tambi¨¦n podr¨ªan acordarse por un instante de aquel viejo ¨ªdolo y ayudarle a curar sus nostalgias, que sin dinero son m¨¢s.
La suerte de los futbolistas no es siempre la que el p¨²blico imagina. Grandes jugadores de todas las ¨¦pocas ocupan modestas plazas de ordenanzas en ministerios o son porteros de fincas urbanas. Jugadores que alcanzaron la internacionalidad y un gran renombre en el extranjero, han tenido que recurrir a la caridad de sus clubes para reemprender una nueva vida. En Bilbao, hasta su muerte, Gorostiza acudi¨® siempre a las concentraciones de equipos en los que pod¨ªa encontrar amigos. Las visitas del Valencia eran para ¨¦l su mayor oportunidad. El tambi¨¦n desaparecido Mundo lloraba cada vez que le ve¨ªa. Mundo se encargaba de recoger dinero entre directivos y jugadores para echarle una mano al destrozado Gorostiza.
Los jugadores de f¨²tbol no suelen tener suerte en los negocios. Habitualmente no cuentan con socios de probada moralidad y, por otro lado, creen en los cantos de sirena y se complican la vida con negocios de los que no suelen entender nada. Raimundo Saporta en su mejor ¨¦poca sol¨ªa aconsejar a los jugadores sobre aquellas actividades que pod¨ªan resultarles beneficiosas. Quienes se dejaban dirigir por la casa blanca no sufr¨ªan grandes descalabros. Los que prefer¨ªan ir por libre montaban una f¨¢brica de hielo en la ¨¦poca del boom de los frigor¨ªficos y se iban al garete.
Los negocios, adem¨¢s, han sido la causa de grandes desastres deportivos. Jugadores atosigados por letras, suspensi¨®n de pagos y situaciones similares han visto muy mermado su rendimiento y han acabado por tener una carrera mucho m¨¢s corta o menos brillante.
Han triunfado en los negocios quienes se han dedicado a ellos una vez han finalizado su actividad deportiva. Afortunadamente, en la actualidad son muchos los que saben manejar sus recursos.
Los jugadores del Barcelona si derrotan al Sp¨®rting, cosa nada f¨¢cil por cierto, se embolsar¨¢n la prima del siglo. N¨²?ez ha incrementado tanto el premio por el t¨ªtulo por varias razones. La primera, porque su gesti¨®n necesita ¨¦xitos deportivos, y la segunda, porque ello le dar¨ªa paso a la Recopa, que puede ser un buen negocio para la entidad. Pero, eso s¨ª, hay que dejar bien sentado que la recaudaci¨®n del primer partido europeo estar¨ªa ya invertida con la prima de la Copa del Rey.
El Sp¨®rting ha cumplido el sue?o de estar en la final. Los gijoneses, que en las ¨²ltimas temporadas han constituido el equipo animador de la Liga, recogen esta vez el premio a la regularidad. No ser¨ªa injusto su triunfo, dados sus antecedentes. La an¨¦cdota de la final podr¨ªa estar en el hecho de que fueran los goles de Quini los decisivos.
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