Mar¨ªa Dolores Pradera, sabores a vainilla y a canela
Con suave y conocido vaiv¨¦n, y bajo la protecci¨®n de un gatito tigrado que apenas abandon¨® un momento el escenario, Mar¨ªa Dolores Pradera -toda volantes blancos- reapareci¨® la noche del pasado lunes, en Florida Park, llevando de la mano al p¨²blico -por sendas tan ex¨®ticas como habituales, entre aromas de ¨¢rboles grandes o de serran¨ªas, con ramas de jazm¨ªn o de clavo, ahora M¨¦xico, luego Per¨², ritmos de Colombia, y m¨¢s de trece escalas en la fol¨ªa canaria...Siempre suavemente, blandamente, pero con seguridad, con el aplomo firme de quien sabe muy bien la tierra que pisa. Por eso cuando alguien voce¨® por detr¨¢s: ? Est¨¢s cansada! ?, Mar¨ªa Dolores -refranera- le pudo contestar, mirando al felino: ?No?, dijo. ?Y todav¨ªa tengo seis gatos m¨¢s ... ?.
El trayecto fue cl¨¢sico, tal vez en exceso. Desde las alas de El gavil¨¢n -p¨ªo, p¨ªo; tao, tao- hasta la paloma acogida de nuevo por su antiguo amante, triste y con ?sus alas rotas?, sin olvidar la hombr¨ªa de Pancho Villa, que perdon¨® a un caballo ?por educado y por valiente?; por supuesto, La hija de don Juan de Alba es la que quiere meterse a monja, o El rey, con dinero o sin dinero, y m¨¢s que esperada Flor de la canela, expresiva y dolorosa...
Sin sorpresas, con el encanto de los d¨ªas conocidos y de las amistades que se vuelven a ver, Mar¨ªa Dolores Pradera, entre soles de guitarra y ocasionales maracas, nos ense?¨® que el retorno es dulce, y que un paisaje no pierde por tornarlo a visitar. El arte de Mar¨ªa Dolores consiste, llanamente, en fingir que todo es muy f¨¢cil, y que cantar e interpretar lo latinoamericano surge, como sin propon¨¦rselo, quedito y natural.
Claro que el p¨²blico de hoy -malas artes, tal vez, de la decadencia- suele preferir menor perfecci¨®n, acaso menor naturalidad, pero m¨¢s torrentera y m¨¢s arrebato. Estallido de ciertamen en los labios, brasa de amor y amantes y delirio, mejor que el oreo del palmar o el gusto recatado de la blanca vainilla o la canela morena... Pero Mar¨ªa Dolores Pradera sabe estar e interpretar, y dos poetisas en una esquina (Gabriela Mistral y Alfonsina Storni) le corearon al final: ?Ojal¨¢ que te vaya bonito?. Merecidamente.
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