El te¨®logo Schillebeeckx, procesado por Roma, premio Erasmo 1981 en Holanda
El Premio Erasmo 1981 ha sido concedido al te¨®logo flamenco Edward Schillebeeckx. Coincide este premio con la publicaci¨®n de la carta dirigida por la Congregaci¨®n de la Doctrina de la Fe al dominico flamenco, donde le recuerdan que no se dan por satisfechos con las aclaraciones de este ¨²ltimo al libro Jes¨²s, historia de un viviente, sospechoso de contener nueve herej¨ªas.El Premio Erasmo fue creado en 1958 por el pr¨ªncipe Bernardo de Holanda, tomando como modelo la Fundaci¨®n Nobel, y con la Finalidad de recompensar los esfuerzos culturales desplegados en Europa. Esta fundaci¨®n est¨¢ financiada por las apuestas mutuas deportivas. El premio asciende a 100.000 florines (unos tres millones y medio de pesetas) y ha sido concedido a Edward Schillebeeckx, profesor de Teolog¨ªa en la Universidad Cat¨®lica de Nimega (Holanda), porque, en opini¨®n de la fundaci¨®n, sus trabajos vienen a confirmar los valores cl¨¢sicos de la cultura europea, al tiempo que contribuyen al examen cr¨ªtico de esta cultura.
Schillebeeckx naci¨® el 12 de noviembre de 1914 en Amberes (B¨¦lgica). En 1934 entraba en la orden dominicana, donde estudi¨® aquella escol¨¢stica renovada con los estudios neokantianos. Desde esa perspectiva no tard¨® en criticar duramente a Max Scheler, autor por el que tambi¨¦n se ha interesado Karol Woltyla, aunque porrazones distintas. En 1956 es nombrado profesor de la Universidad Cat¨®lica de Nimega desde donde no ha dejado de intervenir en los debates teol¨®gicos, que van desde la teolog¨ªa de la muerte de Dios, divulgada por el anglicano Robinson con su libro Honesto para con Dios, hasta la teolog¨ªa pol¨ªtica alemana, pasando por serias aportaciones en el campo de la hermen¨¦utica y de la historia de la Iglesia.
Schillebeeckx, cuya seriedad cient¨ªfica es admitida generalmente, tuvo ya en 1968 problemas de ortodoxia con el ex Santo Oficio, que no pasaron a mayores gracias a los buenos oficios del alem¨¢n Karl Rahner. Pero en 1974 publica con todas las bendiciones el libro Jes¨²s, historia de un viviente. Todav¨ªa recientemente dec¨ªa el cardenal Alfrink a un grupo de j¨®venes: ?Leed la Biblia y luego el libro de Schillebecckx?. No era esta la opini¨®n de quienes en Roma velan por la ortodoxia cat¨®lica, que en 1976 creen detectar nueve posibles herej¨ªas, que afectan a temas como el de la infalibilidad, la divinidad de Jes¨²s o la concepci¨®n virginal de Jes¨²s.
Edward Schillebeeckx responde a las sospechas con un documento de treinta folios y un libro escrito en alem¨¢n. El tribunal vaticano que sigue el expediente no se da por satisfecho y el dominico belga es llamado a declarar de nuevo en marzo de 1981. Schillebeeckx se niega a aportar nuevas clarificaciones. Lo que s¨ª hace. aprovechando su estancia en Roma es dar una conferencia de Prensa, donde critica duramente los procedimientos inquisitoriales de la Congregaci¨®n de la Fe. as¨ª como el estilo de Juan Pablo II.
D¨ªas antes de que la carta de la Congregaci¨®n de la Fe se hiciera p¨²blica el d¨ªa 24 de junio, Schillebceckx pensaba que el contencioso del Jes¨²s, historia de un viviente, cuya traducci¨®n castellana aparecer¨¢ en septiembre. estaba definitivamente solucionado. El tribunal romano, sin embargo, espera de Schillebeeckx nuevas explicaciones.
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