La pol¨ªtica exterior del futuro Gabinete israel¨ª

"Era dif¨ªcil caminar con las estrellas". As¨ª explica Yitzhak Shamir, que espera continuar, como as¨ª parece que ser¨¢, en su cargo de ministro de Asuntos Exteriores de Israel en el nuevo Gobierno Beguin, la adversa fortuna del Likud hace un a?o. La falta de coherencia de la coalici¨®n desapareci¨® cuando dimitieron las estrellas (Dayan y Weizman) y el Partido Likud, de Beguin, recuper¨® el favor de los electores.Shamir, en su primera entrevista desde la campa?a electoral, me dijo por qu¨¦ considera al Likud "el verdadero vencedor". El Partido Laborista no hizo m¨¢s que recuperar los votos de 1973, mientras que el Likud ha seguido creciendo de tal manera que "se ha convertido ahora en uno de los dos grandes partidos de Israel, a la manera de un partido conservador de Europa o Estados Unidos". El Likud tiene una fuerte base en las masas -en especial "entre los jud¨ªos orientales, que conocen muy bien a los ¨¢rabes"- y "no va a desaparecer; un d¨ªa gobernar¨¢ solo".

Shamir, hablando sobre la pol¨ªtica exterior del nuevo Gobierno, se?al¨® que "tenemos un plazo de tiempo, y tenemos que actuar dentro de ¨¦l; en primer lugar, tenemos que completar las negociaciones sobre la autonom¨ªa". No ve "ninguna dificultad para poder llegar pronto a un acuerdo", ya que "las posturas de las dos partes son claras; al menos las nuestras lo son".

Me record¨® que en Camp David qued¨® claro que Israel no aceptar¨ªa ning¨²n acuerdo de autonom¨ªa que pusiera fin a la instalaci¨®n de nuevos asentamientos israel¨ªes dentro de "los territorios". Egipto lo sabe. Por ello, Shamir cree que Israel no tendr¨¢ que abandonar sus planes de nuevas colonias para llegar a un acuerdo con El Cairo.

No todos comparten esta opini¨®n. Los moderados alcaldes ¨¢rabes de "los territorios" conf¨ªan (tal corno me dijo uno de ellos) en que "Sadat no traicionar¨¢ a sus hermanos; seguir¨¢ buscando evasivas hasta la total devoluci¨®n de la pen¨ªnsula del Sina¨ª en abril de 1982. Egipto podr¨¢ volver entonces a actuar libremente, y ya veremos".

Proceso de paz

Por su parte, Shamir est¨¢ convencido de que las conversaciones sobre la autonom¨ªa no van a fracasar, pero incluso aunque fracasaran el proceso de paz con Egipto continuar¨¢ tal como est¨¢ programado: Israel mantiene sus obligaciones. Vamos a cumplir nuestras promesas". Al parecer, la paz con Egipto es un cap¨ªtulo acabado en la mente de los actuales dirigentes de Israel, lo que les permite contemplar el futuro con esperanza.

Asimismo, Shamir describe sus relaciones con Estados Unidos como "muy amistosas, muy estrechas". Esta amistad no puede verse gravemente perjudicada por "una ocasional diferencia de opiniones". As¨ª entiende ¨¦l la condena de Israel por parte de Estados Unidos tras el ataque al reactor nuclear de Irak.

Si las relaciones de Israel con Egipto y Estados Unidos siguen siendo fuertes y estables, Beguin puede, sin duda, encarar con gran confianza el problema de lo que Shamir llama "los territorios". Afirma que fueron ocupados ¨²nicamente por Jordania, despu¨¦s de 1948; el mundo jam¨¢s reconoci¨® su anexi¨®n por Jordania.

Shamir dice que la autonom¨ªa no es ni la soberan¨ªa ni la independencia, y que es necesario encontrar una soluci¨®n sin salirse de este concepto. Estamos en contra de otro Estado ¨¢rabe palestirio y en contra de la autodeterminaci¨®n de los palestinos ¨¢rabes, porque ya tienen su Estado, que es Jordania: este pa¨ªs es el 80% de Palestina. Su lengua, cultura, religi¨®n y gentes son todos palestinos. As¨ª pues, el derecho a la autodeterm ?naci¨®n ya se ha cumplido".

"En lo referente a los territonos", contin¨²a, "existe el problema de la poblaci¨®n ¨¢rabe que no quiere vivir bajo el control militar israel¨ª. Por eso sugerimos la autonom¨ªa, una soluci¨®n que se encuentra en muchas otras partes, entre otras el T¨ªrcil del Sur, en Ital¨ªa.

La opini¨®n de Shamir sobre el futuro se explica, adem¨¢s de por su confianza en la fuerza de Israel y su optimismo en las relaciones de su pa¨ªs con Egipto y Estados Unidos, por su convicci¨®n de que "el movimiento palestino desaparecer¨¢ con el tiempo; no hay otra posibilidad. La Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP)", dice, y con mucha raz¨®n, "no ha sido capaz de impedir que Israel llevara una vida normal; hay menos terrorismo en Israel que en muchos Estados europeos. La OLP ha fracasado".

Termina diciendo que los ¨¢rabes esperaban destruir a Israel mediante una guerra convencional, en un primer momento; mediante el terrorismo, despu¨¦s, y finalmente, con armamento nuclear. Todas estas posibilidades han demostrado su falta de viabilidad. "As¨ª pues, no queda m¨¢s que una opci¨®n: la paz. Los ¨¢rabes tendr¨¢n que aceptarlo y hacer la paz. Con nosotros".