Un jurista dedicado a la econom¨ªa y al humanismo
Jos¨¦ L¨®pez Portillo, sexag¨¦simo presidente de M¨¦xico, es, en primer lugar, un destacado jurista, un experto en temas econ¨®micos y un humanista. Nacido el 16 de junio de 1920, en una familia de origen navarro vinculada a la clase pol¨ªtica mexicana, curs¨® estudios de Derecho en la Universidad Aut¨®noma Mexicana, de la que m¨¢s adelante ser¨ªa profesor de Teor¨ªa del Estado. All¨ª inici¨® una larga amistad con el tambi¨¦n futuro presidente Luis Echeverr¨ªa.Afiliado al Partido Revolucionario Institucional (PRI) desde 1945, pas¨® a colaborar en los Consejos de Planificaci¨®n Econ¨®mica y Social en 1948. De 1965 a 1970 ocup¨® distintos cargos en la Secretar¨ªa de la Presidencia. En mayo de 1973, el presidente Luis Echeverr¨ªa le nombr¨® secretario (ministro) de Hacienda y Cr¨¦dito P¨²blico.
Su designaci¨®n como candidato presidencial por el PRI en septiembre de 1975 supuso una sorpresa y la ruptura de algunas tradiciones de la vida pol¨ªtica mexicana, en la que desde hac¨ªa dos d¨¦cadas ven¨ªa siendo seleccionado como presidenciable el ministro de Gobernaci¨®n. Aunque todo ello provoc¨® malestar en el seno del PRI, L¨®pez Portillo parece haber sido un candidato de compromiso. Sin embargo, a lo largo de una din¨¢mica campa?a de nueve meses bajo el lema ?La soluci¨®n somos todos?, en la que recorri¨® 924 comunidades a lo largo de los 31 Estados, consigui¨® superar los resquemores iniciales y obtuvo el 4 de julio de 1976 el mayor n¨²mero de votos de la historia mexicana.
En un primer momento, L¨®pez Portillo dirigi¨® sus principales esfuerzos a levantar una econom¨ªa sumergida en una crisis grave. Su labor, favorecida por el incremento de la producci¨®n petrolera, consigui¨® unos resultados estimables. En 1979 la econom¨ªa mexicana estaba globalmente consolidada, aunque el crecimiento del 8% del producto interior bruto durante ese a?o provoc¨® algunos estrangulamientos. Hombre realista y pragm¨¢tico, L¨®pez Portillo ha definido una pol¨ªtica petrolera de explotaci¨®n progresiva y prudente, a pesar de la localizaci¨®n de nuevos yacimientos. Seg¨²n sus propias declaraciones, la segunda parte de su mandato deber¨¢ centrarse en una mejor redistribuci¨®n de la renta nacional.
Precisamente esa consolidaci¨®n de su econom¨ªa le ha permitido una pol¨ªtica exterior m¨¢s din¨¢mica y m¨¢s apartada de la de Estados Unidos, y una mayor diversificaci¨®n de sus intercambios exteriores. En este sentido, M¨¦xico viene asumiendo mayores responsabilidades respecto a Centroam¨¦rica, aunque seg¨²n el presidente mexicano ?sin intervenir en los asuntos internos de estos pa¨ªses?. Como ejemplo, basta recordar la intervenci¨®n improvisada de L¨®pez Portillo en Managua, felicitando a los nuevos dirigentes nicarag¨¹enses por haber realizado la tercera revoluci¨®n verdadera en Latinoam¨¦rica, despu¨¦s de la mexicana y la cubana.
Dentro de esta ?apertura al mundo?, iniciada ya por el presidente anterior, L¨®pez Portillo termin¨® con la irregularidad de las relaciones entre Madrid y M¨¦xico, restableci¨¦ndose las relaciones diplom¨¢ticas, interrumpidas desde la terminaci¨®n de la guerra civil, el 28 de marzo de 1977. Desde entonces se han sucedido las visitas y los intercambios econ¨®micos y culturales, destacando las visitas de Adolfo Su¨¢rez a M¨¦xico y de L¨®pez Portillo a Espa?a, en la que se firmaron cinco convenios de cooperaci¨®n, y la de los Reyes de Espa?a a M¨¦xico.
Considerado tambi¨¦n como un humanista, L¨®pez Portillo es autor de dos novelas: Quetzacoatl, sobre el mito de la serpiente emplumada, y Don Q, novela filos¨®fica escrita con un fino humor. Dentro de su labor profesoral ha publicado tambi¨¦n G¨¦nesis y teor¨ªa general del Estado moderno y Valoraci¨®n de lo estatal.
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