Los oficiales que vienen / y 2
En el campo trascendental de la ense?anza militar puede seguirse con facilidad el rastro de las indecisiones, debilidades e incoherencias gubernamentales respecto a las Fuerzas Armadas. Falta convicci¨®n propia para llevar adelante los planes marcados y utilizar el margen que las leyes conceden a los leg¨ªtimos titulares del poder pol¨ªtico, respaldados por la soberan¨ªa popular.Hay un Gobierno que estima en el entonces general de divisi¨®n Jos¨¦ Gabeiras Montero las condiciones de mayor idoneidad para ejercerla jefatura del Estado Mayor del Ej¨¦rcito de Tierra. Hay una disposici¨®n legal que posibilita nombrarle para ese puesto. Pero al hacerlo se introduce simult¨¢neamente la extra?a compensaci¨®n de ascender a tenientes generales a todos los de divisi¨®n que preced¨ªan a Gabeiras en el escalaf¨®n, que pasaron a ser conocidos con la rechifla de la Prensa ultra como los gederales de El Palmar, por analog¨ªa con la soltura que el papa Clemente muestra en la ordenaci¨®n de sus obispos en la citada localidad sevillana.
Pues bien, en la Academia General Militar (AGM) se nombra por fin un director, el general Luis Pinilla Soliveres, con un bagaje de honestidad personal, preparaci¨®n intelectual, intachable trayectoria profesional de soldado y decidida lealtad constitucional. Pero una semana despu¨¦s se designa jefe de estudios del centro al coronel Hip¨®lito Fern¨¢ndez Palacios y N¨²?ez, anclado en el ultrismo militante, y se apuesta desde la direcci¨®n de ense?anza en favor del mantenimiento de un sector del profesorado que no tiene empacho en proclamar, casos muy conocidos se han dado, su voto contrario a la Constituci¨®n y su criterio de propugnar en las actividades lectivas una abierta oposici¨®n a la carta magna,de los derechos y libertades de los espa?oles aprobada con el voto popular en el refer¨¦ndum de 1978.
Un extra?o fatalismo nos persigue. Cuando ocup¨® la direcci¨®n de la AGM el general Carlos Iniesta Cano, sus bravuconadas ultras atronaban desde el arengaribde aquel centro. Ahora que ocupa el puesto una personalidad militar del relieve del general Pinilla, se silencia su voz en el acto solemne de la entrega de reales despachos a los nuevos tenient¨¦s. ?Qui¨¦n y por qu¨¦ ha preferido entregar el micr¨®fono al director de ense?anza general, Soteras, apenas incorporado a ese puesto y bien conocido por sus simpat¨ªas ultras? ?Pot qu¨¦ se ha roto la tradici¨®n de que el director de la AGM pronuncie la ¨²ltima lecci¨®n del curso? ?Cu¨¢les son las ideas que se quieren difundir y cu¨¢les las que se quieren silenciar?
S¨®lo dos d¨ªas antes, el lunes 13 de julio, con motivo de entregar sus nombramientos a los primeros alf¨¦reces de la Polic¨ªa Nacional formados en la AGM, y llamados a iniciar una nueva escala profesional en el cuerpo, el general Pinilla s¨ª tuvo la oportunidad de esbozar su concepto del nuevo oficial tipo, m¨¢s propio de nuestro tiempo y situaci¨®n, que la AGM, ?escuela de personalidad humana, de ciudadan¨ªa social y de s¨®lida formaci¨®n militar, tiene obligaci¨®n de. formar?.
El director de la AGM defini¨® entonces cuatro rasgos fundamentales: mayor apertura, Preocupaci¨®n por la cultura y formaci¨®n humanas, actitud a favor de la tropa y posici¨®n sobrepartidista. Respecto al primero explic¨® que ?debe traducirse en el contacto social, civil, con las realidades de nuestra patria, de nuestro pueblo, de nuestra juventud; j¨®venes de todas nuestras regiones y procedentes de los m¨¢s variados ambientes e imbuidos -muchas veces- de las m¨¢s diversas ideolog¨ªas y filosof¨ªas de vida, a los que tendr¨¦is que mandar, lo cual requiere conocer y comprender, si se quiere hacer del servicio militar un verdadero factor de unidad patria?.
La preocupaci¨®n por la cultura y formaci¨®n humana, para el general Pinilla ?una exigencia creciente, ante el afortunado hecho para nuestra patria de un ciudadano-soldado de mayor cultura, m¨¢s consciente de su igual dignidad personal, m¨¢s libre, m¨¢s cr¨ªtico; al que no se convence ni se arrastra con ideas monol¨ªticas, vaciedades y mitos?.
?El buen oficial ha de mantener siempre frente al soldado una postura activa y positiva, sin dar albergue al recelo, y hacerse querer y respetar en lugar de temer. S¨®lo esta actitud es la que crea el esp¨ªritu de servicio, en contraposici¨®n con el de orgullo o privilegio, totalmente rechazables en el mando?, seg¨²n la alocuci¨®n aqu¨ª resumida.
En cuanto al car¨¢cter sobrepartidista, equivale, en palabras del director de la AGM, a ser en el servicio y ejercicio del mando, espa?oles por encima de todo; y por ello, apartidistas; impidiendo toda manipulaci¨®n, por parte de intereses de grupos y de clase. ?Es por esto?, se?alaba el general Pinilla, ?por lo que necesit¨¢is estar formados tanto y tan solidamente en las tradicionales y siempre actuales virtudes castrenses cuanto atentos a conocer las corrientes del pensamiento moderno y actual y al esp¨ªritu de valores que deban incorporarse y que, pudi¨¦ramos llamar -por hacerlo de alg¨²n modo-, nueva normativa militar, empezando por las Reales Ordenanzas de Juan Carlos I?.
El general Pinilla quiere, en definitiva, unos nuevos oficiales ?conscientes del cambio y evoluci¨®n social y humana, de los nuevos estilos de convivencia y respetuosos con la voluntad nacional y soberan¨ªa popular; fieles al Rey yjefe de los Ej¨¦rcitos y a nuestra sociedad y pueblo, a los que servimos, dentro de la estructura jur¨ªdica de Espa?a?.
C¨®mo hacer realidad esos prop¨®sitos, que tan bien se ajustan al marco constitucional es uno de los retos b¨¢sicos que tiene planteados el Ministerio de Defensa y el propio sistema democr¨¢tico. Para afrontarlo har¨¢ falta alguna coherencia mayor que la probada en el caso de la conferencia dictada por el coronel Jos¨¦ Gast¨®n Molina, jefe de estudios de la Academia de Infanter¨ªa de Toledo sobre ?el militar y la pol¨ªtica?, donde propiciaba una acci¨®n militar para terminar con la situaci¨®n actual, seg¨²n informaba EL PAIS el 28 de enero pasado. Por no hablar de casos m¨¢s recientes, como el del teniente coronel de Ingenieros Federico de la Puente, en su reciente conferencia sobre ?La subversi¨®n?.
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