La derecha de la derecha
EN EL momento en que la clase pol¨ªtica se dispon¨ªa a iniciar sus vacaciones y el presidente del Gobierno invitaba a una fiesta de fin de curso a los altos cargos y personalidades del centrismo, 39 diputados de UCD han arrojado, en las pl¨¢cidas aguas del verano, la carga de profundidad de un manifiesto que crea formalmente una tendencia organizada dentro del partido e instala una Plataforma Moderada para su lanzamiento.Tanto la personalidad de los firmantes como el cont¨¦nido del documento ponen de relieve el car¨¢cter conservador de la fracci¨®n, compuesta a medias por democristianos y hombres cercanos a la derecha autoritaria. Los deseos de establecer v¨ªnculos estrechos con la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica se transparentan, en el tratamiento de las cuestiones relacionadas con las costumbres y la ense?anza. Las exhortaciones a la defensa de la instituci¨®n familia parecen una oblicua censura de la ley de divorcio, que algunos de los diputados firmantes se proponen modificar a trav¨¦s de una proposici¨®n de ley. Las referencias a la libertad de ense?anza son un simple eufemismo para reclamar la financiaci¨®n con fondos p¨²blicos de los colegios religiosos en porcentajes superiores a los de la situaci¨®n actual.
El apoyo al ingreso inmediato de Espa?a en la OTAN, sin exigir un previo debate nacional o una mayor¨ªa cualificada en el Parlamento, es una posici¨®n de antiguo mantenida por los democristianos. En Cambio, el deseo de acelerar la autorizaci¨®n de emisoras privadas de televisi¨®n parece de fecha m¨¢s reciente, tal vez porque el Estatuto de, RTVE y los, cambios en el personal. directivo, la plantilla profesional y los programas de Televisi¨®n hayan comenzado a poner nerviosos a quienes hab¨ªan contado hasta ahora con el monopolio estatal para obtener ventaja en las campa?as electorales.
Otros puntos del manifiesto son demasiado imprecisos. Sorprende, en cualquier caso, que la contenci¨®n de los gastos corrientes y la modernizaci¨®n sin demora de la Administraci¨®n p¨²blica sean defendidas por diputados que, como el portavoz del grupo centrista en el Congreso, sabotearon el proyecto del Gobierno para establecer un r¨¦gimen de incompatibilidades que impidiera a los profesionales del poder cobrar del Tesoro p¨²blico por distintos conceptos, desde los varios sueldos oficiales, hasta las remuneraciones por su asesor¨ªa a los ministros o las dietas por asistir a los consejos de. administraci¨®n de empresas p¨²blicas.
El manifiesto pone el ¨¦nfasis, sin embargo, en cuestiones relacionadas con la estrategia de alianzas de UCD y su futura oferta electoral. Los 39 diputados firmantes se comportan como si fueran ellos los ¨²nicos aut¨¦nticos portavoces y representantes del voto centrista en 1979, y se presentan dispuestos a ?reconectar a UCD con su electorado desilusionado?. Dada la enorme inversi¨®n -publicitaria en la imagen de Adolfo Su¨¢rez durante los anteriores comicios, cabr¨ªa albergar ciertas dudas sobre el acierto del diagn¨®stico de la Plataforma Moderada, sobre todo si se recuerda el naufragio de la democracia cristiana en junio de 1977, y el fracaso de Jos¨¦ Luis Alvarez en las-municipales. En esta misma l¨ªnea de razonamiento, no deja de ser sorprendente que los 39 diputados -entre los que figuran dos ex ministros (Otero Novas y De la Cierva), el anterior presidente del Congreso (Fernando Alvarez de Miranda) y pol¨ªticos que han desempe?ado importantes responsabilidades- denuncien impl¨ªcitamente la hegemon¨ªa de UCD en el poder legislativo y en el poder ejecutivo a lo largo de cinco a?os,? al proponer como objetivo de sus desvelos el restablecimiento ? de los valores. ¨¦ticos en la actividad pol¨ªtica?.
La finalidad primordial del manifiesto conservador es. ofrecer una estrategia electoral para 1983, basada en un escoramiento hacia la derecha de UCD, a la sombra protectora del actual presidente del Gobierno. S¨®lo el respaldo deljefe del poder ejecutivo podr¨ªa hacer f¨¢ctible esa coalici¨®n ampliada cuyas fronteras se superponen con la gran derecha. La ?oferta amplia, coherente, concreta y digna del cr¨¦dito de los espa?oles? que propone la Plata forma Moderada significar¨ªa el ensanchamiento del centrismo hacia los territorios de Coalici¨®n Democr¨¢tica y Alianza Popular, con el probable sacrificio ritual de Manuel Fraga, y la exclusi¨®n de las listas electorales de los socialdem¨®cratas de F¨¦rn¨¢ndez Ord¨®?ez y de los suar¨ªstas irrecuperableas. La oferta de articular esta iniciativa conservadora con otros sectores centristas es una mano tendida a los liberales, a los correosos seguidores d e Mart¨ªn Villa y al propio Adolfo Su¨¢rez. La decisi¨®n de estos diputados, a los que parecen haberse unido ya m¨¢s de veinte senadores centristas, de constituirse en tendencia, tiene la indiscutible virtud, por lo dem¨¢s, de acabar con la leyenda piadosa de la unidad, solidez y coherencia de UCD. La Plataforma Moderada puede significar el comienzo de una liquidaci¨®n por derribo del invento centrista. Los riesgos de una ruptura quiz¨¢ inevitable de UCD est¨¢n sobre el tapete. La derecha recalcitrante del partido en el poder ha jugado una baza peligrosa. Sin, duda habr¨¢ evaluado que la solidez de las instituciones y la credibilidad del sistema no van a ponerse a corto plazo en entredicho. Pero es innegable que un debilitamiento pronunciado del partido centrista, en estos momentos, es una estrategia a a?adir a las tensiones golpistas o a las soluciones de fuerza.
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