Palestinos e israel¨ªes contin¨²an hostig¨¢ndose cuatro d¨ªas despu¨¦s del alto el fuego

El alto el fuego establecido el viernes pasado en Oriente Pr¨®ximo se muestra muy precario. Los aviones israel¨ªes contin¨²an sobrevolando el cielo liban¨¦s y los palestinos, con diferentes criterios ante la nueva situaci¨®n, prosiguen sus bombardeos del enclave cristiano del sur de L¨ªbano. Philip Habib, el enviado especial del presidente Reagan a la regi¨®n, declar¨® ayer en Washington que la situaci¨®n era "fr¨¢gil y delicada" y que las partes deb¨ªan mostrar "la mayor de las prudencias".

La precariedad del alto el fuego se basa en la divergencia de interpretaciones del acuerdo verbal establecido por Habib entre Men¨¢jem Beguin y el presidente liban¨¦s, El¨ªas Sarkis. Los israel¨ªes aseguran que en ning¨²n momento aceptaron como parte del trato la suspensi¨®n de sus vuelos de reconocimiento sobre territorio liban¨¦s, mientras que el Frente Popular para la Liberaci¨®n de Palestina (FPLP), una de las ocho organizaciones que integran la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP), se?al¨® que seguir¨¢ bombardeando territorio israel¨ª desde sus posiciones en el sur liban¨¦s y que no aceptar¨¢ "ning¨²n acuerdo que beneficie al enemigo". Ante esta situaci¨®n el Gobierno norteamericano declar¨® que el alto el fuego tambi¨¦n afectaba al enclave del comandante liban¨¦s disidente Saad Haddad.El FPLP, un grupo radical apoyado por el Gobierno libio, acus¨® a Yasir Arafat de haber aceptado de forma unilateral el alto el fuego.

Para Philip Habib, lo conseguido es Ia condici¨®n indispensable de futuros progresos en la b¨²squeda de la paz en Oriente Pr¨®ximo". Men¨¢jem Beguin declar¨® ante el Parlamento israel¨ª que el alto el fuego pod¨ªa durar meses o semanas pero que, en todo caso, Ia calma era apreciable en las localidades fronterizas

Cambio en la pol¨ªtica estadounidense

Lo que para los observadores resulta evidente es que el alto el fuego va a servir para que la Administraci¨®n norteamericana tenga un par¨¦ntesis para reevaluar y, probablemente, modificar su estrategia en la zona. La Casa Blanca, se piensa, tendr¨¢ que buscar una soluci¨®n al problema de la autonom¨ªa palestina en los territorios ocupados.

Un portavoz de esta organizaci¨®n manifest¨® que espera que la corriente de comprensi¨®n hacia la causa palestina lleve a un cambio de la pol¨ªtica de Estados Unidos en cuanto al no reconocimiento de la OLP. "Nuestra organizaci¨®n est¨¢ de nuevo en el centro de los acontecimientos y ha vuelto a ocupar un lugar importante en el tema de Oriente Pr¨®ximo", declar¨® el fedajin, quien a?adi¨® que "esta guerra ha resultado un ¨¦xito para la OLP, Un fracaso para Israel y una fuente de problemas para Estados Unidos".

Es precisamente el costo pol¨ªtico de esta guerra de quince d¨ªas lo que ocupa las p¨¢ginas editoriales de la Prensa israel¨ª. Para Maariv "lo que es cierto es que Israel deber¨¢ pagar el precio m¨¢s alto en el ¨¢rea de lo pol¨ªtico. El acuerdo ha concedido a las organizaciones terroristas el status de interlocutor en las negociaciones y de parte en el conflicto".

El Jerusalem Post tambi¨¦n destaca los beneficios que han extra¨ªdo los palestinos de la nueva situaci¨®n y subraya que ello tendr¨¢ graves consecuencias a largo plazo, aunque "el balance pol¨ªtico negativo" hubiera podido compensarse si las decisiones hubieran tenido "resultados militares".

Nadie en el Gobierno niega que Beguin ha tenido que padecer fuertes presiones de Estados Unidos para que aceptara el acuerdo verbal con Sarkis. En Jerusal¨¦n se piensa que las relaciones entre Israel y Estados Unidos van a revestirse, a partir de ahora, de una desconfianza mutua. A este prop¨®sito, el especialista en cuestiones militares del diario Haaretz cree que la promesa de los norteamericanos de no negociar con la OLP e puro formulismo:"No me cabe la menor duda" escribe,que cace tiempo que representantes de la CIA han tenido contactos directos con delegados de la OLP y que ahora discutir¨¢n con ellos la misi¨®n de Habib".

El conflicto tambi¨¦n ha puesto en marcha dos movimientos de distinto signo en cada uno ele los pa¨ªses afectados. En L¨ªbano las disensiones internas ser¨¢n discutidas por todas las partes en el curso de los pr¨®ximos d¨ªas con vistas a lograr una entente nacional. En Israel se hace m¨¢s dif¨ªcil el proceso de formaci¨®n del nuevo Gobierno.

Un equipo formado por parlamentarios del Likud (bloque, mayoritario) y, del Partido Nacional Religioso (seis diputados) trata de llegar a un acuerdo en las 124 exigencias de este ¨²ltimo para formar Gobierno. Al mismo, tiempo, el partido radical Agudath Israel ha endurecido sus condiciones.