Pilotos: huelga salvaje

Si los pilotos de Iberia hubieran elegido cualquier ¨¦poca del a?o menos la ¨²ltima semana de julio para poner en marcha su especial plan Charlie 7, reivindicaci¨®n econ¨®mica disfrazada de celo ?en el no cumplimiento de cometidos no reglamentarios seguramente habr¨ªan obtenido una cierta comprensi¨®n para su actitud y una favorable audiencia para sus mot¨ªvaciones. Pero al haber hecho coincidir deliberadamente su plan de acci¨®n con las fechas de mayor movimiento de viajeros por v¨ªa a¨¦rea ( ... ) lo que han conseguido, de entrada, es todo lo contrario de lo que pretend¨ªan. La m¨¢s absoluta repulsa de los pasajeros, la acusaci¨®n de insolidaridad del resto de la plantilla de la compa?¨ªa y la negativa de respaldo a su actitud por parte de las centrales sindicales no son precisamente pruebas del ¨¦xito del plan de los pilotos. (...)Las eventuales razones de fondo que pudieran existir en las reclamaciones laborales y econ¨®micas de los pilotos son dificiles de comprender en t¨¦rminos cuantitativos y cualitativos, especialmente tras el Acuerdo Nacional de Empleo, el Estatuto de los Trabajadores y, en ¨²ltimo extremo, la propia Constituci¨®n, a falta de una ley de huelga prevista en su art¨ªculo 28 y una ley de conflictos colectivos, a la que hace referencia el art¨ªculo 37, que establezcan las garant¨ªas para el funcionamiento de ?los servicios esenciales de la comunidad?.

24 de julio