La polic¨ªa investiga, un ano despu¨¦s, la implicaci¨®n de otras personas en el asesinato de los marqueses de Urquijo

La Brigada Regional de Polic¨ªa Judicial est¨¢ investigando las relaciones de Rafael Escobedo Alday, detenido el pasado 10 de abril como presunto autor del doble asesinato de los marqueses de Urquijo, sus ex suegros, con otras personas que pudieran estar implicadas en los cr¨ªmenes cometidos hace hoy exactamente un a?o, as¨ª como algunos cap¨ªtulos de la vida particular del marqu¨¦s -funcionario de la Embajada americana durante cuatro a?os-, seg¨²n pudo saber EL PAIS de fuentes de toda solvencia. Asimismo, la Sala Segunda de la Audiencia Territorial ha designado como nuevo juez especial para el caso a Juan Antonio Jim¨¦nez Alfaro, ante el cese el pasado 17 de julio del anterior titular encargado del hecho, Luis Serrano de Pablo.

La Brigada Regional de Polic¨ªa Judicial ha acelerado las investigaciones relativas al caso del asesinato de los marqueses de Urquijo, especialmente en lo que concierne a las relaciones que pudiera haber mantenido Rafael Escobedo Alday, presunto autor del hecho, quien contin¨²a internado en la c¨¢rcel de Carabanchel, con otras personas que pudieran estar implicadas, seg¨²n las sospechas de la polic¨ªa, en el suceso. Asimismo est¨¢n siendo investigadas las conexiones de Juan de la Sierra y Torres, asesinado junto con su esposa Mar¨ªa Lourdes en la madrugada del pasado d¨ªa 1 de agosto, quien prest¨® sus servicios como traductor en la Embajada americana durante cuatro a?os -del 25 de enero de 1954 al 9 de mayo de 1958.Seg¨²n pudo saber este peri¨®dico, Juan de la Sierra y Torres hab¨ªa asistido algunas veces a una localidad cercana a la ciudad de El Paso, situada en la frontera de M¨¦xico y Estados Unidos, donde peri¨®dicamente sol¨ªan reunirse, por motivos desconocidos, funcionarios de las embajadas americanas en el extranjero. La polic¨ªa est¨¢ investigando estos hechos por si pudiera obtenerse alguna pista que tuviera relaci¨®n con el asesinato de los marqueses.

Por otra parte, la Sala Segunda de la Audiencia Territorial ha designado a Juan Antonio Jim¨¦nez Alfaro como juez especial para este caso, ante el cese, el pasado 17 de julio, del anterior, designado por el mismo organismo, Luis Serrano de Pablo, seg¨²n manifest¨® a este peri¨®dico el presidente de la Audiencia Territorial, Acisclo Fern¨¢ndez Carriedo. El actual encargado del caso ven¨ªa prestando sus servicios como titular del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 21, quien se incorporar¨¢ a su puesto el pr¨®ximo lunes.

"Est¨¢ tapando a alguien"

El abogado defensor del presunto autor material del hecho, Jos¨¦ Mar¨ªa Stampa Braun, declar¨® a este peri¨®dico que, adem¨¢s de las diligencias ordinarias, hab¨ªa sugerido que fuera inspeccionado el despacho que en el Banco de Urquijo ocupaba el anterior marqu¨¦s de Urquijo, t¨ªtulo que ahora ha pasado a su hijo, Juan Manuel, sin que su propuesta haya sido tomada en cuenta por los responsables de las investigaciones del caso, a pesar de la importancia que pudiera tener tal registro.Jos¨¦ Mar¨ªa Stampa manifest¨® asimismo que el misterioso suceso "contin¨²a, todav¨ªa, inmerso en la m¨¢s absoluta oscuridad" y, personalmente, pensaba que su defendido "est¨¢ tapando a alguien".

El proceso contin¨²a en su fase de instrucci¨®n sumarial, y el abogado defensor de Escobedo est¨¢ pendiente de la contestaci¨®n al recurso de reforma que interpuso el d¨ªa 11 del pasado mes de julio contra el auto de procesamiento dictado por el juez cuatro d¨ªas antes y en el que decret¨® el procesamiento de Rafael Escobedo como presunto autor del asesinato de sus suegros "con alevos¨ªa y premeditaci¨®n conocida".

Jos¨¦ Mar¨ªa Stampa present¨® un recurso de reforma en base a la, falta de elementos concretos de prueba contra el procesamiento de su defendido, quien neg¨® ante el anterior juez designado, Luis Serrano de Pablo, su implicaci¨®n en el caso, rectificando de esta forma sus primeras declaraciones. Rafael Escobedo, detenido el pasado mes de abril, declar¨® ante el juez que instru¨ªa el sumario que sus declaraciones iniciales se debieron a un pacto, seg¨²n el cual, si confesaba su participaci¨®n en los asesinatos, dejar¨ªan tranquila al resto de su familla y no se investigar¨ªa m¨¢s sobre el asunto. En el auto, Rafael Escobedo figura como presunto autor material del doble asesinato y se dice que los hechos fueron cometidos por ¨¦l de acuerdo con una o varias personas no determinadas hasta ahora, seg¨²n se supo de fuentes jur¨ªdicas.

En sus primeras declaraciones ante el juez, Rafael Escobedo declar¨® ser el autor de la muerte de sus suegros y explic¨® que hab¨ªa actuado contra ellos por considerarlos responsables de sus Gesavenencias conyugales y del fracaso matrimonial surgido entre ¨¦l y su mujer, Miriam de la Sierra, hija de los marqueses, de la que se encontraba separado. A partir de aquellas declaraciones, la polic¨ªa mostr¨® a Escobedo como un joven con desequilibrios ps¨ªquicos y descart¨® en todo momento el m¨®vil econ¨®mico de los asesinatos, ya que ¨¦l, y su mujer ten¨ªan hecha la separaci¨®n de bienes.

El hijo de los asesinados no hace declaraciones

Juan Manuel de la Sierra, hijo de los asesinados, manifest¨¦ a este peri¨®dico en la ma?ana de ayer que prefer¨ªa no hacer ning¨²n tipo de declaraciones sobre el curso de las investigaciones que se realizan en torno al caso, aunque s¨ª afirm¨® que manten¨ªa a Adolfo de Miguel Garci L¨®pez como abogado acusador en el proceso, quien, adem¨¢s, se ocupa de la defensa de tres de los procesados por su participacl¨®n en el frustrado golpe de Estado del pasado 23 de febrero.Como se sabe, sobre las nueve de la ma?ana del pasado 1 de agosto, el guarda jurado de la finca de Somosaguas, en la que los marqueses habitaban, descubri¨® sus cad¨¢veres, que se encontraban tumbados en sus respectivas camas, colocadas en habitaciones separadas. En el momento en que fue cometido el doble crimen, se encontraban en la casa una sirvienta negra y un perro caniche, conocido por el nombre de Boli. Un cristal roto y unos casquillos de bala del calibre 22 fueron los ¨²nicos rastros que dejaron tras de s¨ª el asesino o asesinos.