Se abre en Portugal la batalla por la sucesi¨®n de Pinto Balsem?o en la jefatura del Gobierno

En v¨ªsperas de la reuni¨®n extraordinaria del Consejo Nacional del Partido Socialdem¨®crata portugu¨¦s (PSD), que debe proponer el nombre de un futuro primer ministro, la batalla por la suces¨ª¨®n de Pinto Balsem?o est¨¢ abierta. Ya se han registrado, incluso, las primeras bajas en las listas de los candidatos. Los dos pretendientes socialdem¨®cratas mejor colocados han hecho llega ya a la Prensa la noticia de su renuncia: Eurico de Melo no se considera competente y Cavaco Silva no estar¨ªa dispuesto a someterse a la prueba de la votaci¨®n en el Consejo Nacional.

El ministro de Hacienda de Sa Carneiro sabe que no podr¨ªa vencer a no ser que sea ayudado por Francisco Pinto Balsem?o, que ha logrado ya el apoyo de la aplastante mayor¨ªa de las direcciones federales del PSD. Los duros del PSD y los democristianos del CDS han iniciado ya el lanzamiento de su favorito, Carlos Mota Pinto.Inaceptable para un sector cr¨ªtico del PSD la candidatura de Mota Pinto es, sobre todo, totalmente inadmisible para Eanes. Es incluso una de las pocas personalidades que el jefe del Estado podr¨ªa rechazar aduciendo motivos irrefutables: adem¨¢s de haber sido el mandatario del candidato vencido a la presidencia, Mota Pinto se dirigi¨® entonces al presidente Eanes en t¨¦rminos particularmente duros en una carta publicada por la Prensa portuguesa.

Su nombramiento ser¨ªa. una aut¨¦ntica declaraci¨®n de guerra institucional, pero no parece probable, aun en el caso de que Cavaco Silva y Freitas do Amaral aceptasen formar parte de un Gobierno presidido por Mota Pinto. Nuevos nombres surgen en todo momento: Mario Raposo, ex ministro de Justicia, por parte de los cr¨ªticos; Meneres Pimentel, por la de los oficialistas. Pero no pasan de ser meras hip¨®tesis. Balsem?o se limita a mantener silencio.

Las palabras del comunicado de la Presidencia de la Rep¨²blica en que se anuncia oficialmente la aceptaci¨®n de la d¨ªmisi¨®n del primer ministro han sido cuidado samente escogidas para no limitar, pol¨ªtica y temporalmente, las posibilidades de maniobra de Pinto Balsem?o.

Aunque aceptando como motivo v¨¢lido de la dimisi¨®n los "obst¨¢culos reales" que encontr¨® el jefe del Ejecutivo en el ejercicio de sus funciones, el presidente Eanes recuerda que Balsem?o sigue reuniendo las condiciones constitucionalmente exigibles para ocupar el cargo: la confianza pol¨ªtica del jefe del Estado y del Parlamento, que no vot¨® n¨ªnguna moci¨®n de desconfianza. hacia el Gobierno.

En consecuencia, la dimisi¨®n del primer ministro ser¨¢ efectiva despu¨¦s de la consulta, constitucionalmente obligatoria, del Consejo de la Revoluci¨®n, situado frente al hecho consumado de la aceptaci¨®n previa del presidente, pero los miembros del Gobierno "seguir¨¢n en el ejercicio de sus funciones, en el ¨¢mbito de las competencias constitucionales".

En otros t¨¦rminos, esto quiere decir'que no hay prisa por resolver la crisis y que el actual Gobierno puede seguir en ejercicio normal hasta la reanudaci¨®n de la sesi¨®n parlamentaria el 15 de octubre, lo que constituye un plazo suficiente para la convocator¨ªa de un congreso extraordinar¨ªo del PSD.

Sobre un punto, al menos, Balsem?o y Eanes parecen haber llegado a un acuerdo: salvaguardar la estabilidad gubernativa para dejar tiempo a que las luchas intestinas, entre los partidos lleguen a su desenlace.