Veinte a?os de muro en Berl¨ªn
En la madrugada del domingo 13 de agosto de 1961, la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana (RDA) comenz¨® a levantar una alambrada entre Berl¨ªn este y el lado occidental de la ciudad. La alambrada, sustituida d¨ªas despu¨¦s por un muro de hormig¨®n, pretend¨ªa poner fin a la huida masiva de alemanes orientales hacia Berl¨ªn oeste. A partir de entonces las fugas se hicieron m¨¢s dif¨ªciles -"hoy s¨®lo un loco o un desesperado puede llegar a intentarlo", se ha dicho-, y en muchas ocasiones el intento se pag¨® con la vida.La decisi¨®n de Walter Ulbricht -jefe del Estado, del Gobierno y -del partido- sorprendi¨® a los berlineses orientales, de los que casi 60.000 trabajaban en Berl¨ªn occidental. El tr¨¢fico entre ?os dos sectores hab¨ªa sido suspendido, y los grupos combativos de empresa. acompa?ados por soldados, levantaban cercas y extend¨ªan alambradas de espino.
Como consecuencia del bloqueo de Berl¨ªn en 1948-49 en la ciudad se hab¨ªan creado dos administraciones, aunque las personas pod¨ªan moverse libremente por toda la ciudad.
Esta libertad de movimientos favorec¨ªa la huida hacia el sector occidental -a trav¨¦s de la ¨²nica zona posible: la frontera sectorial de Berl¨ªn- de miles de berlineses y de decenas de miles de ciudadanos de la RDA. Ante la sangr¨ªa econ¨®mica y propagand¨ªstica que esta avalancha de fugitivos supon¨ªa, Ulbricht cerr¨® la frontera y levant¨® un rriuro.
71 muertos
Durante los cinco primeros meses de existencia del muro, los alemanes orientales continuaron pasando a Occidente por los m¨²ltiples resquicios que ofrec¨ªa la nueva "frontera del Estado, de la Rep¨²blica Democr¨¢tica Aleman¨¢". Se calcula que fueron 52.000 las personas que consiguieron pasar al Oeste en ese corto per¨ªodo de tiempo.Las oportunidades, sin embargo, se acabaron en seguida y muy pronto el muro alcanz¨® los cuatro metros de altura, multiplic¨¢ndose en sus alrededores la vigilancia de los vopos (polic¨ªas fronterizos germano-orientales).
Con el paso del tiempo, las medidas de vigilancia y control fueron sofistic¨¢ndoge, y hoy el muro, rematado por un tubo que impide el uso de garfios para saltar sobre ¨¦l, est¨¢ protegido por vallas electrificadas, perros polic¨ªas, torres de vigilancia dotadas de focos de gran potencia, campos de minas y dispositivos de tiro autom¨¢ticos.
"Paz y seguridad"
Las crecientes dificultades para pasar al oeste de Berl¨ªn no han arredrado completamente atodos los berlineses orientales. Desde que el muro comenz¨® a ser una cosa seria, varios cientos de personas han conseguido salvar la barrera, aunque otras 71 (la ¨²ltima, en noviembre pasado, una muchacha de 18 a?os) perec¨ªan en el intento.Cada a?o, en esta fecha, se multiplican las conmemoraciones a un lado y otro del muro, una frontera cuyo significado ha sufrido un apreciable descenso en el lado occidental.
Para la RDA, el 13 de agosto supone el principio de la independencia de un Estado socialista en territorio germano, y lo conmemora con desfiles militares en la capital. "El muro significa", ha dicho Er¨ªch Honecker, secretario general del partido comunista, "que el poder del imperialismo ha llegado a un l¨ªmite de una vez para siempre. Para nosotros el muro quiere decir paz y seguridad, los m¨¢s preciados bienes del hombre".
En Berl¨ªn occidental no se comparten estas ideas, y frente al muro se llevan a cabo manifestaciones de protesta, mayoritariam¨¦nte de las juventudes democristianas m¨¢s radicalizadas, que han sustituido la antigua petici¨®n de la juventud alemana del "ejercicio del derecho de autodeterminaci¨®n por el pueblo alem¨¢n" por las consignas e insultos contra la RDA.
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