Cor¨ªn Tellado: "No me gusta el erotismo directo"
Cor¨ªn Tellado, despu¨¦s de pasar sus vacaciones en Viav¨¦lez (Asturias), sin escribir, reanud¨®, a las cinco de la madrugada de ayer, en Gij¨®n, su febril actividad creadora.En el momento del reencuentro con sus personajes afirma estar cansada de describir escenas de amor, recuerda sus viejos problemas con la censura, a la que col¨® siempre su erotismo disfrazado.
Ha ordenado tambi¨¦n sus pr¨®ximas lecturas, entre las que no faltan las obras de sus autores preferidos: Garc¨ªa M¨¢rquez, Vargas Llosa, Umbral, Cela, Alvaro de Laiglesia, Grosso y Mars¨¦. Despu¨¦s de la pol¨¦mica visita de Guillermo Cabrera Infante a su chal¨¦ de Gij¨®n, relatada por el escritor cubano en EL PA?S (23-8-81), Cor¨ªn Tellado hizo unas extensas declaraciones al periodista Francisco Orejas.
Solicitada su opini¨®n sobre el inter¨¦s demostrado ¨²ltimamente en conocer su obra por algunos escritores cultos latinoamericanos, respondi¨®: ?Vargas Llosa, yo considero que es un hombre estupendo; no digo con esto que Cabrera Infante sea mala persona, ni much¨ªsimo menos, y escriben los dos de maravilla.
En sus respuestas se advierte un cierto complejo respecto de la literatura, pero en su g¨¦nero est¨¢ muy segura de s¨ª misma. ?Yo marqu¨¦ un hito en la novela rosa, o como se la quiera llamar, y no tengo reparos en afirmar que soy la mejor?. ?Su secreto? ?Triunf¨¦ porque fui perseverante. Mi ¨¦xito se ha producido, tambi¨¦n, porque dejo trabajar a la imaginaci¨®n del lector, eso es muy importante: no decir las cosas. No digas que se est¨¢ desvistiendo fulano, di que parece.... y t¨² lo ves desnudo, sin que yo te lo diga. Mi ¨¦xito est¨¢ en el decir y el no decir.
Est¨¢ cansada de que sus personajes hagan el amor sin descanso. ?Ya estoy un poco harta, pero voy a seguir. Tengo un doble m¨¦rito, porque si a m¨ª las escenas amorosas no me gustan, y encima me salen bien, oye, soy un fen¨®meno. No me asustan porque yo soy una persona que no me enamor¨¦ nunca as¨ª como mucho, mucho. Encima, me sali¨® mal, pues fuera.
Cor¨ªn cree tener mala prensa ?por envidia, por rencor o porque efectivamente no valgo nada, pero algo debo valer porque llevo 36 a?os en el asunto, vendo en Portugal, Chile, en Argentina, en Espa?a; en Espa?a, posiblemente menos, pero nunca vend¨ª mucho en Espa?a, no creas, en la dictadura y en la democracia?. Sus novelas rosa tambi¨¦n encontraron dificultades en el franquismo. ?Con la dictadura tuve muchos problemas, pero consegu¨ª enga?ar siempre a la censura. Si me devolv¨ªan una novela, yo cambiaba el t¨ªtulo y sustitu¨ªa las palabras tachadas en rojo por otras. Se trataba, por ejemplo, de retirar un lo juro por un te prometo. Una vez me censuraron una escena pol¨ªtica porque sal¨ªa un general o algo as¨ª. El tener que decir las cosas de otra manera fue meti¨¦ndome en este estilo peculiar de decir y no decir. Le debo eso a la censura. Ahora sigo igual, porque a m¨ª el erotismo directo no me gusta?.
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