El futuro de la ex colonia espa?ola es muy incierto
A pesar del pomposo anuncio publicado en la primera p¨¢gina del semanario Ebano, ¨²nica publicaci¨®n de Malabo -"El pa¨ªs sigue con implacable fidelidad los objetivos de democratizaci¨®n previstos por el Consejo Militar Supremo"-, el futuro pol¨ªtico de esta peque?a Rep¨²blica es una de las muchas nebulosas que rodean a Guinea Ecuatorial.
La verdad es que, por el momento, s¨®lo hay prevista la celebraci¨®n el pr¨®ximo lunes de unas elecciones para consejeros de poblados, cargos que se supone deben asesorar al jefe tradicional del lugar en la toma de decisiones cotidianas. Muchos temen que esto sea el embri¨®n de un partido parecido al Partido ?nico de Mac¨ªas, que se convirti¨® en una inmensa red de espionaje popular. El proceso previsto consiste en que, una vez celebradas esas primeras elecciones, se presente un texto Constitucional al pueblo guineano, el gran ausente en todo lo que supongan decisiones de alg¨²n tipo, y que a continuaci¨®n se proceda a la elecci¨®n de presidente de la Rep¨²blica, quien, a su vez, designar¨¢ un jefe de Gobierno.
?Qu¨¦ formaciones pol¨ªticas participan en esas elecciones presidenciales?. Previsiblemente, ninguna, ya que en el interior de Guinea no est¨¢ autorizada la formaci¨®n de ning¨²n grupo pol¨ªtico. Por tanto, si todo sigue como hasta ahora y la situaci¨®n no estalla antes, lo seguro es que el actual jefe del Estado, Teodoro Obiang, salga elegido presidente de la Rep¨²blica. El proceso debe quedar culminado a lo largo del pr¨®ximo a?o; pero este es el momento en que nadie sabe en Guinea Ecuatorial si va a empezar la segunda fase y, sobre todo, c¨®mo va a terminar.
Desde luego, nadie menciona la existencia de una C¨¢mara pol¨ªtica en forma de Asamblea o Parlamento. Todo parece indicar que el plan puesto en marcha, que dar¨¢ comienzo con esas elecciones org¨¢nicas el pr¨®ximo lunes, se debe a presiones realizadas sobre Obiang, por parte de sus colegas de Camer¨²n y Gab¨®n, para que realice el proyecto pol¨ªtico m¨¢s que a un convencimiento de los gobernantes actuales sobre la necesidad de una democratizaci¨®n.
Porque, evidentemente, una participaci¨®n del pueblo en las tareas de gobierno supondr¨ªa la p¨¦rdida de influencia de los miembros del clan de Mongomo, que han ca¨ªdo sobre este pa¨ªs desde la independencia, primero con Mac¨ªas y luego con Obiang, como las siete plagas de Egipto y consiguiendo con su corrupci¨®n y sus acciones que Guinea no pueda ni siquiera iniciar un despegue hacia metas de progreso y bienestar.
Progreso y bienestar son dos t¨¦rminos desconocidos en Guinea desde los tiempos de la colonia. Ayer, este enviado especial recorri¨® detenidamente el suburbio de New Ville (su nombre ingl¨¦s se debe a que en ¨¦l se alojaban antes los trabajadores nigerianos). Es dif¨ªcil encontrar un paralelo de miseria, de podredumbre, de falta de higiene y salubridad en alguna parte del mundo. En New Ville, que se podr¨ªa traducir sarc¨¢sticamente por Pueblo Nuevo, vive, hacinada en chozas, una gran parte de los aproximadamente 30.000 habitantes que tiene Malabo; hasta tal punto, que cuando sus moradores bajan a la capital los cochambrosos edificios de sus calles parecen aut¨¦nticos palacios. La miseria y tristeza ambiental no impiden el afecto que sus habitantes demuestran hacia los visitantes tan pronto descubren que ¨¦stos son espa?oles.
Ese afecto y calor popular hacia todo lo espa?ol contrasta con el recelo y a veces aversi¨®n que una mayor¨ªa de los miembros del Gobierno tiene hacia Espa?a, principalmente como resultado de su educaci¨®n en la Uni¨®n Sovi¨¦tica y los pa¨ªses socialistas. Se cuenta como an¨¦cdota que el pueblo de esta isla s¨®lo ha saltado realmente dos veces a la calle. La primera, antes de la ca¨ªda de Mac¨ªas, cuando el dictador, en una de sus m¨²ltiples fantas¨ªas, quiso correr el rumor de que los espa?oles preparaban un desembarco. La gente se lo crey¨® y se instal¨® en el puerto y en las playas, dispuesta a tributar un recibimiento apote¨®sico a los supuestos invasores. La segunda vez fue con ocasi¨®n de la llegada de un transporte espa?ol que tra¨ªa el autom¨®vil oficial que utilizar¨ªa el rey Juan Carlos en su visita a este pa¨ªs. La gente se lanz¨® en masa al muelle para presenciar lo que esperaba iba a ser el desembarco de los espa?oles.
Este pa¨ªs, en la actualidad, carece de todo lo indispensable para subsistir, merced al continuo saqueo a que est¨¢ sometida su econom¨ªa por parte de sus responsables. La corrupci¨®n est¨¢ extendida a todos los niveles y afecta a la vida normal de los habitantes del pa¨ªs. En Malabo se cort¨® la luz el pasado lunes, y todav¨ªa no ha vuelto. La causa, la falti de aceite para los motores que alimentan a los generadores. Una comisi¨®n se traslad¨® a Duala, capital econ¨®mica de Camer¨²n, para proveerse de aceite. Llevaba un cheque para una cuenta corriente del Estado guineano, que aparentemente deb¨ªa tener un saldo favorable de ocho millones de d¨®lares en un banco camerun¨¦s. En el banco no quedaba un c¨¦ntimo, y se tuvieron que volver con s¨®lo diez bidones de aceite, ya que los cainerunenses se negaron a venderles m¨¢s si no pagaban en efectivo. El resultado es que Malabo sigue a oscuras.
El ¨²nico restaurante que existe en la actualidad es el Miramar, que pertenece a una escuela de hosteler¨ªa creada por el Ministerio de Trabajo espa?ol, ctiyos coope rantes, dirigidos por el funcionario V¨ªctor Herrera, realizan, contra viento y marea, una merit¨ªsima labor en todos los campos. A ello se debe la creaci¨®n, entre otras cosas, de una escuela de Formaci¨®n Profesional y que incluye un modern¨ªsimo centro de confecci¨®n, a fin de producir vestidos para el consumo interior y para la exportaci¨®n. Hay que se?alar que el centro se encuentra cerrado en la actualidad, a la espera de que los responsables guineanos autoricen la importaci¨®n de tejidos e hilo para su funcionamiento.
La cooperaci¨®n espa?ola, pagada con el dinero del contribuyente, no tiene la eficacia que debiera, por la d¨¦bil presencia de nuestro pa¨ªs en Guinea Ecuatorial.
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