80 iconos rusos se exponen en Madrid
Un certificado sovi¨¦tico garantiza su autenticidad
La muestra de iconos rusos m¨¢s importante que hasta la fecha se ha presentado en Espa?a se inaugur¨® el martes pasado en un local de Los S¨®tanos de la Gran V¨ªa madrile?a, con un total de 78 tablas del siglo XIX, cuya autenticidad est¨¢ acreditada por el correspondiente certificado extendido por las autoridades sovi¨¦ticas. Esta colecci¨®n es la sexta y m¨¢s numerosa partida de iconos que ha llegado a Espa?a a trav¨¦s de Desa, cuyo director ejecutivo, Jos¨¦ Garc¨ªa, historiador que ha residido durante 36 a?os en la URSS, explica algunas peculiaridades de este comercio.
?Espa?a es ya un buen cliente de la Uni¨®n Sovi¨¦tica en cuanto a la compra de iconos, entre otros pa¨ªses que los importan, como la Rep¨²blica Federal de Alemania, Italia, Francia, Reino Unido, Estados Unidos o Jap¨®n?, afirma. ?Los iconos se adquieren en Novo-Export, un departamento ministerial que a su vez compra los que todav¨ªa existen repartidos por el gran territorio ruso. Pero s¨®lo los del sigIo XIX se exportan; los del XVII y m¨¢s antiguos se reservan para los museos?.
?Actualmente ya no hay una producci¨®n de iconos en la URSS?, indica Jos¨¦ Garc¨ªa. ?Los talleres donde se elaboraban a partir de la revoluci¨®n de 1917 se dedicaron a otro tipo de artesan¨ªa. Sin embargo, hay gente que todav¨ªa los conserva. Durante siglos fue una costumbre tradicional que en todas las bodas los contrayentes llevaran cada uno su icono, y en las casas campesinas se acumulaban, generaci¨®n tras generaci¨®n, formando una especie de altar dom¨¦stico, el iconost¨¢s?.
La magia iconogr¨¢lica
Entre 10.000 y 300.000 pesetas se sit¨²a el precio de venta al p¨²blico de los iconos que forman parte de esta exposici¨®n, organizada por Arpo, una sociedad creada recientemente para la importaci¨®n de artesan¨ªa sovi¨¦tica. Un detalle a tener en cuenta es que la cotizaci¨®n del icono en Espa?a se encuentra aproximadamente a la mitad de los precios que alcanzan en los mercados europeos. Los iconos m¨¢s caros no suelen sobrepasar aqu¨ª el medio mill¨®n de pesetas. Pese a ser de proporciones y temas religiosos muy similares y estar realizados seg¨²n t¨¦cnicas muy parecidas, la singularidad de cada icono es una de sus caracter¨ªsticas esenciales, que les confiere, junto al primitivismo de la pintura y la tonalidad de los colores, una atrayente expresi¨®n m¨¢gica. S¨®lo conociendo el complejo proceso de elaboraci¨®n, que seg¨²n m¨¦todos sencillos pero muy minuciosos segu¨ªan sus art¨ªfices, se comprende el sorprendente resultado conseguido.
La mayor¨ªa de los iconos de la muestra son tablas pintadas, pero tambi¨¦n hay algunos sobrepuestos de plata o bronce y varios tr¨ªpticos de peque?as dimensiones, deliciosas miniaturas, que utilizaban los sacerdotes militares para celebrar actos religiosos en el frente de batalla.
Se dice que quien compra un icono se convierte inevitablemente en coleccionista. L¨®gicamente no son muchos quienes pueden cultivar esta afici¨®n tan costosa, pero todos ellos, entre los que se encuentra alg¨²n pol¨ªtico, come Lamo de Espinosa, son verdaderos entusiastas, y los organizadores de la exposici¨®n de Los S¨®tanos est¨¢n seguros de vender todas las existencias.
Un dato curioso sobre el tema de los iconos es que la colecci¨®n m¨¢s importante del mundo, propiedad de un general del Zar llamado Ots, que tras la revoluci¨®n de octubre se exil¨® en Espa?a, permaneci¨® muchos a?os en un antiguo caser¨®n de Torrej¨®n de Ardoz hasta que recientemente, fue vendida por seiscientos millones de pesetas a una firma suiza.
Babelia
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