Un cerrajero y un ferretero, los h¨¦roes del Tatabanya
Un cerrajero, Karoly Csapo, y un ferretero, Istvan Kovacs, son los h¨¦roes en los que el Tatabanya conf¨ªa para salvar dignamente su estreno en competiciones europeas. Aqu¨ª, pr¨¢cticamente, nadie aspira a que el equipo de esta ciudad minera elimine al Madrid, pero s¨ª existe la ilusi¨®n de que pueda al menos ganar el partido de hoy, que comenzar¨¢ a las tres de la tarde y ser¨¢ televisado en directo para Espa?a.
Tatabanya es una ciudad minera de unos 50.000 habitantes, situada a sesenta kil¨®metros de Budapest, sobre la misma carretera, y paralelamente al Danubio, que conduce a Viena. Nunca este club hab¨ªa conseguido participar en competici¨®n europea alguna. El a?o pasado, de la mano del veterano entrenador Karoly Lakat, a quien se conoc¨ªa en su ¨¦poca de jugador del Ferencvaros como la sombra de Puskas, por su facilidad para secar al genial delantero, fue, por primera vez en su historia, segundo en el campeonato h¨²ngaro, lo que le dio derecho a participar en esta edici¨®n de la Copa de la UEFA. Fue la del a?o pasado una espl¨¦ndida campa?a por parte del equipo minero, que en casa s¨®lo cedi¨® cuatro empates y una derrota, y que fuera gan¨® cuatro veces y empat¨® seis. En total, marc¨® cincuenta goles y encaj¨® veinticinco, lo que le hizo destacar como el equipo m¨¢s seguro en defensa.Este a?o, sin embargo, parece haber perdido esa fortaleza defensiva, en lo cual puede tener algo que ver la ausencia del portero titular, Csepecz, hoy en el Vasas. Tras seis partidos de Liga, el Tatabanya ha ganado dos, empatado tres y perdido uno. Ha marcado doce goles, buen n¨²mero, pero encajado once, demasiados
Tatabanya entera vive con inter¨¦s la v¨ªspera del partido, y las escasas localidades de su peque?o campo se agotaron hace ya dos semanas. Aunque los directivos afirman que han vendido 22.000 entradas, el campo, notablemente m¨¢s peque?o que el de la Ciudad Deportiva del Madrid, dif¨ªcilmente podr¨¢ dar cabida a m¨¢s de 12.000. Todo el posible acomodo lo componen una peque?¨ªsima tribuna en un lateral y una discreta grada en el otro. En los fondos no hay nada, s¨®lo la verja que rodea la pista de atletismo, tras la cual se tendr¨¢n que colocar los aficionados que no encuentren sitio en la grada. El precio, eso s¨ª, no es caro, pues est¨¢ entre los diez y los cincuenta florines, lo que equivale a las treinta y las 150 pesetas.
El Madrid se entren¨® ayer y encontr¨® bien el campo. Un fuerte chaparr¨®n que cay¨® durante el entrenamiento fue considerado incluso como beneficioso. Al t¨¦rmino del entrenamiento Boskov disip¨® su duda de la v¨ªspera y decidi¨® colocar a Gallego en el medio campo. Garc¨ªa Hern¨¢ndez se quedar¨¢ fuera. El partido se juega a hora tan temprana porque el campo carece de luz artificial. Nada m¨¢s terminar, el Madrid saldr¨¢ lo m¨¢s r¨¢pidamente posible hacia Budapest, para presenciar el Ferencvaros-Banik Ostrava, de Copa de Europa, que empieza a las siete.
A Boskov le preocupan Csapo, por su calidad como armador de juego, y el delantero Kovacs, alto, con buen remate de cabeza, y que contar¨¢ con la ventaja de que en el Madrid falten los dos centrales especializados, Benito y Sabido. Camacho ser¨¢ el marcador central. Csapo y Kovacs son titulares de la selecci¨®n h¨²ngara, y completa la trilog¨ªa de h¨¦roes del p¨²blico local el defensa lateral Szabo, de cuarenta a?os, un ejemplo de dedicaci¨®n al deporte.
Respecto a las ausencias de Stielike y Cunningham, los aficionados de Tatabanya, lejos de alegrarse de ellas, las lamentan. La ilusi¨®n de ver al Madrid al completo pod¨ªa con el deseo de contar con ventaja a la hora de afrontar la eliminatoria, y se echa en falta a los dos jugadores m¨¢s prestigiosos del club.
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