La desaparici¨®n del "rais" provocar¨¢ cambios internos
La tr¨¢gica desaparici¨®n del presidente Anuar el Sadat tendr¨¢ escasas consecuencias, por ahora, en la pol¨ªtica exterior de Egipto. Sin embargo, los observadores consideran que donde m¨¢s se dejar¨¢n sentir los efectos de la desaparici¨®n del rais ser¨¢ en la pol¨ªtica interior.La opini¨®n p¨²blica se pregunta c¨®mo ha sido posible el atentado contra Sadat en un pa¨ªs en el que los servicios de informaci¨®n y de seguridad est¨¢n considerados como muy eficaces. Aunque se mantiene un silencio total sobre la identidad de los autores de la operaci¨®n, cabe pensar que los asesinos tuvieron que disponer de complicidades a todos los niveles.
Por eso se espera que una de las primeras tareas del vicepresidente Hosni Mubarak ser¨¢ poner fin a las negligencias cometidas por los servicios de seguridad e informaci¨®n y continuar la depuraci¨®n que, a escala nacional, emprendi¨® Sadat, cuyo car¨¢cter de urgencia ha podido comprobarse ahora.
En el campo de la seguridad y de la disciplina general en el pa¨ªs, todo hace pensar que dada la personalidad de Mubarak, nada ser¨¢ ahorrado para acabar con "los pescadores en r¨ªo revuelto" y los "envidiosos".
La disciplina a nivel nacional se sentir¨¢ de manera m¨¢s sensible en el terreno econ¨®mico, aunque Mubarak no cuestionar¨¢ las opciones liberales de su predecesor. El futuro presidente se esforzar¨¢, seg¨²n quienes le conocen, en gestionar con m¨¢s rigor los asuntos del Estado y no mostrar¨¢ la menor debilidad hacia el despilfarro, la corrupci¨®n y la ineficacia.
Sin embargo, lo que atraer¨¢ con m¨¢s intensidad la atenci¨®n de la opini¨®n p¨²blica en los pr¨®ximos meses ser¨¢n las opciones en pol¨ªtica exterior de los nuevos dirigentes egipcios.
La reanudaci¨®n de las negociaciones con Israel sobre la autonom¨ªa palestina, a finales de mes, constituir¨¢ la primera prueba de fuego de Mubarak.
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