Israel podr¨ªa negarse a evacuar el Sina¨ª
Israel no se retirar¨¢ del Sina¨ª en abril pr¨®ximo, como estaba previsto en los acuerdos de Camp David, y endurecer¨¢ su posici¨®n en todos los aspectos del conflicto ¨¢rabe-Israel¨ª. Esta es la opini¨®n de los responsables del ala dura palestina, expresada en Beirut tras el asesinato del presidente Sadat.Un punto de vista similar parece tomar cuerpo en Israel, donde los extremistas de derecha, opuestos a los acuerdos con Egipto, han comenzado a pedir al Gobierno que cotigele los planes de devoluci¨®n. Moshe Dayan, el ex ministro de Asuntos Exteriores , dijo ayer que el asesinato del l¨ªder egipcio "acarrear¨¢ un cambio b¨¢sico, porque toda la pol¨ªtica actual estaba basada en su persona".
Incluso un moderado como Isaac Rabin, ex primer ministro, ha venido a apuntalar la tesis de los radicales palestinos: "El asesinato de Sadat abre una nueva era y suscita numerosos interrogantes sobre la continuaci¨®n del proceso de paz. Es dif¨ªcil creer que sin Sadat es posible proseguirlo en el marco perfilado en Camp David".
Para los duros de la guerrilla palestina, Tel Aviv pretextar¨¢ la inestabilidad del r¨¦gimen egipcio como argumento para rechazar la evacuaci¨®n del Sina¨ª. Un profesor, El¨ªas Chufani, jefe del departamento israel¨ª en el Instituto de Estudios Palestinos de Beirut, estima que Israel cancelar¨¢ definitivamente el proyecto de autonom¨ªa administrativa de Cisjordania, previsto tambi¨¦n en Camp David.
Nimeiry, blanco principal
Tras el asesinato de Sadat, el jefe del Estado sudan¨¦s, Gaafar el Nimeiry, aparece como el objetivo n¨²mero uno de los radicales ¨¢rabes, de creer recientes declaraciones de miembros de Fatah. La desaparici¨®n del rais, que era el principal apoyo de Nimeiry, sobreviene en un momento cr¨ªtico para el r¨¦gimen de Jartum, que afronta una situaci¨®n interior muy dif¨ªcil y en el exterior una escalada imparable de tensi¨®n con Libia.
Sud¨¢n se considera agredido por las tropas libias estacionadas en Chad y ha denunciado en la ONU "repetidas violaciones de su espacio a¨¦reo" y concentraciones de tropas libias en su frontera.
El asesinato de Sadat, de otra parte, ha servido para mostrar el grado de audacia y la disposici¨®n a la inmolaci¨®n personal de que han dado muestras sus autores, minuciosidad y riesgo que es posible encontrar en las manifestaciones violentas que caracterizan el ascenso del integrismo musulm¨¢n en los dos o tres ¨²ltimos a?os.
Para los observadores ¨¢rabes es poco probable que los kamikazes que asesinaron al l¨ªder egipcio consigan la instauraci¨®n de un nuevo poder en el Nilo, pero han galvanizado a sus compatriotas al mostrar c¨®mo un musulm¨¢n est¨¢ todav¨ªa dispuesto a morir por aquello en lo que cree.
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