La "cumbre" de la Commonwealth critica la pol¨ªtica econ¨®mica de Estados Unidos
La cumbre de la Commonwealth concluy¨® ayer en Melbourne (Australia) con los l¨ªderes de 41 pa¨ªses, estupefactos ante el asesinato del presidente egipcio, Anuar el Sadat, apelando por una paz duradera en Oriente Pr¨®ximo. La Commonwealth critic¨® la pol¨ªtica econ¨®mica de Estados Unidos y pidi¨® un nuevo relanzamiento del di¨¢logo Norte-Sur. La cumbre, de una semana de duraci¨®n, estuvo, sin embargo, dominada por la cuesti¨®n de Namibia.La cuesti¨®n de Oriente Pr¨®ximo volvi¨® a tomar una urgencia prioritaria con la noticia de la muerte de Sadat. El comunicado final subraya que "una soluci¨®n justa y duradera deber¨ªa basarse en las pertinentes resoluciones de las Naciones Unidas y en el reconocimiento de los derechos del pueblo palestino, incluido el derecho a una patria".
Lo m¨¢s discutido en Melbourne fue el tema surafricano. "Si las conversaciones sobre la independencia de Namibia fracasan", declar¨® lord Carrington, ministro brit¨¢nico de Asuntos Exteriores, "se podr¨ªa llegar a una guerra sangrienta que destruir¨ªa el territorio". La Commonwealth acord¨® que se intesifiquen los esfuerzos en el grupo de contacto de cinco pa¨ªses en las Naciones Unidas para llegar a una independencia del Africa del suroeste (Namibia), criticando la actitud surafricana, que ha abortado los pasos que se han dado hasta el momento sus amenazas y violencia contra la integridad territorial de los pa¨ªses de Africa del Sur, especialmente despu¨¦s de sus recientes incursiones en Angola.
Los representantes de la Organizaci¨®n Popular del Africa del Suroeste (SWAPO) se mostraron, sin embargo, recelosos en Melbourne del papel de Estados Unidos en este proceso. El presidente Shangari, de Nigeria, critic¨® muy especialmente la pol¨ªtica norte americana en esta regi¨®n del mundo. La propia Margaret Thatcher, primera ministra brit¨¢nica, se?al¨® que le encantar¨ªa ver marcharse de Angola a los 20.000 soldados cubanos que dicen se encuentran all¨ª. Pero esta no debe ser una condici¨®n para llegar a una soluci¨®n, indic¨® Thatcher.
Los pa¨ªses de la Commonwealth se quedaron con una impresi¨®n de creciente inseguridad en el mundo, preocupados por el paso de una distensi¨®n a una confrontaci¨®n de las superpotencias. La inseguridad se ve reforzada por los inestables mercados financieros y monetarios, y la Commonwealth, dirigi¨¦ndose claramente a Estados Unidos, solicit¨® de las principales potencias presiones para frenar la elevaci¨®n de los tipos de inter¨¦s y una mayor preocupaci¨®n por las repercusiones de sus pol¨ªticas en otros pa¨ªses.
El tema Norte-Sur estuvo naturalmente en Melbourne, con el problema del hambre y de la pobreza en el mundo, en un primer plano, especialmente tras la intervenci¨®n de Julius Nyerere, presidente de Tanzania, uno de los siete pa¨ªses de la Commonwealth invitados a la cumbre Norte-Sur en Canc¨²n (M¨¦xico) el 22 de octubre. La Commonwealth espera que en Canc¨²n se encarrile en una v¨ªa nueva y constructiva la cooperaci¨®n internacional, insistiendo en la necesidad de negociaciones a nivel global.
Los dirigentes de las antiguas colonias brit¨¢nicas pidieron al mundo desarrollado una mayor ayuda, indicando que esta ayuda deber¨ªa venir sin condiciones que puedan distorsionar las prioridades de los pa¨ªses que la recogen. La Commonwealth se pronunci¨®, asimismo, por una "zona de paz" en el oc¨¦ano Indico y por un abandono de las pruebas nucleares en el Pac¨ªfico sur. Estas cumbres tienen lugar cada dos a?os. La pr¨®xima, en 1983, se celebrar¨¢ en Nueva Delhi (La India).
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