El Ej¨¦rcito polaco se convierte en el ¨¢rbitro de la situaci¨®n y el garante del di¨¢logo social

El general Wojciech Jaruzelski, primer ministro y l¨ªder del Partido Obrero Unificado Polaco (POUP, comunista), trata de no recurrir al "estado de guerra" con la entrada en funcionamiento de "grupos operacionales militares con plenos poderes", encargados de mantener el orden en el pa¨ªs y fiscalizar la distribuci¨®n alimenticia, cooperando con las distintas fuerzas y en especial con el sindicato independiente Solidaridad.

Al anunciar las medidas, el portavoz del Gobierno, Jerzy Urban, declar¨® que "en situaciones excepcionales se requieren medidas excepcionales". Jaruzelski dej¨® claro que no seguir¨ªa "retrocediendo m¨¢s" frente al sindicato libre Solidaridad al hacerse cargo de la direcci¨®n completa del Estado, pero hoy queda claro para los observadores polacos que, con las parciales medidas militares adoptadas, el primer ministro deja abierta la puerta al di¨¢logo con la ¨²nica fuerza nacional estructurada adecuadamente, adem¨¢s del Ej¨¦rcito: la organizaci¨®n de Lech Walesa.El Ej¨¦rcito trata de convertirse en "¨¢rbitro" de la situaci¨®n, contando con la estima social de que goza, y en "salvador de la naci¨®n", de tal forma que Jaruzelski, con el gesto de la puesta en marcha de los "grupos operacionales", intenta calmar la inquietud de Mosc¨² frente al constante empuje de Solidaridad. Pero tambi¨¦n dejar claro que solamente con una "plataforma de entendimiento", en la que est¨¢ incluido el sindicato libre, puede lograrse un ligero saneamiento econ¨®mico y la salvaci¨®n de la "renovaci¨®n socialista", en el esp¨ªritu deseado por el ex primer secretario, Stanislaw Kania.

Control total del Ej¨¦rcito

En Varsovia se da como segura la pr¨®xima entrada de cat¨®licos e independientes en el Gobierno de Jaruzelski. Esto, que en otro momento podr¨ªa ser mal aceptado por el POUP, carece ahora de significado, por cuanto en este momento el Ej¨¦rcito manda tambi¨¦n sobre el partido. Como lo demuestra el hecho de que su l¨ªder sea un general y el que entre las medidas adoptadas figure la supeditaci¨®n de los poderes provinciales, en manos comunistas, a los mandos militares.Este control del Ej¨¦rcito sobre el partido tendr¨ªa repercusiones en la l¨ªnea pol¨ªtica del Comit¨¦ Central del POUP, ¨²ltimamente inclinada hacia posiciones de firmeza respecto a Solidaridad. Jaruzelski tiene ahora la oportunidad de imponer ampliamente la l¨ªnea de di¨¢logo y renovaci¨®n.

El sindicato de Walesa no ha reaccionado a¨²n a las medidas militares del Gobierno y mantiene su llamamiento a la huelga general del pr¨®ximo mi¨¦rcoles, aunque opiniones recientes de fuentes cercanas a la direcci¨®n de la organizaci¨®n obrera no excluyen un acuerdo antes del d¨ªa se?alado para el paro. Solidaridad afirma que se han redoblado los llamamientos a las organizaciones regionales para que pongan fin a todos los conflictos.

En pocas horas debe quedar despejada la trayectoria inmediata a seguir por Solidaridad, cuya direcci¨®n expres¨® en Gdansk, en la reuni¨®n del jueves y viernes, su escepticismo hacia Jaruzelski. El sindicato libre dej¨® patente en su resoluci¨®n que "la poblaci¨®n no conf¨ªa en el poder" y que el primer ministro ser¨ªa juzgado por su actos y no por sus declaraciones.