El Madrid fracasa ante la puerta contraria

El Madrid hizo en Sarri¨¢ una exhibici¨®n de poder¨ªo f¨ªsico, pero tambi¨¦n de ineficacia ante la puerta contraria. Fue due?o de? bal¨®n durante casi todo el encuentro, pero no provoc¨® ninguna intervenci¨®n de Custers hasta el minuto 67. El equipo de Boskov acus¨® mucho su falta de calidad en los ¨²ltimos metros. El Espa?ol marc¨® su gol en gran jugada de Corominas, al cuarto de hora de juego, y no intent¨® nada m¨¢s.El partido se plante¨® equilibrado hasta que lleg¨® el gol. Los dos equipos sub¨ªan con bastante gente y juego bien hilado en el centro del campo, pero les faltaba calidad arriba, si bien por parte del Espa?ol, Mara?¨®n se le escap¨® un par de veces a Garc¨ªa Cort¨¦s y centr¨® con peligro. En el minuto diecisiete se produjo la jugada que decidir¨ªa el partido. Sacaba Sabido el bal¨®n hacia el contraataque cuando Juanito baj¨® a la l¨ªnea del centro del campo para ped¨ªrselo. Corominas, que fue tras ¨¦l, se lo arrebat¨® y gracias a su r¨¢pida carrera supo sacar partido de la ventaja que la ocasi¨®n le ofrec¨ªa: s¨®lo se encontr¨® con Gallego, ya sobre el v¨¦rtice del ¨¢rea, le quebr¨® con eficacia y marc¨® sobre la salida de Miguel Angel.

De ah¨ª en adelante, el Espa?ol ya no quiso saber pr¨¢cticamente nada del partido y dej¨® al Madrid hacerse due?o absoluto del campo y del bal¨®n. Y el Madrid corri¨® mucho, pero apenas jug¨® al f¨²tbol. Ni en la media, donde Del Bosque y Garc¨ªa Hern¨¢ndez estuvieron muy por debajo de lo que valen; ni arriba, donde Juanito estaba desacertado e Isidro y Pineda no pod¨ªan contribuir m¨¢s que con fuerzas y valent¨ªa para el choque, porque no tienen otra cosa que aportar. Al llegar el descanso, todo lo que el Madrid hab¨ªa conseguido era un disparo de Garc¨ªa Cort¨¦s. al larguero, en el saque de una falta.

En la segunda mitad, Boskov dej¨® fuera a Juanito y dio entrada en su puesto a Ito, pero el salmantino esta vez no fue un hombre eficaz. Este se dedic¨® a jugar para el Espa?ol chupando bal¨®n, meti¨¦ndose en zonas en las que no ten¨ªa salida y trastornando el ritmo del equipo. Alguna de sus jugadas fue del agrado del p¨²blico, pero ninguna ¨²til para su equipo. A cambio de eso, Pineda se super¨® e hizo una brillante segunda parte, hasta convertirse en el mejor jugador sobre el campo y el ¨²nico problema serio para el Espa?ol, si bien Canito tambi¨¦n ray¨® a buena altura en su duelo con ¨¦l.

Los minutos pasaban con el Madrid volcado al ataque, due?o absoluto de la situaci¨®n, peto sin que Custers tuviera que echarse al suelo a detener ning¨²n disparo.

El Madrid hizo a lo largo de la segunda mitad un impresionante derroche de fuerza, pero la primera parada de Custers no lleg¨® hasta el minuto 67, lo que habla de la ineficacia de los madridistas. Poco antes se hab¨ªa producido un segundo cambio, el de Del Bosque por Carcel¨¦n, que tampoco sirvi¨® para que mejorara el equipo. Los defensas madridistas apretaban, pero arriba no hab¨ªa m¨¢s jugador que Pineda, y a partir del minuto 75, ni eso, pues tuvo que salir del campo maltrecho por un nuevo golpe en la clav¨ªcula, y el Madrid se qued¨® con diez. A pesar de la inferioridad sigui¨® apretando y anulando al Espa?ol, pero ni Garc¨ªa Hern¨¢ndez encontraba sitio para meter su zurda, ni hab¨ªa en el equipo nadie que dominara en los balones altos sobre el ¨¢rea contraria, ni hab¨ªa suerte. El Madrid se march¨® derrotado, no s¨®lo sin gol, sino tambi¨¦n sin haber forzado apenas ninguna ocasi¨®n seria de peligro.