La legislaci¨®n sobre indecencia, nuevo golpe a la industria tradicional del Soho londinense
El Soho londinense ha comenzado a taparse los pechos -y otras partes- con la entrada en vigor, el martes, de la nueva ley sobre exhibici¨®n de material indecente. Resulta, sin embargo, dif¨ªcil definir lo que es ?indecente?, y algunos de los mercaderes del sexo del famoso barrio de la capital brit¨¢nica ya est¨¢n descubriendo fisuras en la legislaci¨®n: podr¨ªan transformar sus sex-shops en galer¨ªas de arte.De hecho, la nueva ley no define lo que resulta ?indecente?. Esto es algo que tendr¨¢n que calibrar los propios jueces en los tribunales. La ley, sin embargo, viene a dar al traste con un maremagnum de legislaci¨®n, que se remontaba al siglo XIX y que confund¨ªa a polic¨ªas y magistrados.
La ley es clara en un solo punto: este material ?indecente? s¨®lo debe ser visible para los que quieran verlo. Los quioscos de peri¨®dicos tendr¨¢n que colocarlo de ahora en adelante en lugares especiales, protegido con carteles. Esta medida servir¨¢ para relajar las preocupaciones de muchos padres de familia para con sus menores. Las penas pueden llegar a multas de 175.000 pesetas y hasta dos a?os de encarcelamiento por incumplimiento de esta legislaci¨®n.
Algunas tiendas de sexo hab¨ªan retirado ayer de sus escaparates las publicaciones indecentes que suelen vender, cubriendo las lunas con cartulina negra, sobre la que con letra casta se recomendaba a los curiosos no entrar si pod¨ªan verse ofendidos con lo que en el interior se mostraba, y prohibiendo la entrada a los menores de dieciocho a?os. De hecho, los carteles indicaban expl¨ªcitamente las ?delicias? ofrecidas en estas tiendas.
Est¨¢n, sin embargo, excluidos de esta legislaci¨®n los programas de televisi¨®n controlados por la BBC o por la Indeperident Broadcasting Authority (IBA), las obras de teatro, las pel¨ªculas y las exposiciones de galer¨ªas de arte. De ah¨ª que el propietario de una de estas sex-shops estuviera ya pensando en convertir su tienda en una galer¨ªa de arte, donde los clientes podr¨ªan comprar lo que en ella se exhibiera.
Esta nueva legislaci¨®n, que comenz¨® con la propuesta individual del diputado conservador Timothy Sainsbury, no es, sin embargo, tomada demasiado en serio por nadie. El Ayuntamiento de Londres quiere ahora introducir una licencia especial para las tiendas de sexo, pero ha sido criticado por lo que supondr¨ªa de prohibici¨®n encubierta de la pornograf¨ªa. Este Ayuntamiento desear¨ªa limpiar el barrio del Soho, en decadencia desde hace unos a?os. Los tremendos impuestos y alquileres locales han conseguido echar del barrio a los pocos artesanos que quedaban. Otras muchas tiendas de alimentaci¨®n ex¨®tica tambi¨¦n est¨¢n cerrando, el Soho se ha convertido en el barrio del sexo barato -y no se trata aqu¨ª s¨®lo de precios- para extranjeros despistados.
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