Silencio del ex capit¨¢n del submarino sovi¨¦tico encallado en aguas suecas
El submarino sovi¨¦tico tipo Whisky que, con 56 tripulantes a bordo, contin¨²a encallado desde hace cuatro d¨ªas en aguas prohibidas del puerto militar sueco de Kariskrona, sobre el mar B¨¢ltico, ahonda el conflicto diplom¨¢tico abierto por esta causa entre los Gobiernos de Estocolmo y Mosc¨². El capit¨¢n del nav¨ªo ha sido sustituido y se niega a facilitar explicaciones sobre las causas que determinaron la violaci¨®n de las aguas jurisdiccionales suecas, actitud que aleja la soluci¨®n del problema, actualmente en manos de una comisi¨®n investigadora.
La primera repercusi¨®n del incidente ha sido la cancelaci¨®n del viaje que pensaba efectuar a la URSS el jefe del Estado Mayor sueco, Lennart Ljuns, a mediados de noviembre pr¨®ximo.Los principales obst¨¢culos para el esclarecimiento del caso derivan del relevo de su cargo del capit¨¢n Pjotr Guzjin, que comandaba el submarino en el momento en que se produjo la encalladura que le impidi¨® abandonar las aguas suecas. Guzjin ha sido sustituido por un capit¨¢n con responsabilidad pol¨ªtica sobre la tripulaci¨®n, seg¨²n todos los informes, por ¨®rdenes del Gobierno sovi¨¦tico.
Las autoridades suecas iniciaron el interrogatorio del nuevo capit¨¢n, pero no han podido hacerlo en cambio con Guzjin, que se niega a ello, as¨ª como a hacer entrega de la documentaci¨®n, libro de navegaci¨®n incluido, aduciendo no estar autorizado para ello.
Para las autoridades suecas, ambos requisitos son indispensables para una correcta investigaci¨®n. Se duda que el cuaderno de navegaci¨®n, donde deben estar escritas las ¨®rdenes que el capit¨¢n recib¨ªa durante sus desplazamientos, exista todav¨ªa, ya que es de rutina que en tales situaciones se destruya antes de ponerlo en manos de un Gobierno extranjero.
En este caso, adem¨¢s, ser¨ªa un testimonio fundamental para probar o no la veracidad de la explicaci¨®n del desperfecto que determin¨® la incursi¨®n en aguas suecas. Por ello, las gestiones diplom¨¢ticas, se orientan ahora a exigir del Gobierno sovi¨¦tico que d¨¦ instrucciones al marino para que colabore en la investigaci¨®n.
Las negociaciones parecieron encaminarse hacia una soluci¨®n cuando, en la noche del jueves, el Gobierno sovi¨¦tico, a trav¨¦s del Ministerio de Asuntos Exteriores, dio instrucciones a su embajador en Estocolmo para que comunicara al ministro Ola Ullsten la aceptaci¨®n de los puntos de vista del Gobierno sueco. Los observadores estiman que la Uni¨®n Sovi¨¦tica es la primera interesada en solventar el caso.
Entre tanto, el submarino permanece vigilado por tierra, mar y aire, mientras barcos sovi¨¦ticos se encuentran en las inmediaciones. La informaci¨®n de que otro submarino hab¨ªa sido detectado en aguas territoriales suecas en la noche del jueves no ha sido oficialmente confirmada pero, en cualquier caso, no ha merecido en Suecia mayor atenci¨®n.
Se espera que los inconvenientes surgidos sean superados en las pr¨®ximas horas. Entonces comenzar¨¢ probablemente el gran debate dentro de Suecia y la evaluaci¨®n del incidente. El primer ministro, Thorbj?rn Falldin, afirm¨® que la pol¨ªtica exterior sueca no cambiar¨¢ por este episodio.
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